2. | ANARCHY ~ Lily Luna

|03. THE DATE

9 de febrero de 2023

¿Cómo está mi Diario favorito?

A decir verdad, eres mi único diario, pero ignoremos eso. Si la última vez que escribí estaba feliz, ahora lo estoy aún más. (Tenemos que tener en cuenta que no escribo desde hace dos meses).

¡Hoy anunciaron la salida a Hogsmeade para San Valentín! La cosa fue así: a la mañana temprano, luego de que Kat nos despertara a los gritos como siempre, bajé junto con Samantha a la sala común. Tú seguro estarás pensando (eres un pedazo de papel, no piensas, pero también lo ignoraré): “¿Qué diablos hacía la preciosa Lily Luna Potter con Samantha Allan?” La respuesta es sencilla: Emma y Katerina me abandonaron. Hijas de perra. Por lo que no me quedó otra opción que esperar a la rubia para ir juntas al comedor. Para nuestra sorpresa, la sala común estaba abarrotada. Había un montón de chicas amontonadas frente al tablero de anuncios chillando descontroladamente y echando miradas a los chicos, que prácticamente huían.

—¿Qué pasa? —pregunté a una niña de tercer año—. ¿Las Brujas de Macbeth salieron de su retiro y se van a presentar en Hogwarts?

Y la niña me miró como si estuviera loca. ¡Hasta rodó los ojos! ¿Qué diablos está mal con estos chicos de hoy? Es increíble que no sepan respetar a sus mayores y, sobre todo, apreciar la buena música.

—¿No sabes qué día es hoy? —preguntó como si fuera lo más obvio del mundo. Corrección, era lo más obvio del mundo.

—Jueves, ¿por qué? —le respondí. No entendía qué tenía que ver con mi pregunta.

—¡Acaban de anunciar la salida a Hogsmeade para San Valentín! —chilló la que parecía su amiga y se la llevó a rastras.

Creo que nunca estuve más de acuerdo con Samantha porque ambas nos miramos con el horror plasmado en nuestros rostros. Sabíamos lo que significaba San Valentín. Una semana entera de chicas desesperadas por que el chico que les gustaba las invitara a salir, un montón de chicos escondiéndose en los lugares más remotos del castillo para escapar de adolescentes hormonadas y miles de corazones, cartas de amor parlantes y avioncitos de papel con notas de amor entrando a cualquier hora a las aulas, el Gran Salón y hasta los dormitorios. ¡Un completo caos!

Pero para Samantha y para mí significaba algo más: ¡teníamos que soportar a Emma y Katerina hablando de chicos hasta las dos de la mañana! (Había veces que se les sumaba Valerie, quien se colaba en nuestra habitación). Por eso, esa semana, olvidábamos que no nos llevábamos bien y nos ocultábamos juntas en la Sala de Menesteres donde estábamos a salvo del del bullicio y descontrol que reinaba en Hogwarts.

Salimos corriendo de la torre Ravenclaw y entramos rápidamente al Gran Salón. ¡Casi me da náuseas al ver todo decorado de rosa! ¡ROSA! Más que el Gran Salón parecía la casita de muñecas de Barbie. Cuando me senté con el asco visiblemente presente en mi cara al lado de Louis, este largó una sonora carcajada.

—¿Emocionada por San Valentín, Lily Lilu? —se burló.

—Haces un sólo comentario más al respecto y juro que tu rostro quedará perfectamente estampado en el puré de calabaza —amenacé y Samantha, quién se sentó frente a mí, soltó una risita que, para mi sorpresa, no me molestó.

—Anímate, Lily Lilu -Louis había hecho caso omiso a mi amenza. ¿Acaso quería morir?— Escuché por ahí que Scorpius Malfoy iba a invitarte a salir —mi corazón empezó a dar saltos. Imagínate, Diario, ¡Scorpius pensaba invitarme a salir!—. Espera… ¿o era Drake Avery? Mierda, siempre los confundo… Ahora ya no estoy seguro cuál de los dos era. Creo que deberás averiguarlo sola, Lily Lilu —y antes de que pudiera replicar, se levantó, tomó sus cosas y se fue.