|15. ALBUS

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23 de junio de 2027

Diario:

No tenía pensado hacer esto. Realmente creí que la lista de personas iba a terminar con James. Tenía planeado que así fuera. Pero cuando hablé con Scorpius, supe que tenía que agregar a una persona más a mi lista: mi hermano, Albus Severus Potter.

¿Qué hizo? Ya te lo contaré, Diario, pero como adelanto te diré que él fue el que más me lastimó y a sabiendas de lo que hacía.

Para entender esto, debemos remontarnos a la época en la que salía con Scorpius Malfoy. No sé si recuerdas, pero Albus estaba un poco molesto con mi relación con el rubio. Me había advertido varias veces que no me acercase a él, que iba a sufrir si lo hacía. A mi no me importó, ya que Lily Luna no le hacía caso a Albus Severus. Pero la predicción de mi hermano fue extrañamente acertada (ya conoces la historia de mi ruptura con Malfoy) y él estaba demasiado feliz por eso.

Cualquiera podría decir que Albus conocía demasiado bien a su mejor amigo pero, analizando la situación desde fuera, parecía un poco sospechoso. ¿Por qué un día estábamos bien y al otro habíamos terminado? La respuesta llegó en mi reunión con Scorpius: Albus lo había obligado a hacerlo, a alejarse de mi.

Al principio no le creí, es decir, ¿qué clase de hermano hace eso? ¿Qué clase de hermano arruina la felicidad de su hermana a propósito? Me negaba a creerle a Scorpius, era imposible. Albus era incapaz de hacer algo así. Pero la duda y la inquietud seguían rondando en mi mente, por lo que fui a hablar con Albus. Debía hacerlo.

El día siguiente a mi charla con Malfoy, me levanté temprano y, luego de darme una ducha, decidí ir a casa de Albus. Llegué allí veinte minutos más tarde y tardé un largo rato en tocar el timbre, ya que no veía a Albus hacía mucho tiempo. Luego de tocar el timbre tres veces, un adormilado Albus me abrió la puerta. Tenía el cabello alborotado y se restregaba los ojos. Se notaba que había estado durmiendo y que se acababa de despertar.

—¿Lily? —preguntó sorprendido, y tenía razón, jamás había ido a visitarlo desde que se había mudado— ¿qué haces aquí?

Me encogí de hombros y haciéndolo a un lado entré al departamento. Era bastante acogedor, con paredes verde musgo y piso de madera, tenía un sillón en medio de la habitación, una mesa con dos sillas y una gran televisión. Observé que la sala tenía tres puertas y deduje que se trataba del baño, la cocina y la habitación. Me dejé caer en el sillón y lo observe fingiendo una sonrisa.

—¿Ahora no puedo venir a visitar a mi hermano?

—Claro que sí —respondió sentándose a mi lado—, pero son las nueve de la mañana y, por lo que sé, tu no madrugas Lily. Y menos un domingo.

Había que admitir que Albus tenía un punto: yo siempre evitaba levantarme temprano, a menos que sea estrictamente necesario.

—Mis hábitos pudieron haber cambiado —respondí. Albus me miró con suspicacia.

—¿A qué viniste? —soltó. Supe que ese era el momento justo para empezar a preguntar.

—El otro día tuve una interesante charla con Scorpius Malfoy ¿sabes? —se sorprendió, según lo que él sabía, yo trataba de mantenerme alejada lo más posible del rubio—. Me contó algo acerca de por qué terminamos y me sorprendió mucho —Albus palideció, cosa que me llamó mucho la atención.

—No sé qué diablos te habrá contado, pero no confíes en él —el tono de voz de Albus sonaba frío y enfadado.

—Fue algo bastante interesante, a decir verdad —respondí intentando hacer enfadar un poco a mi hermano.

Por lo visto lo logré, ya que Albus se levantó rápidamente del asiento y dio una patada a la silla más cercana, que cayó con gran estruendo.

—¡No sabes de qué hablas! —bramó él.

—¡Fue por tu culpa que hayamos terminado! —chillé—. ¿Por qué lo hiciste?

—Lily...

—¿Fue porque era feliz? —grité. Albus abrió la boca para hablar, pero lo interrumpí—. ¿Fue por Rose? ¿Pensaste que era demasiado para mí? ¿Querías que fuera infeliz? —se mantenía en silencio—. ¿Qué querías? ¡Contéstame, maldita sea!

—¡Quería a Scorpius! —exclamó Albus.

—¿Qué? —mi voz salió en un débil susurro.

Miré a Albus con los ojos desorbitados. Este sólo se limitó a dejarse caer en el sillón y sollozar con la cara entre las manos.

—Soy gay, Lily. Creí que lo sabías —confesó. Y ahí fue cuando comencé a atar cabos. La negativa de mi hermano a salir con cualquier chica, la molestia cuando salía con Scorpius, como nunca había llevado a una chica a casa—. Me gustaba Scorpius, por eso hice lo que hice. Lo convencí de que no era lo suficientemente bueno para ti, que tú te merecías más que eso. Logré que te dejara de una manera en la cuál tú no te volverías a acercar a él. Y lo logré. Tenía a Scorpius para mí. Pero no conté con que él comenzaría a salir con Rose y con eso ya no pude hacer nada. No podía jugar dos veces la misma carta, así que me resigné —Albus suspiró y me miró suplicante—. Lo siento mucho Lily. Sé que no debí hacerlo. Necesito que me perdones. Eres mi hermanita pequeña y si no...

Albus no pudo seguir hablando, ya que estampé mi mano con todas mis fuerzas contra su mejilla.

—¿Cómo pudiste? —chillé— ¿Sabes lo que sufrí, Albus? ¿Sabes cuánto lloré por eso? ¡Y todo por tu culpa! —tomé mi bolso y limpié las lágrimas que caían por mis mejillas—. ¡Te odio!

Salí de allí rápidamente y me aparecí en casa. Cuando Drake me vio hecha un mar de lágrimas trató de averiguar qué había pasado, pero unos minutos más tarde se dio cuenta que no debía preguntar, que se lo contaría cuando estuviera más calmada. Así que lo único que hizo fue estrecharme entre sus brazos y cantarme canciones hasta que me quedé dormida en su regazo.

Diario, mi sufrimiento empezó con el rompimiento con Scorpius, cuando me desechó. Pero él no tiene la culpa de todo. No. El culpable es mi hermano, Albus, el que sólo se preocupó por él mismo y su felicidad, sin importarle los demás. ¿Si había hecho sufrir a su hermana? No importaba, tenía al chico ¿verdad?

Albus Severus Potter, la culpa es tuya. Y te odio por todo eso.

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(-1)

Hermosuras! Sólo falta el epílogo!

2. | ANARCHY ~ Lily LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora