|06. SCORPIUS

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Bien, la primer hoja debía ser, nada más ni nada menos, que para el hermoso rubio; Scorpius Hyperion Malfoy. Te amaba tanto, Scorpius, tanto que ni te imaginas. Y estoy segura que ese sentimiento jamás desapareció del todo.

Te preguntarás, querido Diario, ¿qué pasó para que Scorpius haya sido la primer persona en arruinar un poco mi vida? Por lo que me fijé, lo último que había escrito sobre ese tema fue la cita que tuve con él en mi cuarto año, mi primer cita con Scorpius.

La verdad, no tengo nada para quejarme de ese día. Fue todo perfecto, Scorpius fue perfecto. (Para escribir esto tuve que hurgar un poco por mis recuerdos, pero transcurrió mucho tiempo de eso; esa puede ser la razón por la que están un poco oxidados e incompletos). Recuerdo que me esperó en la puerta del castillo, jugaba nervioso con sus dedos y tenía un abrigo azul que combinaba con sus ojos. Fuimos hasta Hogsmeade y paseamos largo rato por las calles del pueblo, pasamos por Las Tres Escobas y bebimos un par de cervezas de mantequilla. Me divertí mucho cuando insinuó que fuéramos al Salón de Té de Madame Pudipié. Al principio creí que me obligaría a entrar a ese horrible lugar rosa, pero al verlo saltando frente a la ventana que daba a la calle y haciendo morisquetas para que los alumnos que querían morirse porque tenían que estar allí dentro rieran… simplemente eras perfecto, Scorpius.

La mejor parte de la cita fue cuando nos despedimos en la puerta de la sala común de Ravenclaw. Me besó. Había soñado tantas veces con ese momento: Scorpius Malfoy besándome. Era el sueño de toda chica. Fue un momento tan mágico. Antes de irse, me prometió que volveríamos a salir, que no iba a ser la última vez. Cuando entré a mi cuarto, tuve que soportar la catarata de preguntas de Emma y Katerina, pero no me importó, ya que Scorpius Malfoy me había besado.

La cita fue perfecta.

Pero no sólo fue la cita. Las semanas que le siguieron fueron igual de perfectas. Me esperaba en los pasillos a la salida de mis clases, compartíamos horas de estudio en la biblioteca, comíamos juntos, nos divertíamos. Empezaba a pensar que lo nuestro no eran sólo un par de besos y charlas, que era algo más. Él mismo me lo confirmó cuando, un mes después, me preguntó oficialmente para ser su novia. Juro que no daba más de la alegría. OBVIAMENTE acepté.

Ese verano lo presenté oficialmente como mi novio en la Madriguera. Cuando llegamos allí, Scorpius se quedó largo rato admirando la vieja casa y al principio se negó a entrar porque tenía miedo de cómo iba a reaccionar mi familia. De más está decir que todos lo adoraron, menos tío Ron y Rose, pero eso es una historia que contaré más tarde. A parte de ellos el único que no parecía feliz con la noticia era Albus. ¿Qué diablos le pasaba? ¿Por qué no podía aceptar que saliera con Scorpius?

—¿Qué mejor que tu mejor amigo para salir con tu hermana? —le había dicho Scorpius, un poco en broma, un poco en serio—. Mírale el lado positivo, me conoces, sabes que no le haría daño y no tienes que preocuparte en mantener a los idiotas lejos de ella porque ese es mi papel.

De más está decir que Albus se fue enfurruñado.

Ah, Scorpius… qué equivocado estabas. Fuiste capaz de hacerme mucho daño, me rompiste y no te importó.

El principio del caos comenzó con la vuelta a Hogwarts. Sentíamos que nuestra relación iba muy en serio y lo demostrábamos derrochando azúcar por todo Hogwarts. A la vieja Lily Luna (y a la actual) le hubiera parecido algo totalmente asqueroso, pero como dicen, el amor te vuelve idiota. Y eso fue lo que sucedió: cometí una idiotez.

Sabía que, con el tiempo, para Scorpius los besos no serían suficientes, que iba a querer algo más. Y finalmente pasó. Fue en nuestro primer mes en Hogwarts. Los gemelos Scamander habían organizado una fiesta de bienvenida a la que estaban invitados los alumnos de quinto, sexto y séptimo año. Había mucho alcohol, demasiado.

Bebimos a más no poder y, antes de que terminara la noche nos fuimos de la fiesta. Recuerdo muy bien el dormitorio de Slytherin esa noche, pero no lo describiré ya que si no, la historia perdería el hilo.

Entre alcohol, fiesta y música lo hicimos. Fuiste mi primera vez, Scorpius. Fue mágico, dulce e inolvidable, pero a partir de ahí todo se fue al carajo.

Una semana después viniste y rompiste conmigo.

—No puedo seguir con una niña, Lily —me dijiste en la Sala de Menesteres cuando yo, hecha un mar de lágrimas te suplicaba que no me dejases—. Fue bonito y divertido mientras duró, pero ya me aburrí. ¿En serio creíste que estaba enamorado de ti?

Y después de esas palabras se fue y me dejó destrozada. Te di lo mejor de mí, todo lo que pude darte. ¡Te di mi virginidad, maldita sea! Y tú, como un desgraciado la tomaste y te fuiste riendo mientras yo me quedaba sola. Me robaste mi inocencia, Scorpius. En ese momento juré que te odiaría.

Así fue como mi destrucción comenzó y Scorpius Malfoy fue el mayor culpable de ella.

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Drama, drama and lots of drama.
Un aplauso para @S-Sxnrise que adivinó lo que pasaría 😂👏👏

Hermosuras! Empezó el mundial de fútbol. ¿Lo van a ver? Mejor dicho ¿les gusta el fútbol? ¿Quién creen que ganará?

Los leo! <3

2. | ANARCHY ~ Lily LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora