2. | ANARCHY ~ Lily Luna

|11. MOLLY

Molly, Molly, Molls.

Aunque no lo creas, Diario, la perfecta Molly Audrey Weasley no es tan perfecta. ¿Si me lastimó? No exactamente. Pero gracias a ella me hundí aún más.

Para ponerte en contexto, Molly era la típica chica aplicada: respondía en clase, era la primera en entregar el examen y siempre la podías ver cargada con libros. De más está decir que fue Prefecta y Premio Anual, además de ser la mejor de su clase. Y sumándole a eso el hecho de que usase anteojos, Molly Weasley podía catalogarse como nerd. Sólo si no la conocías realmente.

Aunque Molly se desvivía por complacer a tío Percy y hacer lo que para él parecía correcto, no era sólo la tragalibros de su clase… Todo aquel que haya ido por lo menos una vez a una fiesta Weasley sabe que Molly es el alma de la fiesta. No hay cosa que la pelirroja no hiciera en esas ocasiones, podía hasta bailar en sostén sobre la mesa o beber whisky de fuego desenfrenadamente. Y Molly tenía un vicio: fumaba. No había momento del día en el que no llevara un paquete de cigarrillos encima (cosa que hacía enojar mucho a la abuela Molly y al abuelo Arthur).

Y fue justo por eso, por un cigarrillo, que Molly está en esta lista.

Fue en vacaciones de Pascua. Todos los primos Weasley habíamos ido a la Madriguera por vacaciones. Con nosotros habían venido también Scorpius Malfoy (porque era el novio de Rose y ella había insistido) y Drake, ya que su familia se había ido de vacaciones y Albus le ofreció que venga con nosotros así no se quedaba sólo.

A James, Fred y Dominique se les ocurrió hacer una fiesta en la Madriguera. Convencieron a los abuelos de prestarles la casa y les compraron un pasaje a la playa por dos días así podían tener completa disponibilidad de la Madriguera. El problema surgió cuando mamá prohibió que la fiesta se haga sin supervisión de un adulto. Supongo que ella esperaba que James le pidiera por favor que esté ella allí, ¡pero Molly y Lucy Weasley entraron en escena! Las dos hermanas prometieron que se iban a hacer cargo de nosotros y el problema estuvo resuelto. Eso sí, los chicos debían permitir que Molly y Lucy invitaran a un par de amigos, así no se aburrían.

Después de eso, la planificación de la fiesta transcurrió normalmente. A eso de las siete, mis padres y los tíos se fueron y la gente empezó a llegar. Para las nueve, el lugar ya estaba repleto de adolescentes hormonados, la música sonaba a más no poder y el alcohol abundaba. Gracias a Merlín que convencimos a James de cerrar las puertas de las habitaciones…

No podía dejar de observar a Scorpius con Rose. Se veía tan feliz, lleno de vida. Me dolía cada vez que él reía de algo que ella decía o viceversa y cuando se besaban, ¡Merlín, era como si me lanzaran un Cruciatus directamente al corazón! Si alguien me hubiera dicho antes que el amor dolía tanto, juro que me hubiera reído en su cara.

Después de un tiempo de tener que observar esa tortuosa escena, decidí salir de la casa para despejarme y tomar aire fresco. Qué equivocada estaba. El único tipo de aire que podía respirar en el patio de la Madriguera era el contaminado por el humo del cigarrillo de Molly, simplemente genial. Miré a mi prima un poco molesta y ella sólo sonrió.

—¿Problemas amorosos? —preguntó. ¿Cómo podía dar en el clavo tan rápido?

—Si no los tuviera, no sería Lily Potter —respondí riendo—. El drama amoroso forma parte de mi vida.

—Lo mejor que puedes hacer es olvidar —dijo dando una calada al cigarrillo.

—¿Cómo quieres que lo olvide si lo veo besuqueandose todo el santo día con mi prima? —estallé.

Molly enarcó una ceja sorprendida.

—¿Sigues enamorada de Scorpius Malfoy? —asentí abatida—. Merlín, Lily, creí que ya lo habías olvidado… pero todo sigue como antes ¿verdad?

Y sucedió algo imprevisto: Molly me abrazó. Mi prima jamás me había abrazado antes, no era propio de ella. Las palabras “Molly” y “abrazo” no podían ir juntas, pero estaba sucediendo.

—Molls, ¿estás bien? —pregunté cuando se alejó.

—Debe ser por el alcohol —respondió riendo—. Pero toma mi consejo, Lily. Olvida a Malfoy. ¿Y qué mejor que hacerlo relajada? —Molly me tendió su cigarrillo.

Lo miré. Molly sonreía mientras lo sostenía en la mano extendida. De repente, fumar no me pareció tan mala idea. Así que agarré el cigarrillo y me lo acerqué a los labios. Pude sentir como el humo pasaba por mi garganta e invadía mis pulmones. Tosí al expulsarlo. Era una sensación muy extraña. Volteé para devolvérselo a mi prima, pero ella ya se había ido.

Sola, en medio del oscuro patio con la música de la fiesta sonando alejada, di otra calada al cigarrillo. Y otra.

Meses después me enteré que Molly tenía otras formas de superar un mal de amores que, gracias a Merlín y Morgana no compartió conmigo, sino no estaría contando esta historia en el lugar en el que estoy ahora. Su otra forma consistía en tener sexo ebria con su mejor amigo.

Aún recuerdo cuando, en vacaciones de verano, vino llorando a contarme que estaba embarazada. Molly esperaba un hijo de el que fue su amigo durante toda su vida. Me había contado que lo había hecho para superar su ruptura con Dylan Wood, que lo venía haciendo desde hacía meses, pero esa vez… esa vez todo se fue a la mierda. Alex Zabini, su mejor amigo se hizo cargo del bebé, claro está, pero su amistad jamás volvió a ser la misma. Y la vida de Molly tampoco.

Me llevaste por el mal camino, Molly. No te culpo, sólo quisiste hacerme sentir mejor, me diste lo que te ayudaba a ti. Sin saberlo, tu vicio se convirtió en el mío.
Y ya no supe cómo parar.

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Hermosuras! Publico un capítulo ahora porque ya empieza el partido de la selección Argentina en el mundial y después no voy a tener tiempo. Así que... ¡que lo disfruten!

Los quiero y leo sus comentarios <3