VII

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-¡Hey, niño! ¡Ven mira, acércate! Estos muñecos son de excelente calidad y perfectos para esta temporada.

Había gente que vendía chaquetas y chamarras, de color vino, algunos otros se especializaban en pelucas negras estilo afro y Cinturones de Campeón falsos.

-¡Véase como nuestro héroe!

De acuerdo, esto ya comenzaba a ponerlo nervioso. Tanta devoción hacia un solo individuo era impresionante.

¿Qué hubiese pasado si su padre, sus amigos y él hubiesen sido tomados en cuenta en la victoria contra Cell? Francamente Gohan no quería imaginar establecimientos vendiendo trajes parecidos al de su padre y Krilin, mucho menos sería cómodo ver a alguien vendiendo las orejas del señor Piccolo o pintura verde. Ni qué decir de pelucas estilo saiyajin.

No, en definitiva, que Mr. Satan se quede la gloria por completo. Ellos estaban mucho mejor a bajo perfil.

Gohan caminó por un rato entre familias y grupos de adolescentes que de vez en cuando pasaban por su lado, intentando empujarlo sin éxito para que se quitase, algunos terminaban sobándose alguna extremidad mientras se giraban para verlo.

-¿De qué diablos estás hecho, enano? -Mascullaban a veces, Gohan no les prestaba atención y proseguía en su paseo.

¿Su madre ya se había dado cuenta de que se había escapado de casa? Ojalá y no.

-¡Damas y caballeros! ¡Presten atención! ¡Dentro de poco se tendrá con nosotros al grandioso Mr. Satan! -En un montón de gente excitada al fondo, Gohan logró ver un enorme escenario donde se hallaban varias personas vestidas de Santa Claus y típicos duendes (un tanto modernos) con instrumentos musicales en las manos.

El presentador, el cual era el mismo que se había encontrado en el duelo contra Cell, exclamó:

-¡No se muevan de ahí! ¡Pronto el gran héroe estará con ustedes! ¡Mientras tanto, disfruten de la fiesta!

La banda comenzó a tocar una canción bastante animada. Algunos niños estaban con sus padres aún (algunos disfrazados como Mr. Satan), en sus hombros o en brazos; los mayores se mostraban aburridos o en ambiente con los adultos, Gohan alzó las cejas ante la visión de una familia de tres vistiendo como el héroe del mundo, incluso la mujer llevaba una peluca.

«Algunos aquí... son gente muy rara» Gohan no quiso admitirlo, pero había personas más extrañas que él.

Muchos tipos vestidos como Santa Claus también estaban adheridos en el bullicio con botellas de cerveza en manos, abuelas y abuelos también se encontraban cerca y por lo que veía, todos o al menos la inmensa mayoría se la estaban pasando bien.

Sin saber cómo encajar ahí, Gohan se apartó lo suficiente para ver de lejos cómo se movían todos. Un grupo de niños llamaron su atención, se perseguían con espuma enlatada, corrían y se echaban entre ellos, riéndose los unos de los otros.

Tragó saliva, deseoso de saber cómo poder unirse al juego. Pero su timidez y su actual situación le pegaron los pies al piso y no supo exactamente qué hacer.

Había escapado de casa. Se había establecido en una fiesta de la ciudad y ahora no estaba seguro si irse o quedarse.

𝙽𝚒𝚎𝚟𝚎 𝙽𝚎𝚐𝚛𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora