↳ citas

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Taeyeon me sorprendió un viernes después de clases, en el taller deportivo del Instituto, con su agradable sonrisa y su brillante mirada.

- Hey, Baek... hace tiempo que no hablamos.

Me extrañó muchísimo que se acercara, porque la definición real de aquel hace tiempo se traduce en nada menos que unos cinco años. Pese a que estudiamos juntos, y asistimos al mismo curso y nivel, ella está siempre cerca de sus amigas, y yo de los míos - Jongin, Minseok, Kyungsoo y, por supuesto, Sehun.

- Hey, ¿qué tal todo?

- Todo genial...  deberías hablarme al rato, podríamos salir mañana.

Mi mandíbula tuvo intenciones literales de caer al suelo, pero lo impedí.

- ¿Salir?

- Claro.

- ¿Con quién?

- ¿Conmigo?

- ¿A qué?

Ella permaneció serena, y hasta entretenida con todo esto.

- Salir, Byun. ¿Acaso nunca sales con chicas? ¿Eres gay?

Negué rápidamente y ella sonrió. Espléndida como siempre lo ha sido. Se retiró luego de eso y se dio vuelta una sola vez, al parecer con el fin único de sonreírme. A mí

- Amigo, estás pálido - es lo primero que Minseok dijo cuando apareció, totalmente sudado y con dificultades para respirar, a mi lado.

- ¿Y tú qué?

- Yo estaba corriendo.

- Trotando, querrás decir - Kyungsoo nos alcanzó después de un rato, venía caminando y no se veía cansado en absoluto. Nunca entendí por qué está en la clase de deportes si es opcional, y no hace esfuerzo alguno por participar.

- ¿Qué rayos haces siquiera en el taller deportivo?

- ¿Acaso no ves lo gracioso que se ve este bollito después de hacer un mínimo esfuerzo físico? Y es un espectáculo gratuito, deberíamos invitar a Jongin.

- Sí, a Jongin- a Minseok ya no le costaba respirar - porque no puedes hacer nada sin él -. Era su venganza, ambos disfrutaban atacando y contraatacando cada comentario socarrón que se hacían, pero esta vez la respuesta estaba en Kyungsoo, quien sacó un cronómetro de sus pantalones.

- Es momento de sufrir, pequeño Bollo, a correr, ¡vamos, vamos! - Min se quejaba a viva voz pero se echó a correr de todos modos. Ambos sabíamos que nuestro amigo tenía una especie de crush por uno de nuestros compañeros de cursos menores y que lo más probable es que esté poniéndose en forma por él. Aunque jamás nos revelaría su identidad - es Kim JongDae - comenta Soo, mirando hacia la figura de nuestro bollo corriendo como el viento.

- ¿Qué es un JongDae?

Soo me golpea la cabeza.

- Es de segundo, no es más que un ladrón de Minseokkies.

- Oh, entiendo - comenté feliz -. Espera, no, no entiendo. ¿Cómo lo sabes?

- Estaba comprándole una bebida a JongIn cuando... - un golpe cae justo en mi frente.

- ¡Auch!

- Sonreíste como si estuvieses burlándote de mí. Nunca te burles de mí, Byun - permanezco serio desde ahí -, como decía, vi un bulto raro escondido detrás de un contenedor de basura. Adivina quién era ese bulto raro - sonreí inevitablemente.

- Minnie - dijimos a la vez, y Soo continuó - me acerqué a él en silencio y seguí su mirada, Jongdae era el único en el perímetro, estaba leyendo algo y cuando Minseok se vio descubierto chocó contra el basurero, pobre, se le fue encima.

- No es cierto, ayer me dijo que tú le diste vuelta el basurero encima sólo por molestar.

- Pobre, se le fue encima - dijo Kyungsoo una vez más. A veces, él daba miedo - en fin, ¿de qué hablabas con Taeyeon?

Sonreí como un campeón.

- Citas.

- ¿Citas?

- Así es, citas - insistí - ella misma me invitó.

- ¿Y por qué aceptaste?

Fruncí el ceño.

-¿Qué quieres decir? 

- Mágicamente te habla y te pide una cita de la nada, no tiene ningún sentido - el modo en que lo comentó me irritó un poco. Así que lo ignoré y decidí, con determinación, asistir a mi cita con Taeyeon de todas formas.

Las cosas fueron una maravilla; cine, cena y la cena en un local de comida japonesa, el sitio estaba casi vacío, un sujeto sentado solo a un par de mesas de distancia y quizá unas tres parejas y un grupo de amigos disfrutando de la comida, el día podría haber terminado bien si no fuese por Taeyeon sonriendo frente a mí y preguntándome por Sehun.

Esto ya era demasiado. Furioso, me levanté de mi asiento y me acerqué a ella, robándole un beso. Me felicité a mí mismo cuando regresé a mi sitio y ella se veía tan sorprendida, pero me quise dar de golpes contra la mesa y lanzarme desde un precipicio luego, cuando recuperó el habla.

- Oppa, a mí... realmente me gusta tu amigo. Lo siento muchísimo. 


'El amigo feo' [SeBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora