Envuelto y desesperado en un conjunto de sentimientos destruyendo su cabeza.
O tal vez era el golpe que había recibido al chocar contra la pared.
Desconoce totalmente el motivo pero duele. Suelta en quejido y sostiene la parte afectada con la única mano que tiene libre, mientras un descontrolado Gaara sostiene la otra.
Nunca había llegado a una agresión más fuerte, simplemente era momento donde el pelirrojo enloquecía, y no exageraba su temperamento tan frágil.
Se sentía doblegado por supuesto que si y decir que intimidado sobraba. Dolía más su consciencia obligándole a responder pero temeroso en el momento optaba por callar y verlo enfadado, exigirle que detuviera su cólera aún cuando enfadaba mucho más a Gaara.
—Sasuke por favor no hagas eso, no me gusta que salgas. Me inquieta no sabe dónde estás.— Claro que el Uchiha conocía su postura, bastaba recalcar que Gaara había perdido los estribos en un momento durante todas esas décadas. No, siempre había sido posesivo y perdía la mente muy rápido.
—Déjame Gaara.— Intenta hablar entre los besos obligados que el Sabaku entrega.–Te dije que basta.— Alza la voz, desatándose del fuerte agarre de su muñeca.
Enfrente suyo Gaara controla un ataque, lo reconoce por su desesperada forma que quiere sostener algo entre sus brazos. Gruñe e imponente vuelve a acercarse a Sasuke, un tanto mareado por la contusión pero manteniendo un semblante fuerte.
—Esto no pasaría si no te escaparás.— Confirma cómo si aquello fuera evidente y para nada enfermo de reclamar, el azabache tampoco responde; en la posición que se encuentra, amenazado vaya aclararlo, no era conveniente enfadar más a Gaara.— Sólo quiero cuidarte, ¿Entiendes?— afirma nuevamente ante unos ojos llorosos controlando la rabia que contiene desde hace años. Años que dejó de llorar, de mostrarse tan vulnerable a su agresor, después de todo, si un día moría provocando la furia del Sabaku, mantendría un poco del orgullo que le arrebataron.
Llega un dolor más fuerte, hasta el punto que lo doblega y permite que unas lágrimas se resbalen por la sensación.
Gaara se acerca al encorvado cuerpo del azabache con intenciones amables, cambiando drásticamente su estado de ánimo.
Aleja su malestar respirando hondo, de repente hacerlo ocasionó mucho más dolor en su pecho. El aire no terminaba por salir y se encajaba en sus pulmones como dagas.
—¡No me toques!— Alza la voz por sentir un tacto ajeno, Gaara puede observar con claridad el odio puro que Sasuke desprendía de él, traspasaba su pecho y lo destrozaba hasta pulverizarlo.
Amaba a Sasuke, mucho más de lo que creía todo el mundo. O así llamaba a su obsesión.
—Tranquilízate, déjame llevarte al doctor.— Susurra con una agradables palabras.
Sasuke ríe mientras lo mira fijamente.
—Es la maldita marca, yo lo sé y tú también.— escupe con rabia sus palabras, incorporándose correctamente, es ahí donde encargada doméstica interviene.
Sosteniendo al delgado Uchiha, quien relaja su cuerpo con la presencia adulta.
—Está bien señorito Sabaku, yo trataré su dolor.— confiesa, haciendo una reverencia para terminar sosteniendo la cintura ajena comenzando a caminar a un paso lento.
Gaara pronto se quedó en el abismal y destructivo silencio que existía en su despacho.
Su conciencia y la culpabilidad se juntaban para romperle. Encogían su espíritu y aplastaban su alma.
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¡Papá-teme es mío~ttebayo! |NaruSasu/ EDITANDO|
Fanfiction"-Cuando sea grande me casare contigo, Papá-teme.-" © Después de la muerte de su hermano mayor, la separación de sus padres y el desprecio de su padre obligaron a Sasuke, un joven de 18 años a intentar terminar con su corta vida, pero fue salvado po...