*NICK*
Me había pasado la noche pensando en aquel beso, mi padre tenía razón, era mi nueva hermanastra y no podía permitirme verla como algo más por lo que decidí olvidar la usando a otras chicas, sé que estaba mal y lo reconocía pero yo siempre había sido claro, no quería nada mas y ellas lo sabían, sabían que lo nuestro sería simplemente liarnos y echar un polvo pero no daba paso nada mas. En ocasiones repetía de chica ya sea porque me gustaba como me la chupaba o porque en sí estaba bien pero cuando veía que se empezaban a pillar y a poner pesadas las daba puerta. Lo tenía claro y no iba a cambiar ahora de opinión hasta que la vi apoyada en aquella barra junto aquel hombre, no me pude creer que la hubiese drogado, odiaba a esa clase de personas.
Me gustaba porque no era como las demás, no tenía miedo a decirme lo que fuera, incluso segundos antes de que perdiera el conocimiento me llamó cretino. Incluso me gustó cuando me desobedeció subiéndose al coche de Sarah aunque me enfadara debía de reconocer que fue valiente, ninguna chica se solía a atrever a montar y mucho menos con mi querida mejor amiga, nunca veía el peligro, se parecían bastante pero a la vez eran muy diferentes. Sarah se crió en el mismo ambiente que yo mientras que Alex... realmente no sabía nada de ella pero estaba seguro que no era como Sarah.
Me centré toda la noche en verla simplemente como mi hermanastra pero no podía, mis ojos se hipnotizaban con el color miel de los suyos, mi boca quería rozar la suya, cada vez que hablaba sus labios bailaban de una manera sensual que nunca jamás había visto anteriormente.
Por la mañana me levanté y me fui a la piscina, el agua siempre me relajaba y me ayudaba a dejar las cosas en claro. Al entrar a la cocina la vi, quería explicarla que Nimak no era un sitio al que debiese volver aunque dudo que quisiera, en ocasiones podía ver el miedo en sus ojos. Cuándo apoyé ambas manos en sus rodillas lo sentí y no pude resistirme, la necesitaba, la deseaba y tenía que ser mía.
Yo era un cabrón y no quería hacerla daño y sé que acercándome a ella es lo que haré pero cada vez que la veía o la tenía cerca mi cuerpo actuaba solo sin poder evitarlo.
-Nick - me giré al oír su voz- este es Derek, estaremos en el salón hablando.
-De acuerdo.
No pude decir más y salí al patio de nuevo, me tiré a la piscina sin pensarlo dos veces. Fue como una patada en el estómago el verla con otro hombre, tal vez a ella le pasó lo mismo anoche, o no, la verdad es que no lo creo. Seguramente le llamé la atención lo prohibido o simplemente le guste para una noche y ya. Ella era demasiado buena para mi, tenía que hacerme a la idea.
-Ey, ¿quién es el tío que esta con Alex en el salón? - la voz de Mason me sacó de mis pensamientos.
-No lo sé - dije casi en un gruñido.
No paraba de pensar en quién sería ese chico, ¿sería su novio? no, no creo. No parece la clase de chica que pone los cuernos. ¿Sería su primo? Me lo habría dicho, ¿no? ¿Se estarían besando en estos momentos? ¿Se la estaría tirando? Si tuviese el privilegio la haría mía cada día, varias veces.
-¿Me estás escuchando? - Dios, ¿qué hacía Mason aquí? Me estaba poniendo de mal humor.
-¿Qué, Mason? - dije malhumorado, al instante me sentí mal por hablarle de aquella manera, nunca antes lo había hecho. - Lo siento, tengo la cabeza en otro lado.
-En ella, ¿verdad? - me giré sorprendido para poder mirarlo. No me lo dijo como un reproche sino de forma comprensiva, lo podía ver en su cara. - He visto como la miras, nunca te había visto así antes con nadie, se te salieron los ojos al verla con Jack anoche. - no me podía creer lo que mis orejas estaban escuchando. No podía dejar de mirarlo con los ojos como platos.-Te apoyaré hagas lo que hagas. -dijo posando su mano en mi hombro.
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¿TÚ?
Teen FictionAlexandra Johnson se muda junto a su madre a Santa Mónica donde comenzará una nueva vida junto a su nuevo padrastro Will y sus dos nuevos hermanastros Tyler y Nick. ¿Pero que pasará cuando Alexandra conozca el gran secreto que Nick lleva ocultando a...