Vicky llega y ayuda a Egios a levantarse, Kathrinna permanece de pie mientras Eldwin aparece de entre el suelo. Egios vuelve a mirar al hombre que está de espaldas con sus manos cruzadas en su espalda mientras observa la biblioteca de Eldwin.
- Ah... otro invitado.... – dice Eldwin tras ver al hombre.
- Perdone la intromisión – dice el hombre con una voz suave y entonces voltea un poco la mirada, Egios reconoce a Xelos. – Tuve que atrapar a su compañero porque al parecer me confundió con alguien más e intentó atacarme.
- Lo siento... es que usted se parece mucho a ellos – dice Charlie. – ya puede... soltarme.
- Lo haré en un momento – dice Xelos sin embargo ignora por completo al hombre y se dirige a los demás – Debo confesar que cuando los vi por primera vez me llamaron mucho la atención, sabía que algo interesante pasaría, así que usé un hechizo para espiarlos.
- Típico de un elfo oscuro – dice Kathrinna.
- Tú posiblemente ya lo sabías.
- ¿Qué haces aquí? – le pregunta Egios de forma directa.
- ¿Te molesta mi presencia Egios?
- Me molesta porque no sé por qué estás aquí.
- Ustedes están tras algo que me interesa... mucho, vi que han tenido contacto con el Culto de Q y sé que estos sujetos poseen poderosos artefactos y conocimientos, los cuales puedo ser sincero... los quiero.
- Hey... aún sigo encadenado – dice Charlie
- Oh... - Xelos dirige su mano hacia las cadenas y Charlie se libera al fin, sentándose con ayuda de Vicky.
- Esperas que a cambio de tu ayuda – dice Kathrinna – ¿te demos todos los objetos que encontremos?
- ¿Es un buen trato no crees?... además, tengo conocimientos del culto que les podría interesar y que obviamente compartiré si aceptan. Ustedes se quitan de en medio a sus perseguidores y yo recibo una pequeña paga.
- Si nos ayudará a destruir a esos sujetos – dice Charlie – yo digo que nos aliemos con el elfo.
- Oye elfo, estoy dispuesto a que nos ayudes, pero... - dice Eldwin - también quiero el conocimiento, no me importa la magia pero la historia, la verdad acerca del culto, eso es lo que emociona.
- Está bien – dice Kathrinna – No es como si nos interesaran esos artefactos, sólo queremos que nos dejen de perseguir.
- Entonces es un trato.Egios mira un poco dubitativo mientras el elfo y Kathrinna llegan a un acuerdo, si los había estado espiando, seguro sabía de la caja, qué le indicaba que no intentaría robarla para sí mismo, y más aún, ¿de qué forma los espiaba? ¿Aún lo hacía?
- Dijiste que tenías conocimientos acerca del culto – dice Egios – ¿qué nos puedes contar?
- Hace poco un grupo de bandidos se tomaron el camino hacia el norte desde el refugio. Atacaban a los viajeros sin misericordia, no me importó en un principio, es algo normal y como es normal, pronto apareció la guardia y acabó con los pobres hombres, la guardia quema los cuerpos para evitar que las brujas los revivan como sirvientes, lo curioso fue cuando crucé por el lugar para tomar unas muestras, claramente pude sentir rastros de magia, busqué entre los restos y me di cuenta que los bandidos habían estado bajo un hechizo de control mágico, un enorme sello mágico oculto estaba sobre el lugar, no es visible a menos que se use la magia adecuada, entonces supe que había algo más allí me dirigí a ver los aquelarres cercanos y en uno de ellos vi a unas brujas jugueteando con unos objetos extraños, claramente alguien se los había dado para que no molestaran así que... bueno, les pregunté, me dijeron que unos hombres de túnicas oscuras estaban rondando el lugar y que llevaban la marca de uno de los señores ocultos. Todo esto ocurrió después de que te secuestraron Egios,... fue cuando tuve interés por ver quiénes habían entrado en el territorio, claramente no eran de allí. Fui hasta el refugio donde te tuvieron cautivo y rastree la magia residual del lugar, pude ver entre los objetos que dejaron que eran cosas comunes en Dwaralav, por lo que deberían haber salido de aquí.
- Bueno, pero... de cierta forma, todo eso sólo nos deja en lo que ya sabemos – dice Egios.
- Tienes razón,... usé la magia residual y descubrí que pertenecía a un hechizo antiguo atribuido a los cultistas, pocas personas lo conocen, ya que entre los cultistas usualmente sólo sus más altos rangos son hechiceros. Por fortuna, no nacen tantos hechiceros como personas comunes, y ya que Dwaralav es un lugar vigilado por Manketh debido a las Torres de Rohak, se lleva un registro de cada mago que nace, desde si es entrenado, a qué se dedica o si aún vive. Uno de ellos es Bruhon Fodheil, un hombre con habilidades mágicas del que los últimos reportes hablan que intentaba realizar hechizos ocultos antes de desaparecer.
- ¿Qué hay de Jeon Burdo y Gerbun Oshaum? - Dice Kathrinna
- Bueno, el primero es un hechicero al igual que lo era su hermano, ninguno de los dos es particularmente poderoso, pero ambos desaparecieron de los reportes hace poco. Uno de nuestros espías reportó la presencia de Jeon en un pueblo de Dwaralav, Volnov, hace alrededor de un mes y nos dimos cuenta que de cierta forma están tomando personas en una cantidad poco común, esto usualmente significa que se están preparando para un gran ritual.
- Entonces, no podemos retrasarnos mucho – dice Vicky – ¡hay que detener a estos sujetos!
- Espera un momento – dice Egios – cuando hablas de "nosotros" a ¿quién te refieres? Creí que eras un elfo renegado de Manketh.
- ¿Elfo renegado?... eso no existe Egios, ni siquiera entre los elfos de Daosmoon. Nuestra lealtad está con el Gran Rey Idavoriu y nuestro guardián Katgoro. Pero bueno, como saben, - continua Xelos - estos sujetos tienen grandes conocimientos de magia oculta que utilizan para evitar ser encontrados, tal como ocurrió con el refugio de Yconav.
- Por eso no te encontrábamos Egios – dice Kathrinna.
- Sin embargo, la magia oculta deja rastros de corrupción, se alimenta de la vida y es imposible evitarlo, por poco que se use... la he estudiado por años, y conozco muchos de sus trucos, aún si está muy escondida puedo encontrar sus rastros.
- ¡Genial! – añade Charlie – ¿cuándo empezamos?
- Tenemos algo que puede interesarte – dice Kathrinna mientras le muestra el pergamino que logró sacar de la casa.
- Mmmm... nunca había visto esto, déjame revisarlo.
- Yo puedo ayudarte – dice Eldwin – tengo muchos libros que nos servirán.
- Eso será muy útil.
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El Destino de los Guardianes - Kathrinna
FantasyEn un día que pareciera seguir la rutina diaria, un pequeño evento llevará a Egios a través de una travesía en compañía de una misteriosa mujer, recorriendo profundas cavernas, bosques malditos y extraño culto que los persigue... pero ¿quién es ella...