Internado zodiacal [Terminada]

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¿Más gente en el maldito internado? ¡Que ya no cabemos!

Empezamos el curso como un día normal: llegaron al internado ayer, así que hoy están en clase, formales y sentados todos en sus sitios esperando a que entre el profesor. Nadie habla, excepto Héctor, Sam no está haciendo nada loco, Toni no cotillea sobre las Navidades de nadie, Carlos no está ni por asomo con nada tecnológico y, por supuesto, Axel y Leo son los más callados de las dos clases...

Mentira y de las gordas.

Hoy, por alguna razón, los han citado a todos en la biblioteca, la única sala que tenía suficientes sillas para que se sentasen todos. Héctor estaba callado mirando a la pared, repantigado en la silla que Paula tenía al lado; Sam estaba sentada encima de una mesa pintándole el antebrazo a Aria con una frase, en lo que ella dijo que era élfico, con un boli; Toni interrogaba a Virgina sobre sus vacaciones, insistiendo en que debía haberle pasado algo interesante; Carlos había llevado allí su PSP, la que estaba conectando al proyector que había en la biblioteca para enseñarles un vídeo a Canela y Eric sobre algo de lo que no se enteraron, y finalmente Leo corría en círculos siendo perseguido por Axel, al que había hecho enfadar y quería matarle.

De repente, al puerta se abrió y por ella entró un hombre de pelo blanco en un ridículo traje gris de cuadros.

- Hola alumnos, por favor, sentaos.- Pidió.

- Se parece al presidente Snow de Los Juegos del Hambre.- Le comentó Sam al oído a Leo, que se sentaba en la mesa en la que ella estaba subida.

El señor trajeado la observó unos segundos.

- Siéntese.- Pidió... O más bien ordenó.

- Estoy sentada.- Contestó ella tranquilamente.- Aunque en la mesa.

Leo tiró de ella hacia abajo para obligarla a sentarse en la silla que tenía al lado al ver la mirada asesina que le lanzaba Snow, antes de que Sam siguiese hablando.

- Bien.- Continuó el tipo.- He comprado el Internado, así que soy vuestro nuevo director. Me llamo Oferg Ofiuco, y espero que nos llevemos bien.

Al decir eso último, lanzó una pequeña mirada a Sam.

- Voy a implantar unos cuantos cambios, como por ejemplo: el nuevo profesor de matemáticas, el cual tengo entendido que fue abandonado en un museo, será sustituido por vuestro actual profesor de Física y Química, pero el profesor de la asignatura que queda vacante será uno nuevo. También os pido que sea bien tratado.

Un chico castaño entró en la sala con una bandolera de cuero y una chica de pelo plateado detrás. Leo y Axel se tensaron en sus sillas al verla, y compartieron una mirada cómplice.

- Y también entrará mi hija en vuestra clase.- Sonrió Oferg, señalándola.- Se llama Sofía Ofiuco.

El que seguramente iba a ser su profesor de Física y Química dio un paso tímido hacia delante, dejando que Sofía fuese a sentarse en una de las sillas.

- Soy Alberto Aries y...- Alzó las cejas mirando a Aria.- Y a ti te conozco.

Ella sonrió.

- Bien. La primera clase la tendréis aquí con él. Conoceos entre todos.

Y Snow salió de la biblioteca.

En cuanto se oyó el ruido de la puerta, Aria salió disparada hacia su nuevo profesor de Física y química.

- ¡Alberto!- Gritó abrazándole.

- ¿Qué pasa, chiquitaja?

Ella se separó y le dio un golpe en el pecho.