Internado zodiacal [Terminada]

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Eric miraba a Aria de refilón, lo que la ponía nerviosa. Muy  nerviosa.

Lo que había pasado hacía tan solo unas horas había sido bastante incómodo, pero no tenía claro si había sido más incómodo que eso.

Al menos, ahora tenían unos barrotes que los separaban.

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Hace 27 horas

Viernes, 15:35

Toni estaba tumbado boca abajo en su cama, con el móvil apoyado en frente de él. Esperaba pacientemente cualquier mensaje de Virginia, ya que la chica le había dicho que esa misma tarde le decían cuándo le daban el alta.

Carlos entró en la habitación con Canela. Al verle ahí, preguntó:

- ¿Ha contestado la paciente 0?

- No sé de qué película es eso y no me interesa.- Contestó él, que no hizo ademán siquiera de levantarse de la cama.

- En realidad no es de ninguna película... En todas las investigaciones hay un...

- Eso tampoco me interesa.

Canela arqueó una deja, dispuesta a contestar por cómo le estaba hablando a Carlos, pero él la cogió de la manga y la sacó de la habitación.

- Está sufriendo más que Virginia... Yo me limito a ignorarle.- Explicó.

- Pues por su culpa no podemos jugar a tu play... Y yo no la tengo aquí. ¿Ahora qué?

Carlos fue hacia las escaleras y se apoyó en la barandilla "sensualmente", después Canela se rio de él y bajó unos cuantos escalones para volver a mirarla desde abajo.

- Siempre me ha gustado ir contigo a la biblioteca.

Y al pasar por el vestíbulo se encontraron a Héctor de espaldas a ellos entrando en el comedor.

Canela fue a pegarle, pero Carlos la volvió a parar. El Escorpio desapareció por la puerta y Carlos recibió un golpe en el hombro por no dejar a Nel matar a Héctor.

- ¿Por qué me paras?

- ¿No se ha enfriado lo suficiente la cosa? Virginia vuelve en menos de tres días, y hemos ignorado a Héctor durante al menos una semana...

- ¡Que sufra!

En realidad, Héctor entró en el comedor para comer sólo, a la hora en la que nadie estaba allí. Y Paula sabía que lo hacía.

- Hola.- Saludó la chica en una de las mesas.

Héctor incluso se sobresaltó, extrañado por verla allí. Extrañado porque le hablara.

- ¿Qué haces aquí?

- Puedo estarlo, ¿verdad?- Contestó ella fríamente.

Héctor agachó la cabeza y se dirigió hacia donde estaba la comida sin volver a mirarla hasta que se sentó en la mesa más alejada de la chica que había. Estaba escuchando música con sus cascos, y su expresión normalmente dulce expresaba más bien cabreo.