10. "Todo fue mi culpa"

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Sentí muchas miradas posadas en nosotros, por lo cual se sentía súper incómodo.

Aún Hernández sujetaba mi lápiz, con su mano sobre la mía, mientras casi todos en el salón se limitaban a mirarnos extrañados. Como si estuviéramos haciendo un delito, o algo por el estilo.

Noté la reacción de Omar al vernos a Jonathan y a mi tan pegados y con nuestro agarre aún presente. Tenía su ceño fruncido, y se limitaba a vernos con cara de confusión.

Claro.

Omar sabe perfectamente lo mucho que yo odio a los populares. Para después, verme así con Hernández.

Debería estar teniendo mil dudas dando vueltas en su cabeza.

Miré a Jonathan, la cual el solamente andaba normal, sonriendo como idiota viendo su maldito dibujo.

¿Normal?

¿El seguía normal?

Aunque, ¿que esperas Chloe?

Es popular.

Es tan normal para el, tener todas las miradas posadas en el.

Bufé, y luego quite nuestro agarre, soltando el lápiz.

Tape mi rostro con ambas de mis manos, y luego me paré de mi pupitre. Salí corriendo de ese lugar tan aterrador, con miradas acosadoras. Abrí la puerta, y luego cerré la puerta tras de mi.

Me valía mierda, lo que pensara el maestro de mi. Sólo quería irme de ese maldito salón.

Seguí corriendo sin mirar atrás.

No quería ver a nadie, en este preciso momento. Sólo quería estar sola. Lejos de todo el maldito mundo. Incluyendo a Félix.

No lo entendía.

Mierda.

No lo entendía.

"Me ama" pero no tiene el valor de hablar con Oscar y decirle todo lo que ha estado sucediendo entre ambos.

Por Dios.

¿Acaso el no entiende que no quiero estar en una relación con Oscar?

Que solamente quiero estar con el, porque quien verdaderamente amo, es a él. No a Oscar.

Oscar.., es mi mejor amigo. Lo adoro, como mi mejor amigo que siempre ha sido.

Félix, es mi mejor amigo igualmente, pero la historia es distinta.

Todos los problemas que tenía en mi mente, sólo me daban dolor de cabeza, cada vez más y más. Rebotaban una y otra vez.

Me senté en una de las bancas que habían allí en la high school, y solamente me limité a analizar todo lo que estaba sucediendo.

Todos vieron como sujetaba un mismo lápiz con Jonathan Hernández. Amo a Felix, pero el no tiene el valor de hablar con nuestro mejor amigo para arreglar todo este asunto. Preishariz no me dirige palabra alguna de sus problemas por un idiota. Gabriela me odia. Bueno, siempre me ha odiado. Siempre ando en la dirección por mis mejores amigos.

Mierda.

— ¿Estas bien? — preguntó una voz masculina, interrumpiendo todos mis estupidos pensamientos.

Alcé la vista para ver a la persona a la cara.

¿Jonathan?

¿Que hace el aquí?

Mentir Para No Herir. {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora