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Louis en poco tiempo se convirtio en mi más grande tesoro jamás antes descubierto, me había enamorado de un completo desconocido y un completo desconocido se había enamorado de mi.

Eleonor fue la primera en enterarse y ella fue la primera en querer separarnos, hizo que mis padres me mantengan más ocupados para que no pueda ir en busca de Louis pero siempre encontraba el modo de escabullirme e irme a verlo. Aquel día se había preparado un gran banquete para la noche en la sala principal para los de clase alta, claro que todos deberíamos asistir, pero realmente quería que Louis este ahí, mis padres creían que yo era su amigo por caridad, lo hacían sentir mal todo el tiempo, y yo abrazaba su frágil cuerpo para que esas palabras sólo se queden ahí, en simples palabras mediocres. Ambos sabíamos que lo que hacíamos estaba mal pero aún así, decidimos hacerlo, porque nos amabamos más de lo nadie antes lo había hecho.

Louis: Harry sólo vámonos de aquí, también hay una fiesta ahí abajo y nadie nos juzgará si nos besamos o nos tomamos de la mano, estarán demasiado borrachos para prestarnos atención.

En ese momento acepte y fue la mejor decisión de mi vida,  lastimosamente Eleonor también lo escucho.

Fuimos corriendo a toda prisa como dos locos enamorados que no quieren pensar en lo que pueda pasar, esa noche bebimos hasta no poder, cantamos hasta que quedamos sinfonicos, bailamos hasta que los pies dolieron y nos besamos hasta que huimos como fugitivos de los guardias que Eleonor había enviado en mi busqueda.

Louis conocía todo el barco, así que corrimos por todo el lugar evitando guardias y riendo sin parar, él no soltó mi mano en ningún momento, pasamos por el área incluso donde se encargaban de que el barco funcione con carbón y fuego. Llegamos donde las personas dejaban sus autos y las cosas que realmente apreciaban.

Louis abrió uno de aquellos tantos autos y me tendió la mano y abrió la puerta para mi, así que es así como se siente. Me subí a la parte trasera del auto y el dijo:

-Bienvenido al mejor viaje de su vida, me complace llevar a semejante caballero de hermosa cabellera.-Sonrió de nuevo para mi. Sólo para mi. Sus palabras fueron tan dulces y lo único que pude hacer fue besarlo como nunca antes había besado a nadie, introduciendo mi lengua para jugar con la suya, no recuerdo como la ropa se fue disminuyendo, sólo recuerdo que el acariciaba mi cuerpo como si fuese lo más preciado del mundo.
El calor de nuestros cuerpos creo un ambiente agradable. El auto se llevó mi primera vez. Fue la más maravillosa experiencia.

Fuimos a dormir sin que nadie nos haya encontrado, mañana sería un nuevo día con él y ya teníamos una cita en su habitación.

La titanic versión larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora