En un lugar al Noreste de Hyrule se alzaba una pequeña Aldea que era rodeada por algunas elevaciones de suelo, como pequeños montes, era como una protección natural, una aldea muy tranquila donde algunas personas iban y venían como turistas o mercaderes, y otras vivían ahí desde hacía mucho tiempo. Era conocido como la Aldea Kakariko.
Una mujer muy anciana se encontraba apaciblemente en una gran casona, en el medio superior de toda la aldea, meditando como siempre. Hoy nadie le visitaba. Todo parecía muy tranquilo. Sin embargo, aquella paz fue mermada un instante por un repentino temblor que provoco pánico en algunos miembros de la aldea. Sobre todo los más jóvenes.
Cuando cesó, la mujer abrió los ojos y sintió que un escalofrió le recorrió el cuerpo. "Ganon... es Ganon" Se dijo mentalmente mientras observaba temer a su nieta, una jovencita de unos diecinueve años y que estaba limpiando el suelo. Al sentir aquel movimiento, la jovencita se encogió como un niño temeroso, y luego se tapó la cabeza.
– No hay nada que temer, Paya – Dijo la mujer con un semblante serio – Si el temblor ha pasado es porque nuestra señora Zelda ha apaciguado a la bestia de nuevo. No escapará, por ahora.
– ¿P-Por a-ahora? – Tartamudeó como solía hacerlo siempre.
– Hay que tener fe en que el muchacho, él regresará... El héroe siempre estará ante el mal y le derrotará. Tengo fe en Link – Una vez terminó de hablar, volvió a meditar con los ojos cerrados y una expresión tranquila – Sólo espero que ese momento llegué pronto. A Su Alteza le quedan pocas fuerzas, cada vez hay más temblores... Esta situación es tan parecida a las leyendas del primer ser del mal...
Meseta de los Albores-
Link se dispuso a recorrer cada centímetro de la meseta, topándose con diversas "seudo" armas. De entre estas un hacha que no había notado antes cuando comió y converso con el viejo por el que se había hecho pasar Su Alteza, el rey Roham.
Sabía que en ese lugar había pequeños establecimientos de soldados pero el problema era que todos se encontraban en el interior de la meseta. Así pues se dispuso a bajar para entrar donde se guardaban todas las armas y provisiones.
Con un pedazo de tela de un asta bandera, se hizo una pequeña bolsa improvisada donde metió un montón de frutillas, raíces y yerbas comestibles. Era una suerte ser un viajero durante tanto tiempo. Empezaba a sentirse mal por hacer cosas que NO debía, pero tenía que quitarse la vergüenza. El reino de Hyrule era una simple leyenda ahora, así que seguramente sus leyes habrían sido desplazadas al segundo plano. El mundo sin un gobernante directo sería como un lugar libre a todo, hasta lo que no se debe. Es decir, todo se trataba de vivir la vida como salvajes.
Él sabía bien adaptarse a esa vida. Tres años vivió en un lugar inhóspito de hylianos. Su casa estaba rodeada por la nada, podría decirse. Tan sólo había bosques, ríos, animales, y cerca de ahí, la playa y bahía de Necluda. Seguramente habría desaparecido el lugar, tenía algunas ganas de ir a averiguar qué había pasado con esa pequeña Aldea de diez personas, que disminuyó el número a siete cuando sus padres y él se marcharon a la capital.
– No, primero lo primero – Pensó para sí mismo al recordar que debía ir con Impa.
Antes de bajar recordó que cuando era un niño había guardado un arco en un cofre, en un lugar donde sólo cabía él. Por alguna razón, el templo del tiempo tenía una habitación con un estrecho agujero. Ahí había encontrado un cofre y, con este, un montón de joyas. Cuando era pequeño poco le importaba aquello, así que suponiendo que era un tesoro metió un arco, que le pertenecía a su padre, en el cofre.
A pesar de que pareciera un arcó común y corriente, era bastante pesado. Era de madera reforzada con metal. También era muy resistente. Según lo que dijo su padre es que ese arco había pasado de generación en generación. Le llamaban "El Arco del héroe" según su padre le había pertenecido a un muchacho que fue considerado un héroe, hacía incluso más que la leyenda del cataclismo que se había vuelto popular en Hyrule tras descubrir las bestias divinas.
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Aliento Salvaje
Fanfiction"Me desperté solo, frente a un paisaje desconocido. ¿Cuánto tiempo llevo encerrado ahí? ¿Dónde están Zelda y los campeones? ¿Qué le pasó a Hyrule?" Link despierta con sus recuerdos intactos, pero conmocionado por lo que le rodea. Después de que el r...