[Historia ambientada en una Europa distinta, paralela]
La joven princesa Andreïa Roseblanche ha vivido siempre en paz y felicidad. Hija única del rey Arnaund de Firensia, siempre ha tenido lo que quería; los más hermosos vestidos, los caprichos más lujosos, los pasteles más deliciosos... su vida era perfecta, agradable y perfumada, y ni la presencia de su madrastra ni los posibles conflictos de otros países con Firensia parecen llegar a perturbarla.
Hasta el día en que cumple trece años, día en el que los gritos, los disparos y la violencia irrumpieron en su fiesta, y la obligan a huir.
Por el camino encontrará amigos y rivales, y tras llegar al país del Norte y quedar bajo la tutela de la Emperatriz, descubrirá que lo que ocurrió ese día en su cumpleaños no fue una simple revuelta sin motivo. Hay algo mucho más oscuro en todo eso, y peor aún; todo su reino cree que ella está muerta.
Andreïa aprenderá que la vida fuera de su palacio y su título no es tan sencillo, que mientras unos comen pasteles, otros no tienen migas de pan que llevarse a la boca. Decidida a regresar, comprende que no puede presentarse como la princesa desaparecida de Firensia, pero...¿y si no fuera realmente ella quien regresara?
