La Sociedad Perdida En Las Brumas

Revelaciones

La fría noche se había volcado a los sentimientos de los chicos que luego de conversar un rato decidieron que era tiempo de ir cada uno a sus respectivas carpas. Cuari y Mancha armaron la suya, dedicación recompensada con una  perfectamente armada para acoger a dos enamorados, al igual que la carpa de Gonchi y Fabi. Las luces se apagaron dejándolos a oscuras.

Cuari acariciando a su chico dijo:

-No quiero que nos separemos nunca, no me importa lo que las personas digan de nosotros, nunca te dejaré de amar- Palabras que selló con un fuerte y apasionado beso... correspondido.

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La luz del sol filtrándose por la ventanilla de la carpa se posó sobre el rostro de Gonchi. Poco a poco fue despertando, envuelto en sus cobijas; mirando hacia su lado notó que su novio aún permanecía dormido, lo observó unos minutos en los cuales una leve sonrisa se dibujó en su rostro. "Lo amo" pensó al tiempo en que se acercaba a darle un beso en la mejilla, pero cuando sus labios se estaban acercando, Fabi dijo: "Yo también" y mirándolo fijamente le dió un cariñoso beso.

Al salir de la carpa, Cuari y Mancha estaban sentados hablando, aparentemente sobre un tema serio por la expresión en sus rostros.

– Pero lo mejor es esperar ¿no te parece?- decía Mancha

– Mira, yo ya lo he pensado bien y...- y volteándose pudo percatarse de la presencia de los dos chicos

– Hola, ¿pasa algo?- preguntó Fabi frunciendo el ceño

-No...-

-Sí- se apresuró a decir Cuari – Tenemos algo para contarles. Ambos.- dijo mirando a Mancha que no podría hacer mucho para detener a la muchacha.

Fabi y Gonchi se miraron el uno al otro y se sentaron junto a los chicos.

– Pues entonces cuentennos lo que sea que sea- dijeron apresuradamente; esas palabras penetraron al oído de Cuari; no tenía idea de como reaccionarían los chicos, pues muy bien sabía que a ellos no les agradaban las aventuras ni adentrarse en misteriosos casos que podrían traer malas consecuencias. Pero debían saberlo, no podía ocultarles aquello que habían descubierto en lo que parecia ser el centro del monte Guaviyú según el mapa.

– Ayer por la tarde- comenzó relatando Cuari – estabamos caminando por el monte, todo era normal, pero notamos algo muy raro en la atmósfera, estaba demasiado pesada para ser la de un monte rivereño, no era algo normal, pero no le prestamos mucha atención. Mancha y yo estábamos cansados de caminar y entonces vimos un claro- en ese momento Fabi la interrumpió:

-¡Woow, un claro en el bosque! que misterioso, jaja- dijo riéndose entredientes y poniendo cara de burla.

Cuari, que no le gustaba que le interrumpieran cuando ella se encontraba hablando, y mucho menos se burlaran le dijo:

-¡Madurá! dejame seguir...- adoptó una vez mas la seriedad con la que había comenzado – entonces al acercarnos notamos que una piedra resaltaba, fuimos directamente a ella para sentarnos, pero al llegar notamos una cosa extraña: había dibujos como hechos por un cincel  desgastado, cuando me agaché a ver que era no lo podía creer. En uno, un grupo de hombres estaban rodeando una clase de altar y en otro estaba el altar pero con un hombre amordazado sobre él y a su lado un hombre levantando un puñal y haciendo una señal rara con los dedos, levantaba el dedo del medio y el pulgar-

– La señal de la bestia – dijo Fabi – he estado leyendo simbología y esa es efectivamente la señal de la bestia, era usada por una antigua secta de Europa llamada los "Espiritti" que comenzaron a ser perseguidos en el siglo XIX, emigraron a países como Uruguay y Paysandú fue uno de sus grandes asentamientos, como podrán haber visto la ciudad fue construída por masones, incluso la Basílica, en la puerta principal se pueden distinguir figuras utilizadas por esta secta al igual que en la central policial- Los chicos quedaron atónitos ante tal revelación.

¿Serían los participantes de las imágenes de la piedra los últimos integrantes de los Espiritti?. Aún quedaba el mapa con el símbolo para mostrarle a los chicos, el deseo de saber lo oculto siempre es una tentación para el ser humano...