Marco

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-Acompáñenme, les voy a mostrar un lugar que muy pocos conocen-

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El profesor los condujo a la parte trasera del altar y permaneció observando detenidamente la pared.

-Debe estar por aquí- dijo mientras deslizaba su mano sobre la misma, hasta que se sobresaltó – ¡listo!, chicos lo que estoy a punto de mostrarles no lo ha descubierto nadie a excepción de un pequeño grupo-.

Abriendo una puerta secreta, los condujo al interior, donde sólo se podía sentir la presencia de el largo corredor que conducia a otra puerta iluminada por una lámpara. Comenzaron a caminar por el estrecho y frío pasillo... una atmósfera de suspenso contínuo los rodeaba; Gonchi y Fabi iban tomados de la mano.

Marco comenzó a buscar un objeto en el bolsillo de su extravagante campera de cuero negro, y efectivamente se trataba de una llave con la que abrió la puerta de madera maciza. En la habitación contigua sólo se podían distinguir un escritorio con varios libros encima, una biblioteca, una puerta más y unas cuantas lámparas que iluminaban el cuarto donde habían entrado.

– Como sabrás Fabi, he estado investigando a los Espiritti en profundidad y mis hallazgos podrían interesarles. Recuerdo haber visto ese símbolo que mencionaste en alguno de estos libros- dijo señalando el gran pilar de papeles que sobresalía de entre los demás. Cuari, observando detenidamente sus lomos no pudo dejar pasar desapercibido uno que se llamaba "Los Espiritti: Su historia y símbología"; llendo al índice, busco un apartado, se encontraba en la página 312 la cual consultó rápidamente para encontrarse sorpresivamente con símbolos casi idénticos a los tallados en las puertas de madera de la iglesia.

– Aquí dice que las figuras de la puerta se utilizaban en tiempos antiguos para demostrar la dominación y el poderío que tenía la secta en la región- dijo Cuari observando luego al profesor.

-¡Exacto!, déjame ver, mmm, sí, este es el libro que buscaba; este libro vale oro, si... acérquense por favor chicos-

-Profesor, ¿este lugar lo conoce solo usted o alguien mas?- preguntó detenidamente Mancha.

De repente la puerta se abrió produciendo un ruido ensordecedor.

– Buenos días Marco- dijo un hombre que aparecía poco a poco desde la densa oscuridad, su rostro, demacrado por los años permitía ver claramente algunas cicatrices, una barba blanca le cubría el mentón – ¿ya no me reconocen chicos?-

Todos se extrañaron cuando se dirigió hacia ellos – bueno, me parece que primero tendré que presentarme ¿no?- dijo levantando la mano – mucho gusto, soy Antoine Lamiere, presidente del Consejo del Noroeste, ya nos hemos visto antes en Termas ¿recuerdan?-

De pronto todos al instante le reconocieron, se trataba ni mas ni  menos que de "el viejo"  con el que habían entrecruzado miradas un par de horas antes.

– Lamento si los asusté un poco, lo que sucede es que estaba haciendo investigaciones en el monte, mas específicamente muy cerca de donde ustedes se encontraban acampando, verán, ya nadie se atreve a permanecer en el linde por mucho tiempo, hay rumores entre la gente del pueblo, algo sobre hombres que desaparecen misteriosamente y nunca mas son encontrados, pero no soy un seguidor de esos relatos-

– Verás Antoine, los chicos me han comentado que se adentraron en el bosque, realmente una locura, y dos de ellos se encontraron con inscripciones en una piedra de características peculiares, también hallaron un mapa. Chicos... les agradecería si le mostraran al profesor su descubrimiento- Fabi, que era quien tenía el mapa en esos momentos le enseñó con tanto detalle que incluso dió su punto de vista al profesor.

– Verdaderamente impresionante muchacho, y la verdad es que coincido  contigo en ciertas cosas; la habitación subterránea era muy usada, ya que en la época en que vivían decir que se había visto a una persona entrar en el tronco de un árbol o verla salir de la tierra se consideraba herejía, pero en cuanto al símbolo, es uno que nunca antes había visto – dijo frunciendo el seño – parece una de las runas antiguas de los sajones pero debe tener algún otro significado-.

Pasaron unos segundos en los cuales nadie intervino, todos pensaban en el símbolo, en realidad no era muy complicado, por lo tanto pudieron deducir que era bastante antiguo.

– Ahora que lo pienso- se apresuró a decir Mancha – ese símbolo lo he visto en algún lado, pero no recuerdo donde... quizás... sí estoy seguro. Profesor ¿podría mostrarme alguna fotografía de la Catedral de Tréveris? de los campanarios.-

Di Pietro se apresuró a sacar de su bolsillo otro instrumento, este mas nuevo que el anterior dejó impresionados a los chicos. Un iPhone – aquí tienes- y le entregó el aparato.

– Sí, esto es justamente lo que buscaba, observen bien en las bases de los campanarios.- tal y como lo había dicho mancha... el símbolo se encontraba allí.

La Sociedad Perdida En Las BrumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora