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Despertó con el sonido de la cortina deslizándose, tardo varios segundos en darse cuenta que el sol estaba bajando y que estaba en la enfermería, la enfermera se percato de sus ojos abiertos y sonrió.

— ¿Dormiste bien, Bakugou? - pregunto mientras metía sus manos a su bata blanca.

  — ¿Por que no me despertó? Perdí todo un día de clases - contesto de manera brusca.

  —  Que niño tan maleducado - contesto -, ¿como podría despertarte si es la primera vez que veo que duermes desde hace un mes? Deberías estar agradecida de que le avise a tus maestros de tu condición. - bufo al no recibir respuesta alguna - De cualquier manera, ¿como te sientes, joven Bakugou? ¿sientes algún malestar?

  — No, ninguno. -contesto parándose de la cama y colocándose su saco. Fue entonces que noto su mochila — ¿Usted trajo mi mochila?

  —  No. Uno de tus compañeros de clase vino a dejartela al terminar las clases.

Katsuki no le dio muchas vueltas. La enfermera le hizo varias preguntas, de lo que había hecho ese día, pero no registro nada fuera de lo común. Katsuki dejo el lugar de manera inmediata y se dirigió a los dormitorios, al entrar se encontró a sus compañeros en la sala de estar y aunque sus rostros reflejaban preocupación no faltaron las bromas.

Katsuki los miro con enojo para después dirigirse a su habitación, dejando a todos atrás.

No se había percatado de que Izuku estaba ausente en aquel momento hasta que lo encontró en el pasillo de las habitaciones.

  — Kacchan.

Era notorio en la expresión de Izuku su preocupación pero esto solo hizo molestar a Katsuki al recordar aquella expresión en su rostro dentro de sus sueños, la odiaba, odiaba aquella expresión.

  — Piérdete - menciono haciéndolo a un lado.

  — Me alegra que estés bien, Kacchan. - dijo. Esas palabras hicieron que Katsuki se detuviera — Lo digo de verdad - Katsuki permaneció estático por varios segundos, y sin mirar hacia sus espaldas continuo su camino hasta llagar a su recamara.

En todo el camino hasta su recamara solo podía pensar una cosa: ¿Que demonios?

Una vez en su dormitorio se recostó en su cama y cerro nuevamente sus ojos, la verdad, ese día, sentía que podía recuperar todos esos días sin dormir que había perdido. Y fue así.

Bakugou se encontraba acostado con los ojos cerrados en su cama, sentía algo pesado en su pecho, pero esto no le angustiaba, en cambio, sentía una paz tan placentera que temía que eso terminara. Abriendo sus ojos se encontró con un cabello verdoso, con una mano acaricio sus cabellos de manera lenta adentrando sus dedos entre los cabellos alborotados, sentía que aquella paz estaba creciendo a cada segundo, su acompañante levanto la cabeza, mirándolo a los ojos, y a los segundos la apoyo nuevamente en el pecho de Katsuki mirándolo nuevamente con una sonrisa en sus labios. Una de sus manos fue a la suya entrelazándolas, mientras continuaba acariciando su cabello. No se necesitaban palabras para describir aquel momento.

  — Kacchan. - el chico le hablo, pero este no lo miro  — Kacchan - esta vez, su mirada bajo hacia la de él, brillantemente verde.  El chico se estiro hacia arriba depositando un beso en sus labios para después volver a acomodarse en su pecho y una sonrisa apareció en sus labios. — Kacchan... si me amabas, ¿por que me hiciste esto?

El escenario cambio para los ojos de Katsuki, su cama había desaparecido mientras veía aquellos ojos verdes sin brillo, el cuerpo de su compañero estaba cubierto de sangre y sus manos sostenían aquel pedazo de fierro que atravesaba su pecho, se dejo caer con el cuerpo de su amigo, sus sentidos explotaron y sus ojos se llenaron de lagrimas, sentía ganas de vomitar, no entendía como había pasado todo aquello, cortos lamentos comenzaron a salir inconscientemente mientras las lagrimas salían de manera rápida y comenzó a gritar mientras sostenía aquel cuerpo sin vida.

Katsuki se levanto de golpe, sus ojos se llenaron de lagrimas mientras su corazón comenzaba a estremecerse de dolor, desde hacia tiempo que sus sueños lo hacían llorar, pero nunca había tenido un sueño así, aquel sentimiento no podía desaparecer, ese sentimiento de perdida palpitaba fuertemente y le dolía, le quemaba en lo mas profundo de su corazón. Busco por toda la habitación alguna presencia de Midoriya Izuku, pero esta era nula. Después de unos minutos comenzó a pensar de manera razonable, ''Midoriya Izuku era el culpable de aquel dolor''.

Se levanto de la cama y se dirigió al baño, para su suerte, eran las tres de la mañana y no había nadie despierto. Se lavo la cara y, pensaba que tal vez esa vez se vería mejor después de dormir varias horas, pero se dio cuenta que era lo contrario, su cara se veía aun peor que antes. Sus ojos estaban hinchados y sus ojeras eran cada día mas oscuras, apenas podía mantener los ojos abiertos y su piel cada día perdía brillo.

  — Kacchan - escucho, y pensó que estaba escuchando y viendo cosas. Midoriya Izuku permanecía tras de el mirándolo por el espejo. Este solo cerro los ojos y golpeo varias veces su cabeza con sus palmas.

Midoriya detuvo las manos de Katsuki mientras miraba sus ojos: — ¿Que estas haciendo?

Soltando sus brazos Katsuki lo miro con curiosidad, ese no era Midoriya, o eso pensaba él. Katsuki no sabia que hacer, en lo mas profundo de él quería lanzarse y abrazarlo, llorar por saber que en verdad estaba vivo pero por otra parte pensaban que este solo era un impulso por el sueño que había tenido de ellos dos.

Con poca cordura soltó los hombros de Midoriya mientras este solo daba unos pasos hacia atrás. Sonrió con diversión y se pregunto a el mismo en voz alta: — ¿A quien le importa un tonto sueño? - Se acerco al chico de ojos verdosos y sin dejarle mas opción lo sostuvo de los hombros forzando a Midoriya a abrazarlo, la respiración de Katsuki era lenta en aquel momento, Izuku no peleo para alejarse de él, en cambio, este sostuvo con fuerza el cuerpo de Katsuki sosteniéndose más a el mismo que a su compañero.

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