In love? Never |Liam Payne| TERMINADA

Capítulo 2-Gemma es mi...¿Amiga?

Desperté unas horas después al sentir la voz de la asafata junto a mi.

-Lo siento por interrumpir su sueño, señorita, pero es la hora de comer y vengo a ofrecerle el menú ¿Desea algo en especial?-preguntó amable.

-Un café de grano estaría bien.-sonreí observando el menú-¡Ah, casi se me olvida! Unos chocolates y galletas oreo, por favor.

-Enseguida, señorita-rió.

Prendí la tablet que estaba pegada al asiento delantero y comencé a buscar un hotel en Londres, un buen hotel, no me importaba gastar dinero de papá con tal de dormir en una cama cómoda y limpia, cosa que en casa de Jake no tuve ni tendría, debido a su estúpida idea de ahorrar dinero para salir de fiesta y vestir bien.

Me cansé de buscar luego de no encontrar nada que me interesara y cumpliera con mis parámetros. Era exigente. 

Busqué, en cambio, fotos de la hermosa ciudad, los lugares más visitados, monumentos, artistas y hasta de la reina Isabel.

Decidí buscar a...¿One Direction? Sí, One direction, como mencionó Gemma. Aparecieron miles y miles de fotos en Google.

Supe enseguida cual era el hermano de Gemma ¡Eran como dos gotas de agua, idénticos, solo que con pene! Pero un hermoso chico de cabello castaño claro se llevó toda mi atención en cuanto lo vi. Sus ojos color miel eran profundos e intensos. Sentí que me miraban, una estupidez, pero así lo sentí. Su nariz respingada y sus labios carnosos me cautivaron, en realidad todo su rostro y su cuerpo trabajado. Era guapo y sexy, y todos los adjetivos que pudieran parecerse. Esas fotos en boxers y ejercitando me habían vuelto loca.

Los otros chicos no se quedaban atrás, pero él que más me atrajo y movió algo en mi interior fue el castaño que, según leí, se llamaba Liam Payne.

Liam Payne.

Saqué rápidamente mi agenda y anoté su nombre junto a sus características, como lo hacía con todos los famosos que me gustaban y que quería recordar luego.

Era rara, lo sabía, pero era de mucha utilidad hacerlo.

Cerré todas las páginas al sentir que Gemma se despertaba, porque podía pensar que era una psicópata que quería secuestrar a la banda de su hermano usándola a ella como fuente de información y nadie quería eso. Mejor prevenir que lamentar.

Ella sonrió estirándose como un gato perezoso.

-Hola-bostezó y frotó sus ojos.

-Hola dormilona ¿Qué tal estuvo tu sueño?

-Excelente. Estos asientos son como una cama King size.

Reí divertida.

-Pedí chocolates y galletas oreo.-comenté y ella abrió su boca emocionada-Pero aún no los...

Dejé la frase en el aire, ya que, en ese momento, llegó la asafata con mi café y la comida.

-Aquí traigo su pedido, señorita.-sonrió mostrando sus dientes blancos y perfectos, y me entregó las cosas.

-Muchas gracias.-dejé las cosas en la bandeja.

-Señorita ¿Usted desea algo más?-se dirigió a Gemma.

-No, gracias.

-Esto es para las dos.-especifiqué.

-Está bien, me voy, cualquier cosa me avisan, lindas. Estoy a su servicio.-nos guiñó el ojo y se fue caminando por el pasillo con el carrito de comida.

-¿Lo ves? Somos lindas.

Reí golpeando su hombro amistosamente.

-¡Oh! Exijo ese chocolate, lo amo.-señaló un Toblerone.