In love? Never |Liam Payne| TERMINADA

Capítulo 23-Corazones rotos (Parte 2)

Liam pov's

Hogar dulce hogar.

Dejamos mis maletas en el centro de la sala, sobre la alfombra blanca.

Después de una semana y media estaba devuelta en casa. Extrañaba mucho a ___, ya queen los últimos días no habíamos tenido ningún tipo de comunicación.

Habíamos estado demasiado ocupados con los conciertos, el nuevo albúm, las grabaciones, entrevistas, sesiones de fotos, presentaciones y el nuevo libro. Básicamente todo se había juntado y nos había tocado duro, por lo que no me había dado el tiempo para llamarla o algo por el estilo.

Debíamos trabajar mucho si queríamos que el nuevo albúm saliera pronto y fuera un éxito como los otros.

Para eso estábamos obligados a distanciarnos de nuestros seres queridos y pasar poco tiempo con ellos.

El precio de ser cantante implicaba alejarte de la gente más importante en tu vida y reemplazarlos con tu carrera musical.

Por suerte nos habían dado un descanso de una semana para luego seguir con la gira.

Aprovecharía al máximo estos días libres, tenía pensado ir con ___ a Wolverhampton y pasar tiempo con mis padres, ir tal vez un fin de semana de vacaciones a Los Ángeles y visitar a su familia. Así su familia y la mía se conocerían.

Nuestra relación ya era seria y sólo dependía de que la oportunidad se diera.

Sería genial estar reunidos así y poder decir frente a todos la gran noticia que debía darles.

Esa noticia implicaba una caja que debían traer o que ya habían traído. No tenía idea, luego llamaría a la joyería para averiguarlo.

De pronto desperté de mi trance y me percaté de la presencia de Paddy. Él me miraba con diversión.

Le ofrecí una mirada de disculpa.

-Estaba pensando-expliqué.

-Me di cuenta ¿Puedo irme ahora?-preguntó sin perder el tono amable característico de él.

Asentí.

-Nos vemos en una semana, Paddy.-golpeé su espalda amistosamente.-Disfruta con tu familia.

Si, él también tenía libre, ya era hora de un break ¿No? Pasaba cuidándome y preocupándose de mi como un padre.

De hecho era como un segundo padre, era un hombre con mucha experiencia y sabiduría contando con el hecho de que no eda un anciano. Sabía mucho de la vida y cada vez que requería de un consejo, él estaba ahí para darmelo.

Siempre estaba al pendiente de mis necesidades. Era su trabajo, lo sé, pero él lo cumplía con el doble de energía y dedicación.

Apreciaba eso, pero él tenía una familia que atender y se merecía estar con ellos.

-Pasa unos buenos días, Liam.-sonrió y se dirigió a la puerta para luego desaparecer por ella.

Miré a mi alrededor y me pareció extraño el silencio sepulcrural que inundaba el ambiente.

La casa estaba intacta, limpia y ordenada, y no habían rastros de ella.

Extraño, bastante extraño.

-¿___?

Mi voz resonó por todo el lugar.

-¿Estás ahí, ___?-grité otra vez.

Sin respuesta.

Un raro presentimiento se había apoderado de mi.

Fruncí el ceño y comencé a recorrer la casa buscándola.