In love? Never |Liam Payne| TERMINADA

Capítulo 11-¿Jake...?

A la mañana siguiente todos nos encontrábamos desayunando en el patio trasero. Corría un viento fresco y la mañana estaba soleada, reímos por los chistes de Niall, excepto Harry, él tenía una resaca horrible y dormía en su habitación.

No era para menos, anoche se pasó de la raya, estaba demasiado borracho.

-Y todos esos me los enseñó Louis.-rió Niall y tomó otra dona de chocolate.

-Niall puede hacer dos cosas a la vez, comer y contar chistes, no ha perdido el tiempo.-dijo Liam señalando la caja vacía de donas.

-Pobre Liam, intenta ser gracioso pero no le sale.-dijo entre carcajdas y las tres lo imitamos.

-Niall ojalá que te atragantes con esa dona.-frunció el ceño pareciendo ofendido.

-¡Hay! Amor, acéptalo...-comenzó a decir-Niall es mejor que tu contando chistes.-Sophia acarició la mejilla de Liam y besó sus labios con ternura.

Bajé mi cabeza.

Amor.

Recordé la última vez que me dijieron así. Fue Jake, hace dos semanas o tres, ya no lo recordaba.

"Tampoco quieres recordarlo"

-¿Salgamos a dar un paseo?-intervino Gemma.

-Sí.-saltó Sophia-¡Vamos a un parque de diversiones! ¿Podemos?

-Hay uno que está a pocos kilómetros de aquí.-dije.-¡Tienen muchas montañas rusas!

Asentimos en acuerdo y nos apresuramos con el desayuno, cada uno se arregló y en 10 minutos estuvimos listos.

-¿Qué pasa si Harry se despierta y no nos encuentra?-pregunté ya en el auto.

-No te preocupes, ya le dije.-Liam me miró un momento y volvió su vista al camino.

-Dobla allí.-le indiqué.

Iba de copiloto, ya que obviamente, yo conocía París. Viví un tiempo-como dos años- con mi madre y aprendí muchas cosas, un ejemplo, ubicarme en la ciudad.

Al llegar al parque, compramos las entradas y todos fuimos hasta la montaña rusa más grande.

-Wow.-farulló Sophia.-Es muy alta. No voy a subir.

De verdad, era gigantemente monstruosa, me dio un poco de vértigo y nervios, pero sabía al momento de subir todo sentimiento similar se iría para dar paso a la adrenalina.

-¿Quién se sube conmigo?-pregunté esperanzada.

Tenía muchas ganas de subir, pero no de subir sola, necesitaba a alguien más.

"¿Alguien cómo Liam?"

La vocecita aparecía sólo para fastidiarme.

Ellos se miraron y luego miraron a Liam.

-Liam-dijieron al unísono.

-¿Qué?-abrió los ojos-No.-negó con la cabeza.

-Ve tú, amor, nosotros iremos por algodón de azúcar ¿Si?-hizo un puchero.

Liam dudó unos cuantos segundos y finalmente aceptó.

-Vamos.-lo jalé del brazo hasta la fila para subir a la montaña.-¡Qué emoción! ¿No te emociona? Yo estoy casi comiéndome las uñas de la desesperación, es increíble ¡Increíble! Tengo miedo pero quiero subir a esa cosa ahora ¡Ahora!-hablé velozmente dando saltitos.

Él sonrió y puso sus manos sobre mis hombros deteniendo mis constantes saltos de emoción.

-Calma.-ordenó lentamente como si fuera una niña pequeña que está aprendiendo a hablar.