Ava al abrir la puerta se encontró con un chico que simulaba esconderse y actuaba como si recién hubiera llegado, con una sonrisa enorme en los labios y posiblemente los nervios hechos nudo en el estómago. Lewis miro a la chica a los ojos y se dejó caer recargando una mano en la pared, sin despegar la vista de su tan adorada "víctima".-Entonces, llegue a tiempo ¿Eso se merece un beso de felicitación? Yo creo que si. -Sonrió echando su cabello hacia atrás dejando descubierta su frente y unas pequeñas gotas de sudor que seguro eran de haberse alejado con mucha rapidez.
-¿A tiempo? Llegaste hace 5 minutos, tengo mirilla. -La castaña se cruzó de brazos y con la mirada señaló el pequeño cristal en la puerta y aguantó su risa al ver la preocupación en el rostro del chico. Más que preocupado, parecía que su alma había abandonado su cuerpo y ese sexy tono bronceado ya era pálido, se encontraba mas blanco que ella en realidad.
-Si, exacto... 5 minutos. Es que no quería tocar y enterarme que no estabas lista, hubiera sido muy vergonzoso para ti, mi bella dama.
Fue en ese momento cuando su alma volvió al cuerpo al mismo tiempo que miraba lo que su amada vestía. Usaba un lindo vestido color guinda como de terciopelo, era de tirantes y tenía botones a lo largo de adorno, y sus brazos eran cubiertos por una blusa de manga larga blanca que empezaba por debajo de su hombro; todo esto acompañado de unos vans blancos y su cabello ondulado totalmente suelto.
La forma en la que los hombros de la chica lucían, solo provocaba que por la mente del chico pasaran imágenes de él besando esos pálidos hombros, en especial los lunares que adornaban esa piel.
-Pero te ves hermosa, unos minutos más y cualquier amanecer te tendría envidia.
Ella supo disimular la vergüenza y el rubor natural en sus mejillas solo desviando la mirada y dándose la vuelta para tomar su bolso y revisar que todo lo necesario estuviera dentro. Dio un pequeño empujón al chico para poder cerrar la puerta y le miro con una sonrisa que parecía de fastidio.
-Vámonos que tengo mucho qué hacer, y lidiar con tus halagos y coqueteos no está en mi agenda de hoy.
-Entonces agrégala en la de mañana, que después de hoy me vas a amar tanto que me dejarás cortejarte.
-¿Acaso me mantendrás drogada?. -Ella lo miro a los ojos mientras caminaban al ascensor y fue inevitable sonreír al recordar aquel profundo y sincero beso, sentía un nudo en la garganta y un cosquilleo en los labios mientras se preguntaba si acaso se sentía del mismo modo.- No respondas, solo muévete.
Tras darle un pequeño empujón y sin poder evitarlo ella soltó una pequeña risa al notar que apenas y había logrado mover un centímetro al chico.
Una vez en el auto (esta vez conducido por Lewis) el sacó un disco de su guantera y lo colocó dentro del centro de sonido del auto, no subió todo el volumen, estaba a una altura media y que se pudieran escuchar ambas voces.
-Este es el primer sencillo de Alone, lo sacaron cuando tenían 16 años, en ese entonces Jackson tenía una voz más infantil, aún no maduraba, la canción es mil veces mejor ahora, la grabamos en mi habitación, suena terrible, pero así empezaron y es como debes conocerlos, desde el inicio.
La música sonaba distorsionada y había muchas risas de fondo, como si fueran niños jugando, la batería carecía de ritmo y al cantante se le salían gallos por la obvia adolescencia; y a pesar de todo eso, no sonaba mal, era una canción con metáforas hacia la homofobia y lo que parecía un chico sufriendo por no poder estar con quien amaba. Todo eso lo apuntó Ava en su libreta y algunas partes de la canción las escribió con lujo de detalle, tales como "nuestras tardes de estudio que vivimos entre tus sábanas" y "Mi madre dice que es una enfermedad, es cierto, vivo enfermo por tu atención". De solo esta canción ya se le habían ocurrido casi 20 preguntas, estaba confundida y tan necesitada por saber las respuestas.
-¿Hace cuanto conoces a la banda?
-Desde niños, Vladimir esta conmigo desde los 9 años, somos amigos de toda la vida y a Jackson y los gemelos los conocí a los 13 años más o menos.
-Son amistades largas. -Dijo ella conmovida mientras contaba los años en su cabeza
-Y muy unidas... Actualmente los 5 vivimos juntos y estudiamos donde mismo, somos inseparables. -Y ahí estaba de nuevo, cavando profundo su propia tumba de mentiras, el suplicaba que los planes salieran bien y que ella jamás se enterara de estas pequeñas e inocentes mentiras. -Sabes, nuestra primera cita va muy bien, a este paso tal vez si me gane un lindo beso.
-Si acercas tu rostro a mi cara, el único beso que recibirás, será el de mi maquina de toques, así que mejor mantente alejado si no quieres acabar con los labios fritos.
Por alguna razón ambos rieron y pararon al mismo tiempo para solo verse a los ojos en ese corto y rápido semáforo rojo, ella apartó la vista logrando enfocar la mirada en una linda casa blanca con café, tenia un patio enorme y se podía ver la playa desde la parte de atrás, era notable que era de dos pisos por los 3 balcones, era una casa muy bonita rodeada de árboles y una enorme camioneta se encontraba estacionada afuera; a un lado de esta, fue donde Lewis se estacionó.
-¿Aquí vives?
-Aquí, mi querida dama, es donde vivimos Alone y yo.
Minutos antes de ir a ver a su amada, su padre ya había conseguido la casa y el había llamado a sus amigos para que se ubicaran en la casa, aún no había como tal una mudanza, pero si se veía lo suficiente real para mantener la mentira, y es que al entrar se podían ver zapatos regados en la puerta y cajas de pizza sobre la mesa, sin contar algunas cobijas en el sofá y un lindo chico rubio buscando algo en la televisión.
-Aiden ¿Sabes donde está el resto?. -Preguntó Lewis mientras colgaba su chamarra en el perchero junto a los demás abrigos y le daba el paso a la chica. El rubio sin darle importancia solo levantó los hombros sin despegar la vista de la pantalla. -Aiden... Tenemos visita, no es cortes comportarse de ese modo con nuestra querida invitada que te hará una entrevista y puede decir que los americanos somos descorteses.
Apenas escuchó eso el joven de ojos azules se levantó del sillón y se dio la vuelta para saludar como era debido, si bien se sentía incómodo participando en las mentiras de Lewis, no le iba a fallar.
~Mucho gusto, soy Aiden, el baterista, lamentó haber sido descortés, pensé que Lewis venía solo. -La sonrisa forzada se había notado al instante pero ninguno dijo nada. -Y respondiendo tu pregunta Joan; Jackson y Naim están arriba en su habitación viendo una película y Vladimir fue a comprar despensa porque la cocina está vacía... Es que comemos mucho, somos 5 hombres
El pobre chico maldiciéndose por dentro por tantas mentiras, volvió a sonreír de una forma un poco forzada y apagó la tele para solo subir. Lewis llevo a Ava al patio trasero donde trabajarían según el, mejor gracias a las olas del mar.
-Discúlpalo... Es más agradable con su hermano cercas, si los separas, al ser gemelos es como una amenaza para la humanidad, pero bueno ¿empezamos?.
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Entre verdades y mentiras
RomansaAceptar un intercambio estudiantil al otro lado del mundo es lo último que queda cuando tu maestro favorito fállese y esa era su última voluntad, que pudieras explorar todo, sin contar que te abría la puerta a la experiencia de tu trabajo de en sueñ...