especial de año nuevo

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Especial

Si le preguntaras a alguien cómo definiría a Olivia Robbins, sin duda alguna lo primero que te responderían es peculiar. Un día puedes encontrarla en una fiesta ingiriendo alcohol como si no hubiera un mañana y al siguiente en una biblioteca disfrutando de un buen libro, en especial de aquel libro de la portada blanca que tanto la hizo llorar con su desgarrador final.

Aquellas páginas que fueron parte de su infancia y que, aunque le duela aceptarlo fueron un gran apoyo para aquellos días en los que le dolía la mente y el cuerpo.

Es fan número uno de las esencias, suele arrastrar a sus amigos cada martes después de clases por todo el supermercado hasta llegar al pasillo de las veladoras aromáticas, en donde abre todas y cada una de ellas para después elegir tres de su preferencia e ir a casa.

Tiene horarios estrictos planificados, sin embargo, también hay momentos en los que aprovecha para disfrutar y vivirlos como se debe. Sus amigos lo saben, por eso son el trio del mal perfecto, como suele llamarlos en padre de Derek y director del colegio desde aquel quince de marzo de hace seis años en el que chocaron su auto.

Muchos suelen juzgarla y hablar de ella a sus espaldas por los brillantes colores con los que luce su cabello desde hace dos años. Ha pasado desde el simple negro hasta el más brillante de los verdes, su propia familia suele llamarla idiota por hacerle tantos cambios a su cabello, por ello dejo de teñirlo desde hace un tiempo para únicamente usar bellas y extravagantes pelucas que utiliza según su estado de ánimo.

Las personas suelen creer que tiene una vida fácil, piensan que al ser linda y venir de buena familia tiene la vida resuelta. Sin pensar que la vida de una estudiante de universidad es más que eso.

La abuela, mejor conocida como "nona" solía decir que es mejor gastar el tiempo en uno mismo en lugar de estar criticando o entrometiéndote en los asuntos de los demás. Es algo que decía tan a menudo que Olivia solía ponerlo práctica. Razón número uno por lo que no asistía ni a las cenas ni comidas familiares. el número dos era simplemente que no toleraba a gran mayoría de su familia. Y nadie la culpaba, algunos miembros de su familia vivían hablando mal de las personas que no pertenecían a su círculo de amistades, algo que desde su punto de vista era muy desagradable.

Llevaba dos años haciendo la misma rutina. Se reportaba enferma unas horas antes de las fiestas, se quedaba en casa exactamente diez minutos después de que sus padres y su hermano se hubieran ido y recorría las calles hasta llegar a las afueras de la ciudad, en donde la pequeña cabaña de la que el trio perfecto eran dueños yacía en la penumbra a la espera de alguno de ellos.

Derek y Victoria solo iban cuando quieren pasar tiempo a solas, Jack es el que más veces ha ido solo de los tres, él va cuando en su casa todo mundo le exige que sea algo que no es, cuando no lo aceptan y ella, ella va cuando se siente sola, le sirve para recordar que, a pesar de todo, ellos, sus amigos siempre estarán ahí, que puede contar con ellos.

Esta por abrir la puerta cuando escucha ruidos provenientes del interior, mentiría si dijera que le sorprende, pero ya no es así. Ha encontrado más veces de las que le gustaría a Derek y Vic a punto de tener sexo. Así que con la más grande naturalidad del mundo abre la puerta para encontrarse de frente con el pelinegro sentado en uno de los pequeños sillones con el celular frente a su cara evidentemente jugando algún estúpido videojuego de los que tanto le gustan a él y al ruloso, se adentra a pasos cortos a la estancia hasta que el pelinegro pone su atención en ella.

-sabía que vendrías-dice guardando su celular en uno de los bolsillos de sus vaqueros- un poco tarde, casi se enfría la cena y se calientan las cervezas.

- ¿esto es una clase de cita? -bromea, sabe perfectamente que entre ellos es imposible que algo más allá de la amistad suceda- me hubieras dicho para usar un lindo vestido en vez de venir en pijama de los power rangers.

-tómalo como una ofrenda de paz, además de que tu hermano me envió a asegurar que no te comieran los lobos.

-aquí no hay lobos-señalo obvia

-lo sé-dice- pero él no lo sabe

Suelta una carcajada, ambos disfrutan atormentando al mayor de los hermanos Robbins.

- ¿me vas a decir que haces aquí? -cuestiona la chica del cabello con crisis de identidad dejamdose caer en el viejo sillon- normalmente hoy estas con tu familia

Es pelinegro esta por responder cuando la puerta es abierta abruptamente

-maldita sea hace un frio de mierda- entra quejándose Derek- para la otra podríamos traer cobijas ¿saben?, incluso una cama, es incómodo tener sexo en el sillón

Jack y Olivia se levantan rápidamente poniendo una mueca de asco.

-ya lo desinfecté ¿sí?

- ¿Qué hacen ustedes aquí- cuestiona la chica, no es que le moleste pasar tiempo con ellos, al contrario, quiere mucho a ambos chicos, - ¿no se supone que ambos deberían de estar en su casa con sus familias?

-se supone, mi bella amiga-toma la palabra el pelinegro-la cosa está en que no queríamos dejarte solita hoy. Sabemos que la gran mayoría de tu familia son unos buitres y que no ibas a pasar estas fiestas con ellos, así que decidimos venir a hacerte compañía. después de todo, tu también eres nuestra familia.

-exacto- sigue Derek- no íbamos a abandonarte, además ¿Qué tal si te comen los lobos?

-aquí no hay lobos Derek-le informa el pelinegro

- ¿y por qué nadie me había dicho eso? -pregunta ofendido

-no preguntaste- contestan al unísono Olivia y Jack

-de cualquier forma, ya no te van a comer-finaliza el ruloso

Esta es una de las razones por la que los quiere tanto. Ambos chicos han sido de gran ayuda para ella y está segura de que no los cambiaría por nada. Por qué, así como ellos están ahí para ella ahora que los necesita, en un futuro los papeles de invertirán y será ella quien este para cada uno de ellos.

-ven-la llaman los chicos, los cuales ya están instalados en la pequeña estancia- despidamos este año como solo nosotros sabemos hacerlo

Así, entre películas melosas (las cuales escogieron Derek y Jackson), comida y alcohol, el trio del mal cierra el año en aquella pequeña cabaña, lloran, bailan, se divierten y una vez mas recuerdan por que son un equipo.

Por qué no se trata de que tan lujoso sea, si no que te sientas a gusto. Y les puedo asegurar que ellos lo están.

Están felices, están en familia. 

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solo pasaba a desearles un feliz 2021. muchísimas gracias por haber llegado hasta aqui

besos y abrazos con gel antibacterial 

Elizabeth ❤

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