Perplejo, esa palabra describe exactamente la manera en la que me siento. Al ir a casa de Olivia y encontrar solo a su padre creí que podría hablar con él acerca de lo que quería con su hija, sin embargo, gran parte se fue al carajo cuando llego un poco pasada de copas siendo sostenida por uno de sus amigos. Esperé que bajara en algún momento para dar alguna explicación, pero no lo hizo, no bajo, ninguno de los dos.
Es por eso que me sorprende ver a los dos chicos juntos caminando hacia mí.
- ¡Hey chicos! -los llamo. Ambos están serios, lo que me hace preguntarme si su amiga está bien- ¿saben algo de liv? No la he visto.
-hijo de pu...-comienza Jackson acercándose con intención de empujarme, sin embargo, Derek lo detiene
-Mercury... dijimos que...- lo regaña
-no- suspira y puedo ver en sus ojos que no soy su persona favorita en este momento- tu no la viste delirando y llorando camino a casa, ni mucho menos te levantaste cada hora a ayudarla a vomitar porque había ingerido tanto alcohol ya que quería olvidar que un idiota le rompió el corazón.
-él no la mando al maldito bar-dice levantando un poco la voz
Ambos se observan un buen rato hasta que el pelinegro baja la mirada resignado, el ruloso se gira hacia mí, ya diferencia del pelinegro observo la determinación en su mirada.
-escucha jones, no somos tan hipócritas como para venir y golpearte después de haber actuado como amigos, solo que, por tu bien espero que te mantengas alejado, bastante hiciste con tu escena en la biblioteca, pero no más, no te queremos cerca de ella.
- ¿de qué hablan? -cuestiono desconcertado.
-de que fuiste tan cabrón que aun después de que ella te contara lo que sentía fuiste capaz de besar a otra chica delante de ella. -estalla Jackson
A mi mente viene el beso que compartí con la pelinegra hace unos días en la biblioteca, jamás imagine que Olivia hubiera estado ahí y lo hubiera visto. Tardo unos segundos en procesar que es lo que paso-le seguí el beso y la aferré más a mí- siento como el color abandona mi rostro mientras observo las miradas de odio por parte de los chicos.
-nosotros te lo advertimos desde el inicio-comienza el ruloso- y si no te rompemos la cara en este mismo momento es por ella, porque lo que menos necesita ahora es preocuparse por ti, así que, por favor, mantente al margen.
Observo como los dos se alejan hasta encontrar un pequeño cuerpo sacando algo de su casillero.es ella, ambos la rodean evitando que la vea, pero estoy seguro que es ella.
Grito de frustración y me encamino a mi siguiente clase, de las pocas que comparto con ella, pero es de esperarse que ella no este, ahora entiendo por qué me ha estado evitando.
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