Nunca he rogado. Soy un tipo muy orgulloso para eso.
Pienso que en el sexo lo hago, bastante. Temas menores. Pero nunca he rogado por atención. Nunca he rogado por amor ni por odio. Nunca lo he hecho.
Y si lo he hecho, es porque estaba en la parte más asquerosa de mi vida.
Es algo que no quiero recordar. Volviendo al tema.
Perdería la cordura si tuviese que estar de rodillas por alguien. Pero este hombre me invierte totalmente los papeles. Creo que si algún día se da la vuelta y está a punto de salir por la puerta, lloraría y pediría misericordia.
La calidez de la casa no se puede ir por algo mío. Nunca. Trataré de agregarlo siempre.
Pero una parte desconocida de mí, sale al aire. Nunca he conocido esta parte donde me siento totalmente inmovilizado e intimidado por alguien.
En el buen sentido. Vivo bajo el muérdago de este sentimiento tan profundo.
No es cuestión de autoestima.
Es tema de nuevas oportunidades y recordar por qué soy su alma gemela.
Ojalá él me recuerde así, si algún día quiere irse.

ESTÁS LEYENDO
El chico que vio el cometa.
PoesiaDicen que ha habido un niño el cual vio un cometa hace ocho meses. Su vida se convirtió en una fuente de energía, sentido, tranquilidad, religión. Siempre vuelve hacia él. Es especial aquel astro. Él va a esperar una vida si fuera, para que ese come...