La gente solía decir que los gatos te cambiaban la vida.
Así que adoptar un gatito debió ser la mejor idea que Midoriya Izuku tuvo para ayudar a controlar su ansiedad.
Se lo había recomendado su terapeuta. Y también varios de sus amigos. Midoriya necesitaba algo de qué ocuparse con el verano que pronto llegaría. Los animales eran capaces de quitarte el estrés con tan solo jugar contigo, y sus peludos hocicos traían sonrisas a cualquiera que no tuviera el corazón hecho de piedra.
Necesitaba la compañía de otro ser que no esperase demasiadas cosas de él, más que limpiarle la caja de arena y tener su plato de comida siempre lleno.
Solo que, claro... Midoriya no esperaba adoptar al gato más odioso de todo el refugio.
Pero Izuku no había podido quitar sus ojos de encima de aquel gatito, ignorando por completo a la gran variedad de maullantes mininos que el refugio —y veterinaria— EraserHead tenía para ofrecer.
—¿Este? —preguntó Shinsou, el chico del refugio que ayudaba al dueño—. Solo es un poquito difícil. Pero te aseguro, en el fondo, es mucho, muuuucho...
—¿Más cariñoso? —completó Izuku, ilusionado.
Shinsou solo le dedicó una mirada sombría. Y una mueca que se delataba por sí sola.
—No —dijo con seriedad—. Mucho peor.
Midoriya parpadeó confundido mientras miraba a la bolita de pelos dorados y erizados que le siseaba desde su jaula. Se notaba a simple vista que no era una nube de dulzura y ronroneos; más bien parecía un tornado de rasguños y bufidos.
También tenía grandes ojos rojos, que parecían perforar adentro de su alma con una sola orden que, al menos Midoriya, interpretaba de una sola manera:
Adóptame. Adóptame. Adóptame.
Demuéstrame que me querrás de todas formas.
Parecía una especie de desafío. Un desafío para cambiar el corazón negro de aquel pequeño gato de ojos furiosos.
E Izuku era débil ante cualquier desafío que implicase sacar lo mejor de una persona —o animal—, costase lo que costase.
Shinsou solo suspiró, y accedió a traer la jaula para que Midoriya se llevase por fin a aquella pequeña bestia del refugio —le escuchó farfullarlo entre dientes— que aterrorizaba al resto de gatos.
Pero Izuku no se dejó intimidar. Estaba maravillado ante la pequeña criatura que se agazapaba ante una esquina, desafiante y a la defensiva, ante ese extraño que metía su dedo entre las ranuras de la jaula solo para poder acariciarlo.
—Vamos, ven —Izuku le silbó—. Estoy seguro que seremos buenos amigos.
El gato dejó de sisear por un instante. Cauteloso, acercó sus peludas patitas en dirección a los dedos llenos de cicatrices de Midoriya. Tenía el corazón latiéndole fuerte, ya que no estaba seguro de qué pasaría a continuación.
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Summer Nights: Colección de Oneshots [TodoDeku] - BNHA
FanfictionAUs. El verano es largo y caluroso, pero si tienes la compañía adecuada, se vuelve definitivamente tolerable. O eso pensaban Todoroki y Midoriya. --- • Colección de oneshots independientes. • Mención de otras ships. • Crédito a Kohei Horikoshi por M...