Walking away🏳️‍🌈💛💜

Capítulo 5: HOSPITAL

Miriam y yo íbamos hablando de nuestras vidas mientras ella conducía hacia el hospital.
La verdad es que ya tengo una amiga en Barcelona y es súper maja.
Llegamos al hospital, aparcó y me dijo que me acompañaría mientras salía su novio.
- ¿A que habitación debes ir?
Bien Ago, bien. No sabes la habitación.
- La verdad, no lo se. Solo se que está aquí pero nada más.
- Espera, voy a preguntar. ¿Cómo se llamaba?
- Álvaro, Álvaro Vázquez.
Miriam fue hacia una especie de ventanilla.
- Hola, buenas tardes. ¿Podría decirme en qué habitación se encuentra Álvaro Vázquez?
- Alvaro Vázquez... un segundo.- dijo la enfermera que había detrás. - Se encuentra en la 502.
- Vale, muchas gracias. Ves, ya sabemos la habitación.
Yo me reí, y presto fuimos dirección al ascensor.
Al llegar a la planta, me encuentro con Aitana, la prima de Raoul.
- ¡Agoney! ¿Qué tal? No te esperaba.
- Bien, he venido a ver a tu primo. Y tú, ¿qué tal?
- Hemos venido a verle y a traerle chocolate, que le encanta.
- Mierda, nosotros no le hemos traído nada.
- No pasa nada Ago, seguro que cuando te vea le va a hacer más ilusión que si le traes comida.
- Ay, no os he presentado. Ella es Miriam, una compañera de clase. Y ella es Aitana, prima de Álvaro y de Raoul.
- Encantada.- dijo Miriam muy sonriente.

En ese momento, alguien me tapó los ojos.
- ¿Quien eres? ¿Raoul?
- ¿En serio crees que soy Raoul?
Las manos desaparecieron de mis ojos y cuando me giré estaba Nerea.
- ¡NEREA!
Nos abrazamos muy fuerte mutuamente y le presenté a Miriam. Ellas se saludaron con dos besos.
- Bueno, nosotras nos vamos que tenemos que hacer cosas. Luego nos vemos chicos. - dijo Aitana.
Nos despedimos de ellas y encaramos el pasillo.
Llegamos a la puerta de la habitación, la cual, tímidamente, abrí.
<Toc, toc>
- ¿Se puede?
- Si, pasa.- dijo una voz femenina.
- ¡Ago! - dijo Raoul, sonriente mientras se levantaba del sillón.
     - Hola, Buenas soy Ago.
     - Hombre campeón, ¿que tal? ¿Cómo sigues?- dijo Alvaro mientras se reincorporaba.
     - ¿Lo conocéis?- preguntó esa mujer, la cual pude entender que era su madre.
     - Si mamá, -dijo Alvaro- él fue el muchacho que te contamos.
     - Si, él fue la persona a la que Alvaro defendió.- prosiguió Raoul.- Además, es nuestro vecino, vive con Nerea.
     - Ala, que bien. Encantada, yo soy Susana, la madre de estos dos locos.
     - ¡Qué exagerada mamá!- dijo Raoul, al cual no me pude contener la risa.
     - Bueno, yo soy Agoney, encantado.- le di dos besos- Ella es Miriam, una compañera de clase.
Miriam y la madre de Raoul se dieron dos besos.
     - ¿Sois pareja?- dijo Susana en alusión a Miriam y a mi, lo cual hizo que Raoul y Alvaro soltasen una carcajada, la cual cortó Alvaro con un gesto de "aquí no ha pasado nada" en cuanto la madre se giró para ver porque reían.
     - No, somos compañeros de clase.
     - Nos hemos conocido esta mañana en la Escola de Moda y como los dos teníamos que venir aquí, yo para recoger a mi novio y el para verle, pues lo he traído en mi coche.- dijo Miriam.
Ella y Susana estuvieron hablando largo y tendido, mientras que yo fui a hablar con Álvaro acerca del percance y tal.
El móvil de Raoul sonó, y él se apartó un segundo. Alvaro me dijo que me acercase y me dijo una cosa al oído.
     - No ha parado de mirar el móvil en toda la mañana por si le hablabas.
Raoul volvió hacia nosotros y ahí se quedó la conversación. Miriam se despidió y se fue. Me dijo la mejor línea de bus para llegar a casa.
     - Oye Agoney, ¿y si te lo llevas de aquí un poco, que estire las piernas, que coma un poco y eso?- dijo Alvaro en referencia a Raoul.
     - Vale, la verdad yo tengo una poca de hambre.- le respondí.
     - Yo estoy bien tete, no te preocupes.- dijo Raoul.
     - Hijo, vete a comer con tu amigo anda. Y así sales de aquí un poco, que no has dormido nada, y llevas aquí desde que viniste a las 7 de casa de ducharte y eso. Se te va a hacer eterno.- dijo Susana.
     - Vale mamá- dijo Raoul aunque no parecía muy convencido.
Raoul y yo salimos de esa habitación, y nos fuimos hacía el ascensor sin apenas tomar palabra. Una vez abajo, habló.
     - Bueno, ¿adonde vamos?
     - No sé, tú eres de aquí, tú sabes mejor que yo lo que hay.
     - Tampoco es que yo salga mucho, anoche fue la primera vez que salí desde hace 3 meses, si no llega a ser por mi hermano y Aitana que insistieron. Bueno, y por ti también.
     - Que mono. Pero seguro que sabes de una burger o algo, ¿no?
      - Ahora que lo pienso si. Vamos al coche.
Volvimos a andar, ya que nos habíamos parado mientras veíamos a donde íbamos. Aún así, no se donde vamos a comer, o sea, que está muy bien eso.
Llegamos al coche y nos montamos, me puse mis gafas de sol, y él arrancó.