Capitán de vuelo: Señoras y señores, les avisamos que dentro de unos minutos realizaremos la maniobra de aterrizaje sobre el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Les rogamos que apaguen sus dispositivos móviles y que se abrochen los cinturones de seguridad.
Son las 8 de la mañana. Las 7 en Canarias. Una nueva vida me espera en Barcelona, lejos de mi gente, de mi familia, de mis amigos. Vengo aquí por estudios. Tengo plaza en una Escuela de Moda muy prestigiosa para hacer una carrera de Diseño.
Por suerte, tengo aquí a mi hermana Glenda, la cual vive aquí desde hace un año.
Cuando salí del avión, fui directo a coger el equipaje, no tardé mucho la verdad, ya que sólo llevo una maletita, porque todo lo demás me lo mandan mis padres desde Adeje, mi tierra.
Nada más salir por la puerta de desembarque, me encontré con mi hermana.
- ¡Ago! ¡Qué ganas tenía de volver a verte!- dijo mi hermana muy efusiva.
- ¡Y yo a ti!
Ahh, lo siento, se me olvidaba, me llamo Agoney, y a partir de ahora van a ser testigos de lo que me ocurra aquí en la ciudad Condal.
- Por aquí, el coche está en el tercer semisótano. ¿Y qué? ¿Qué tal todo por las islas?- preguntó Glenda mientras íbamos hacia el coche.
- Bien, mamá llorando porque me iba pero bueno. Nada extraño.
- ¿Y con Mario? ¿Has vuelto a saber de él o no?
- Se ha ido a Italia, a vivir con su nuevo novio.
- En fin. Aquí hay mucha gente, quizás alguna persona puede llamarte la atención.
- Glenda, ahora mismo no quiero pareja. Tras lo que he pasado, no pienso que nadie me vuelva a hacer daño.
- Te entiendo, pero tiempo al tiempo.
Lo había pasado muy mal. Mario, mi ex me había puesto los cuernos. Y pese a que yo tenía pruebas de ello, no dejaba de decirme que eso era mentira, que no me lo creyera y tal, hasta el punto de hacerme paranoias creyéndome lo que él me decía. Pero un día le pille liándose con otro. Y ahí dije basta. Pero el siguió con sus trece en hacerme creer que había sido una encerrona, que me quería y tal. Lo bloqueé en todas mis redes, y al día siguiente me encerró en un callejón y empezó a agredirme. A partir de ahí, no he sabido nada de él. Simplemente se que está en Milán, estudiando Derecho con el modelo italiano que tiene de "novio".
- ¿Ganas de ver a mis compañeros de piso?- Me dijo Glenda.
- Muchas, demasiadas.
- Ellos también tienen ganas de tenerte allí.
Mi hermana comparte piso con una compañera de trabajo y dos amigos de ella, los cuales han hecho muy buenas migas con Glenda. Los cuatro tienen casi la misma edad, y se lo pasan genial. Se llaman Ricky, Mimi y Nerea.
Íbamos por la autovía dirección Barcelona, y mi mente estaba empezando a pensar que quizás ha sido la mejor opción de mi vida, cambiar un poco de aires.
- Y a ti, ¿cómo te va?- le pregunté.
- Bueno, ajetreada. Por la mañana, voy a la facultad y por la tarde, al trabajo.
Mi hermana trabaja en una tienda de ropa. Gana lo justo para pagar su parte de los gastos de la casa, su carrera y sus gastos de salir de fiesta, alguna prenda de ropa, algún capricho...
Ahora mismo, está estudiando Periodismo en la Politécnica de Barcelona, junto con Nerea, su compañera de piso.
Se me hicieron cortos los kilómetros que separan el aeropuerto del piso de mi hermana.
Llegamos y aparcamos en la misma puerta.
- Vaya, esto si que es suerte. - dijo en un tono gracioso y sarcástico. - Normalmente suelo aparcar tres o cuatro calles más allá.
Abrí el maletero, cogí la maleta y la saqué del coche.
Mi hermana abrió la puerta del portal, entramos y nos dirigimos al ascensor.
- Glenda, ¿Y si subimos por las escaleras?
- Es el ático, y hay 9 pisos, ¿realmente quieres subir andando?
- Uy, mejor no, estoy demasiado cansado.
En ese momento, las puertas del ascensor se abrieron y entramos. Ella estaba preparando la llave del piso.
El ascensor se abrió en la última planta. Salimos y mi hermana abrió la puerta.
- ¡Chicos! ¡Ya estamos aquí! - dijo Glenda, con el fin de despertar a los demás.
En ese instante, un chico alto, moreno, con el pelo alborotado apareció por el pasillo.
- No grites. Estamos despiertos, bueno Mimi no. Pero da igual. ¡Hola! Yo soy Ricky, ¿tú debes de ser Agoney no?
- El mismo. Encantado. - saludé a Ricky con un abrazo, aunque no nos conocíamos de nada, pero el parece buena gente.
- Dame tu maleta, que te la llevo a la habitación. - Me dijo mi hermana.
En ese momento, Ricky me llevó a la cocina.
- Mira Agoney, ella es Nerea, otra compañera. Nerea, el es Agoney, el bro de Glenda.
- Hola, encantado. - dije un poco tímido. Nerea era bajita, rubia y muy guapa.
- Ay, ¡Hola! Yo soy Nerea. Que guapo eres.- dijo ella.
- ¡Nerea que es gay! - gritó mi hermana desde su habitación.
- ¡Chivata! - dije yo.
- ¿Tú también eres gay? ¡Que guay! Yo también lo soy. Pero tengo pareja, lo siento.- dijo Ricky.
En ese momento, Glenda apareció por la puerta.
- Glenda, si tú hermano es guapo se dice y punto tía.- dijo Nerea riéndose.
- Maricones, no gritéis zorras, que resaca por dios. - dijo una chica rubia, de estatura media.
- Buenos días a ti también Mimi. - dijo Ricky.
- Ricardito, Ricardito, no me toques el pepito desde tan temprano.- le respondió ella.
No pude aguantarme soltar una carcajada.
- Perdona, ¿tú eres...?- dijo Mimi señalándome con una galleta María.
- Agoney, el hermano de Glenda.- le respondí.
- Ahh, ¿tú eres el famoso Agoney?
- Supongo.
- A ver, que yo no soy así, pero es que cuando me levanto con resaca tengo muy mala follá. Yo soy Mimi, de Granada.
Nerea me empezó a enseñar la casa. Desde el salón, hasta el salón de juegos, pasando por las habitaciones, y el cuarto de baño, el cual era muy grande, al compás de todo el piso.
- Nosotros dormiremos aquí Ago. - dijo mi hermana.
- Te vas a quedar todo el curso, ¿no? - Me preguntó Ricky.
- Lo dudo, probablemente busque algún pisito para acomodarme allí. No lo sé.
- Agoney, Quédate aquí, hay espacio de sobra, y así estás con tu hermana y nos vamos de fiesta y todo. - dijo Nerea.
- Me lo pensaré.- le dije.
- Bueno, pues prepárate que nos vamos al gym. Ponte un chándal, Ago.- dijo Glenda.
- ¿Ahora?- le respondí un poco asombrado.
- Si, es que hay un gimnasio aquí al lado, y nos hicieron un bono de Máximo 8 personas durante un año por 400 euros. Y está súper bien el gimnasio. Hay varios tíos cachas.- Me contó Ricky.
- Lo dice porque él en vez de hacer deporte se dedica a mirar los culos de todos. Bueno, él y tu hermana.- apuntó Mimi. - Oye, vamos que Ana está saliendo de casa, y ella va rápido.
Mimi y Ricky salieron de la habitación y Glenda se quedó conmigo mientras me cambiaba.
- ¿Quién es Ana?- le pregunté.
- Es la novia de Mimi. A ver, novia, rollete mejor.
- ¿Mimi es...?
- Bisexual.- Me cortó Glenda.- Vamos Ago, te espero fuera.
A los dos minutos, salí con una mochila para el gym que me había dado Ricky.
- Ya estoy ready. -dije mientras llegaba al salón donde estaban esperándome.
- Pues let's go bitches- dijo Mimi.
ESTÁS LEYENDO
Walking away🏳️🌈💛💜
Hayran KurguCuando menos piensas en el amor, hay alguien que aparece en tu vida y vuelve a encender esa llama. {Por el Amor, por la Libertad y por la Visibilidad} 🏳️🌈💜💛 #Ragoney