Capítulo 7: INTERROGATORIO

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Raoul y yo subíamos por el ascensor hasta mi casa. Yo sacaba las llaves del piso. Glenda me va a matar, son casi las 12 de la noche y no he llegado aún.
El ascensor paró y la puerta se abrió. Raoul salió tras de mi.
- Bueno, muchas gracias por traerme Raoul. Eres un solete.
- JAJAJAJAJA no hay de que Ago. ¿Lo has pasado bien?
- Mucho.
Un silencio incómodo se instaló entre nosotros.
- ¿Quedamos otro día? ¿Y así nos conocemos mejor y eso?- propuso Raoul.
- Vale, perfecto. ¿Quedamos el viernes?
- Ya vamos hablando. - dijo mientras se volvía a meter en el ascensor.- ¡Hasta luego!
Me quedé cinco segundos mirando embobado a la puerta del ascensor. Después me giré, metí la llave y entré al piso.
No se cómo, pero al abrir me encontré con Ricky, Ana, Mimi, Glenda, Nerea y Aitana justo detrás de la puerta.
- Esto... ¿Hola? ¿Se puede saber que coño hacéis detrás de la puerta como cotillas de pueblo?- pregunté.
- ¿Nosotros? Nada- dijo Aitana, la cual se ruborizó enseguida.
Se fueron al salón conteniéndose la risa. Yo fui a mi habitación a dejar mi mochila y a ponerme el pijama.
Salí al salón y allí estaban ellos.
- ¿Y que? ¿Donde has estado? - Me preguntó Glenda.
- Fui a la Escola, entregué eso, me quedé a comer con Miriam que es una compañera de clase súper maja que he conocido hoy y después me acompañó al hospital a ver a Alvaro. Y ya, no mucho más la verdad.
- Claro, nada más. - dijo Glenda un poco irónica mientras los demás se aguantaban la risa.
- Agoney, ¿tienes hambre?- Me preguntó Ricky, lo que hizo que Ana y Nerea soltasen una carcajada.
- No, gracias, ya he cenado.- le contesté.
- ¿Dónde has cenado?- volvió a preguntar Glenda.
- Pues... - Mierda, no puedo decir lo de Raoul.- en un bar de la zona.
- ¿Solo?- preguntó Aitana.
- Emmm, si, bueno, no. ¿A que se viene tanta expectación por saber con quien he cenado?
- Mirame a los ojos y dime que no has cenado con mi primo.- dijo Aitana.
- Jajajaja no hombre.
- Confirmado, ¡Raoul y Agoney han cenado juntos! ¡Ricardito mis 20 eurazos que he ganado la apuesta!- dijo Mimi.
- ¡Una mierda! La apuesta iba con una segunda parte.- dijo Ricky mientras Mimi se lanzaba hacia el a hacerle cosquillas.
- Agoney, se sinceró, ¿donde habéis cenado? Conociendo a Raoul me extraña que vaya a un bar, salvo que sea por obligación.- dijo Nerea.
- En un McDonalds. Bueno, en verdad, allí hemos cogido la comida, y me ha llevado a un monte donde se veía la bahía.
Al decir eso, Glenda, que estaba bebiendo agua, tuvo que escupirla por la impresión supongo. Todos estaban ojipláticos mirándome.
- Ago, ¿sabes que Raoul... es gay, verdad?- Me preguntó Ricky.
- Si- dije mirando hacia el suelo.
- ¿Se te ha... lanzado?- dijo Ana, con una voz muy suave y pausada.
- Emmm... si.
- Mís 20 euros.- dijo Mimi a Ricky poniéndole esta una mano delante para que se los pusiese allí. Ricky los depositó un poco molesto.- Gracias Ricky, ha sido un placer ganarte, otra vez.
- ¡No vuelvo a apostar algo contigo nunca más Mimi!- dijo Ricky. Mimi le respondió lanzándole besos desde el otro sofá.
Empecé a contarle la historia. Ellos me desearon suerte y me desearon lo mejor para la relación.
Yo me fui a la cama, cogí el pijama y me fui al baño.
Me quité la ropa y me metí en la ducha. Sentía como los chorros de agua fría caían sobre mi cuerpo. En ese preciso instante, un Raoul desnudo entró en la ducha y empezó a besarme. Lento. Muy lento.
Su lengua jugaba con la mía. Ese jugueteo se combinaba con pequeños mordiscos en el labio. Empezó a besarme por el cuello. Mi cuerpo era un cúmulo de sensaciones placenteras que recorrían todo mi ser desde el cuello hasta las piernas.
Raoul empezó a bajar dando besos por todo el torso, poco a poco, iba bajando hacia llegar ahí.
Iba haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo poco a poco, yo gemía bajito, pero cada vez iba más rápido.
Era incapaz de callarme los gemidos provocados por un rubio experto.
Lástima que todo fuese un sueño. Mi hermana entró en el baño a hacer pis y me despertó.
Espero que ese sueño se haga realidad pronto. Ahora mismo solo deseo estar en su cama, abrazado a él, dándonos besos y comiendo comida basura.
Salí de la ducha y me sequé. Me puse el pijama y salí destino a la habitación. Todo estaba oscuro, ya se habían acostado todos. Todos, menos Nerea. Salía por la puerta cuando ella salía de la cocina.
- Hola Ago.
- Hola chiquitina. ¿Qué haces?
- He venido a coger una botella de agua, para así o despertar a Aiti por la noche.- Me respondió.
- ¿Se ha quedado a dormir? - le pregunté a ella.
- Si, es tarde y no quería ir a su casa sola.
- Pero, ¿si ella vive cinco plantas más abajo?
- Emm si, es una larga historia, que pronto te podré contar.
- Vale chiqui, buenas noches. Que descanses.- le dije dándole un beso en la frente de despedida ya que estaba delante de mi puerta.
Entré a mi cuarto y ahí estaba mi hermana, con el móvil, supongo que hablando por WhatsApp. Puse a cargar el mío y me acosté en mi cama.
- Ago, mañana hemos quedado con un amigo, no hagas planes.- Me dijo Glenda
     - ¿Quienes hemos quedado?
     - Tu, yo y Cristian.
     - ¿Cristian? ¿Quien es ese?
     - Ago, es mi novio.

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