Despedida de soltero.

Capítulo 23: Ya no te amo.

Todos los clientes se habían ido del cabaret. Kyle estaba limpiando las mesas. Clyde y Butters salieron de la oficina de Cartman. Ya no tenían puesto los vestidos, ni el maquillaje. 

- Nos vemos Kyle -dijo Butters.

- Nos vemos Butters -sonrió Kyle.

- Espera Butters -dijo Clyde-. El gordo tiene que pagarnos.

- ¿Todavía sigue en la oficina? -Dijo Kyle.

- Sí... -Dijo Clyde suspirando.

Cartman salió junto con Tweek.

- ¡Por fin terminas de cambiarte! -Le gritaba Cartman.

- ¡Perdón! ¡GHA! ¡Me dormí! -Dijo Tweek.

- Te descontaré por eso... -Dijo Cartman.

- ¡No! ¡GHA! ¡Por favor!

- Vamos Eric... -Dijo Kyle.

- Está bien, solo por esta vez -dijo Cartman.

- ¡Gracias! -Dijo Tweek.

- Por fin sales -dijo Clyde.

- ¡Fue culpa de Tweek! -Dijo Cartman.

Se acercó a sus empleados, sacando unos billetes de los bolsillos.

- Tomen -le dio el dinero a Tweek, Clyde y Butters.

- Gracias... -dijo Butters.

- ¡GHA! ¡Gracias! -Contestó Tweek agarrando los billetes.

- Clyde... -Dijo Cartman-. No te había visto usar esa chaqueta. Te disimula lo puta. Incluso pareces hetero.

- Es la chaqueta que usaba cuando jugaba al Rugby -dijo Clyde agarrando los billetes-. Podría hacerte una demostración, tackleandote. 

- ¡No lo harás, marica! -Gritó Cartman.

- No lo haré por respeto a Kyle -dijo Clyde.

- ¡Por mi pateale el culo! -Dijo Kyle.

- ¡Cállate judío! -Dijo Cartman molesto, luego miró a Clyde-. Vuelves a decirme eso y la mitad de esos billetes se irán.

- Bien... -Dijo Clyde frustrado.

- Vamos chicos ¡GHA! -Dijo Tweek abriendo la puerta.

Clyde, Butters y Tweek se fueron. Cartman cerró la puerta y suspiró.

- Así que quieres que me pateen el culo... -Le dijo Cartman a Kyle.

- Hace rato... Y lo sabes -le contestó el colorado.

- ¿Esa es tu manera de agradecerme? 

Cartman se acercó a Kyle, lo besó. Kyle se alejó rápidamente. Cartman frunció el ceño.

- Ve a cambiarte, ya nos vamos -dijo Cartman.

- Bien -le contestó Kyle.

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Kyle subió al auto de Cartman. Este arrancó.

- ¿Cómo te fue hoy? -Dijo Cartman.

- Pues, como siempre...

- Me dijeron que fueron muchos clientes.

- Sí... Estaba lleno. 

- ¿Sabes qué? Creo que Butters se está enamorando de Kenny ¡Ese hijo de puta! Si llega a terminar en el hospital, como Clyde, lo asesinaré.

- Te cagarías tu, menos dinero.

- Nos cagaríamos los dos, es nuestro dinero.

- ¿Nuestro? -Kyle rió-. Mi dinero, el dinero que tu me pagas, es gracias al bar y a mis clientes.