Despedida de soltero.

Capítulo 35: Paguen y váyanse.

Stan y Kyle estaban acostados en la habitación. Las lágrimas de Kyle habían cesado hace un tiempo. Kyle tenía la cabeza apoyada en el pecho de Stan, mientras este le acariciaba el cabello.

- Gracias por quedarte conmigo Stan... -Le dijo Kyle.

- No podía dejarte así. -Le contestó Stan.

- ¿Sabes? Soy un idiota, en parte te invité aquí porque quería joder a Eric, pero bueno, no funcionó. El ganó, como siempre... -Dijo Kyle suspirando.

- No ganará. -Dijo Stan-. Te prometo que te sacaré de aquí.

- Vamos Stan -rió Kyle-, es muy tierno de tu parte. Pero no puedes...

- Quiero intentarlo... -Dijo Stan.

Kyle se sentó en la cama, miró a Stan a los ojos.

- ¿Por qué eres tan amable conmigo? -Dijo Kyle.

- Porque... Me caes muy bien. -Stan se sentó a su lado-. Es agradable hablar contigo, y adoro cuando me escuchas hablar porque me miras a los ojos, y no muchas personas hacen eso...

- Oh, Stan...

Kyle acarició la mejilla de Stan. Este le sonrió. 

- Por cierto, no importa por qué razón fue, me gusta que me hayas invitado aquí... -Dijo Stan.

Kyle le sonrió y lo abrazó. Stan empezó a temblar un poco.

- Stan ¿estás bien?

Stan se separó de Kyle, lo miró a los ojos. Lo tomó suavemente a Kyle de sus mejillas. Lo acercó hacia él. Sus labios se estaban por tocar. Sin embargo tres golpes en la puerta hicieron que se alejaran.

- ¡¡Señor Stan!! -Gritó Cartman- ¡Solo reservó la habitación por una hora! ¡Debería haber salido hace cinco minutos! Apúrese o tendrá cargo extra...

Stan y Kyle se quedaron paralizados.

- ¡Ya vamos! -Gritó Kyle, frunciendo el ceño.

- ¡Le hablé a Stan, idiota! -Le volvió a gritar Cartman.

Stan se paró bastante nervioso y fue hacia la puerta, Kyle lo siguió.

- Hey... -Dijo Kyle riendo- ¿Qué fue eso que acaba de pasar?

- Eh... -Stan volvió a temblar-. No, no fue nada... Disculpa si te incomodé Kyle. 

- No, para nada...

Stan y Kyle se quedaron unos segundos en silencio. 

- ¿Puedo abrazarte? -Dijo Kyle.

Stan lo miró y lo abrazó. Muy fuerte. Prácticamente no podían pasar partículas entre ellos dos, de lo juntos que estaban.

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Ya casi no había clientes en el cabaret. Tweek y Craig seguían besándose en el sillón de siempre. Damien y Pip estaban en una esquina, también besándose. Token y Clyde en el bar, como ya casi no había clientes estaban tomando ellos, y se besaban de vez en cuando. Butters limpiaba las mesas, Kenny lo ayudaba.

- Muchas gracias por ayudarme, Kenny. -Dijo Butters.

- No hay de qué Butters. -Sonrió Kenny-. Por cierto ¿el cabaret está por cerrar?

- Creo que sí. -Dijo Butters.

- ¿A dónde irás luego? -Preguntó Kenny.

- A mi departamento, junto con Pip. -Respondió Butters- ¿Por qué?