Despedida de soltero.

Capítulo 103: El plan.

Clyde estaba afuera de la casa de Token, el cual sostenía la puerta mientras lo despedía.

- Nos vemos, Clyde. -Dijo Token.

- Nos vemos... -Sonrió Clyde.

Clyde comenzó a caminar, Token se quedó mirándolo. 

- ¡Espera! -Gritó Token.

- ¿Si? -Dijo Clyde.

- Bueno... -Token comenzó a rascarse la cabeza- ¿Qué pasará ahora?

- ¿Con qué?

- Con nosotros...

- Oh... -Clyde agachó la cabeza-. Sabes, si no hubiese sido por esta situación, en otro momento te habría gritado, dado una cacheta y escupido el ojo derecho... Y luego de un poco de alcohol se me hubiera pasado.

- ¿Quieres escupirme el ojo? -Dijo Token, riendo un poco.

- No, por ahora. -Sonrió Clyde-. Pero debo pensar muchas cosas Token, y creo que tu también.

- Sí... -Suspiró Token.

- ¿Dónde está tu novia ahora?

- Se fue de viaje a Hawaii con sus amigas, Wendy y las demás...

- Oh, ¿es amiga de Bebe?

- Sí. -Dijo Token-. Volverá dentro de dos semanas, para la boda de Stan.

- Ya veo. -Clyde suspiró- ¿Tu quieres seguir con ella?

- Eh... Yo... -Token agachó la cabeza-. No lo sé.

- Entonces decídete, y luego dime que quieres. 

- ¿Tu que quieres?

Clyde se sonrojó un poco.

- En estos momentos, unos tacos. -Rió Clyde.

- Ay, vamos Clyde...

Clyde subió los hombros.

- Yo quiero ser feliz, Token. -Dijo Clyde.

- Tu te mereces serlo... -Sonrió Token- ¿Prefieres que no nos veamos? Digo, esta noche los chicos irán al cabaret y no sé si eso te incomodaría...

- No, tranquilo. -Dijo Clyde-. Quiero pensar las cosas, pero no quiero dejar de verte. Me debes un partido de baloncesto, ¿lo recuerdas?

- Sí. -Rió Token-. Te ganaré.

- Ya veremos. -Rió Clyde, y le extendió la mano a Token- ¿Amigos?

A Token se le borró la sonrisa por unos segundos. "Está bien, me lo merezco.", pensó. Le volvió a sonreír y le estrechó la mano.

- Amigos. -Sonrió Token.

- Bien, nos vemos esta noche en el cabaret. -Sonrió Clyde.

- Sí, nos vemos ahí. -Dijo Token.

Token y Clyde se miraron por unos segundos. Ambos querían acercarse y darse un abrazo pero, debido a la situación, Clyde le sonrió una vez más y comenzó a irse. Token, una vez que no vio más a Clyde, cerró la puerta. Se recostó de espaldas en ella y comenzó a llorar.

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Craig estaba acostado en su cama. Llamaba a su hermana, mientras acariciaba el cabello de Tweek, el cual estaba acostado en su pecho.

- Vamos, contesta... -Decía Craig.

- ¡GHA! Ya lo hará. -Dijo Tweek.

- Es la quinta vez que la llamo en el día.