Capítulo 24: Mi pequeño infierno.

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Damien abrió la puerta de su departamento, Pip pasó primero.

- Bienvenido a mi pequeño infierno -le dijo Damien.

Pip lo empezó a observar. Era muy chico. Literalmente era una sala con una mesa, un televisor, un armario y una cama. Había ropa tirada en el piso y platos sucios en la mesa. Damien cerró la puerta, Pip lo miró.

- ¿Qué quieres hacer ahora? -Preguntó Pip

- Dormir -le dijo Damien, pasando y acostándose en la cama.

- ¿De verdad? -Dijo Pip extrañado-. Disculpa, pensé que querías...

- Ya no -dijo Damien mirando al rubio-. Pero ven aquí.

Pip se arrimó a la cama. Se acostó junto con Damien.

- Tu departamento está muy desordenado -dijo Pip.

- ¡Pues límpialo si quieres! -Contestó Damien riendo.

- Oh ¿para eso me trajiste aquí?

- ¿¿Qué?? -Dijo Damien-. No, quería, ya sabes...

- ¿Estar conmigo?

- Sí, eso -Damien suspiró.

- Así que... ¿Vas a pagar solo para dormir conmigo? -Dijo Pip.

- No hagas que me arrepienta.

Damien lo abrazó. Pip sonrió y le devolvió el abrazo. Damien lo miró a la cara y lo besó.

- Sinceramente, me molestaría hacerlo contigo ahora -dijo Damien.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Hace poco estuviste con un idiota... Eso me molesta.

- Oh, pero era un idiota -dijo Pip-. No me gustó estar con él. En general no me siento cómodo estando con un cliente.

- Ah... -Dijo Damien.

- Pero ya te dije que tu eres una excepción -sonrió Pip.

- Quisiera ser la única excepción -refunfuñó Damien.

- Fuiste mi mejor cliente -dijo Pip.

- Ese título me gusta más -sonrió Damien.

Pip apoyó su cabeza en el pecho de Damien. Este empezó a acariciar su cabello.

- Buenas noches -le dijo Pip, sonriendo y cerrando los ojos.

- Adiós -le contestó Damien.

"¿Qué estoy haciendo?", se preguntó Damien. "Hace menos 3 días lo conozco, es hombre y ahora estoy..." Damien dejó de acariciar a Pip. Cerró los ojos. Lo abrazó fuerte. "Maldito inglés marica" pensó.

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Stan miró su celular, Kyle le había respondido. Había llegado a su departamento hace una hora, ya eran más de las 7 de la mañana y no podía dormir. Tenía que despertar temprano, para buscar su traje con Wendy. Quería hablar con Kyle pero supuso que ya estaba dormido ¿Cuándo lo vería otra vez? ¿Lo vería otra vez? El cabaret abría el jueves. Sin embargo él quería estar ahí, en ese momento. Pero ahora no tenía excusa para volver, ya no era su despedida de soltero, ni la segunda. Debía enfrentar la realidad. En dos semanas Wendy y él estarían casados. Quería ir a su heladera y buscar una cerveza, pero le había prometido a Wendy dejar el alcohol. A Kyle también le había dicho que no tomaría tanto... Pero ¿qué importaba Kyle? Cada vez que trataba de pensar en Wendy se confundía. Ella se volvía pelirroja, con pecas y un traje de mucama. Ya no era Wendy. Stan tomó su celular y le mandó un mensaje a Kyle. 

Stan: Gracias por agendarme :) 

Mandó el mensaje. Pasaron unos minutos y Kyle no le contestaba. Además ¿qué le iba a responder? No sabía que preguntarle, y a la vez quería hacerle tantas preguntas. Dejó el teléfono a un lado. Se acostó, cerró los ojos y se durmió. 

Stan abrió los ojos y fue hacia el comedor. Kyle estaba sentado en una silla, tomando café. Stan se sorprendió. Sin embargo no pudo evitar sonreír.

- Kyle... -Dijo Stan- ¿Qué haces aquí?

- Vi tu mensaje. Vine a buscarte...

Kyle dejó su café en la mesa y se acercó a Stan.

- Stan, ven conmigo -le decía Kyle colocando sus brazos alrededor de su cuello-. Ya no amas a Wendy, lo sabes...

- No puedo hacerlo Kyle... -Dijo Stan apenado.

- Pero te gustaría ¿No? -Sonrió Kyle, Stan se quedó callado-. Vamos Stany, hazme el amor...

Stan miró a Kyle a los ojos, el pelirrojo le estaba sonriendo. No resistió. Tomó su cara y lo besó, apasionadamente. Se acostaron en la cama. Stan empezó a sacarle las ropas a Kyle. Su piel era suave y brillante. Kyle le rompió la remera a Stan, pero a este no le importó. Se sentía tan feliz acariciando al colorado, que lo miraba y besaba en el cuello. Kyle solo estaba en ropa interior. Se levantó de la cama. Stan lo miró extrañado.

- Se que estuviste mirando mucho aquí atrás... -Le dijo Kyle poniéndose de espaldas a Stan y agarrando su trasero- ¿Quieres verlo mejor?

- Si... -Le dijo Stan.

Kyle agarró sus boxers, pero antes de bajarlo, se empezaron a escuchar golpes que hicieron que Kyle se detuviera. 

Stan despertó gracias a los repetidos golpes en la puerta y gritos que daba Wendy.

- ¡Stany! ¿Estás ahí? -Gritaba Wendy- ¡Contesta por favor!

Stan se levantó. Agarró y miró su teléfono. Ya eran las 4 de la tarde. 

- Mierda... -Dijo Stan.

Fue corriendo hacia la puerta. Le abrió a Wendy.

- Hola amor, disculpa, estaba durmiendo.

- ¡Stany! -Le dijo Wendy con una sonrisa de oreja a oreja.

Wendy lo abrazó muy emocionada. Stan le siguió el abrazo por costumbre. Wendy intentó besarlo pero Stan corrió la cara. Ella lo miró extrañado.

- Disculpa amor -dijo Stan-, ya sabes tengo aliento matutino.

- ¡Oh que considerado! -Rió Wendy-. Ay amor ¡Me preocupé tanto! Disculpa, te deje muchas llamadas en tu celular. Quería avisarte que venía a buscarte, tenía miedo de que no lleguemos a ver los traj...

- Tranquila Wendy... -Le dijo Stan suspirando-. No es tu culpa, me quedé hasta tarde con los chicos y bueno...

- Lo supuse -rió Wendy-. Si quieres dejo que te bañes y vamos a buscar el traje.

- Si, claro... 

Wendy pasó al departamento de Stan. Lo miró.

- Stany, está muy sucio...

- Sí lo sé -dijo Stan suspirando-. Lo siento.

- Yo se que vas a cambiar pronto -rió Wendy.

- Si, seguramente cambie... -Dijo Stan.

- Oye Stan... -Dijo Wendy acercándose a él- ¿No quieres que me bañe contigo?

- Ehh... Pero Wendy, vamos a tardar mucho -dijo Stan algo nervioso.

- Mmm... Tienes razón. Me alegra tanto que te preocupes por esto -Wendy lo abrazó nuevamente.

- Sí, por supuesto que me preocupa -dijo Stan.

- En fin, ve a bañarte. Te espero aquí...

Stan le sonrió, se dio la vuelta y suspiró. "No puedo hacer nada" pensó.  

Despedida de soltero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora