Mascota.

12.3K 659 138
                                    

Peter Parker.

¿Acaso debo ser agradecido? ¿Acaso debo agradecer a la vida por sacarme del infierno de la familia Daimons? ¿Acaso debo agradecer a Odín por permitirme la salvación? ¿Acaso debo agradecer a aquel hombre que me tapa la boca, me amarra y me lleva a su casa como un animal? ¿Debo ser agradecido por ser su mascota?

Camino tranquilamente por las calles de Manhattan, Brandon de nuevo me deja a la deriva, no me lleva a casa como el señor Alan le ha acatado y me hace volver a pie a la mansión en la que habitan. Puedo oler el aroma de la libertad por unos minutos que espero que sean eternos pero realmente ¿Qué puedo esperar luego de toda la humillación?

Las grandes manos con un pañuelo atacan mi nariz y boca, forcejeo, pataleo, golpeo, gimo de dolor y desesperación pues el líquido hace su trabajo desmayándome en un lapso de siete minutos.

Cuando despierto, me hayo rodeado de un matiz viejo y sucio gris, un anciano de unos sesenta años está sonriéndome como si fuera un animal que necesita ser adoptado.

Puedo sentir sus manos arrancarme la cara vestimenta de la preparatoria, dejando ver mis pezones rosados e hinchados de tanto uso, éste sonríe de lado y sin más se apodera de ellos. Con sus manos baja mis pantalones y manosea lo que obviamente ya no tiene pureza. Su lengua baja desde los pezones hasta mi abdomen, luego mi ombligo, pelvis, muslos en lo interno y externo, da unas pequeñas mordidas en las últimas dos áreas, luego se encarga de chupar mi miembro, mi entrada, prácticamente toma todo de mi cuerpo y se lo permito. ¿Para qué proteger algo que ya estaba completamente roto?

Su corazón ya no existe, está jodido, está roto.

El hombre mayor me penetra con fuerza, no importa ya de todas formas, no importa cuánto luche por querer sonreír o ser feliz, mi mente recuerda lo malo que es intentar serlo pues la vida le señala que es peligroso intentar ser feliz, sonreír y ser un buen chico.

"Gatito..."

El ronco gemido del mayor me hace saber que pronto terminará, no mi guerra, sino una batalla más.

Con el tiempo me vuelvo obediente y manso, me amarra al tubo de la cocina dejando una colcha para que duerma, me deja una caja de arena y deliciosa comida en el plato. Al trayecto de esto me pregunto: ¿Cómo puedo ser una mejor mascota?

Mi mente está fallando ante la realidad, el amo me desamarra, intento escapar y soy castigado. Lo merezco, traicioné al amo, quise huir de la mano que él me tendió, debo ser agradecido y complacerlo. Como ya estoy acostumbrado camino de a cuatro y subo al sillón en el que el amo molesto está mirándome, solo puedo darle la mejor cara de gato regañado. Él sonríe y me abraza, me siento tan bien como hace tiempo no me siento.

"Meow."

Ronroneo, el me besa y le devuelvo el beso. ¿En qué me estoy convirtiendo? ¿Soy una chica? ¿Soy un gato? ¿Soy un Cumdump? ¿Qué carajos soy?

El amo toma mis caderas, con mis débiles brazos lo rodeo de los hombros, ronroneo mientras lo beso con fuerza y necesidad. Hace tiempo que el amo no me toca, me siento solo. No sé en qué fecha estamos, no sé si ya paso de los dieciséis pero algo tengo claro quiero hacer feliz al amo.

Él con sutileza se baja sus pantalones de casa, pone dos dedos en mi boca y los chupo como chupo las paletas con las que a veces me consentía y me los otorga como premio que como buena mascota me gano. Esos mismos dedos entran a mi cuerpo y jadeo complacido.

¿En qué momento me es completamente vital ser jodido de ésta forma? No lo sé. El amo introduce bruscamente los dedos hacia mi próstata y yo maúllo alto y gimo cuando me corro en su abdomen gordo, velludo y desnudo. No me siento mal, me siento feliz de que el amo ya no esté enojado conmigo por intentar escapar de sus bondadosas manos.

Toma mis caderas y me acomodo sobre su miembro y así me siento sobre él, después del tiempo de celibato obligado que me hizo pasar el amo, sentirme tan lleno provoca una sonrisa en mis labios, la fuerza contra mi vientre hace que mi cuerpo reaccione complacido.

"Gatito bueno, gatito quiere azotes."

Siento cómo dentro de mí se hincha, se corre mientras azota mi trasero. Se siente tan bien que asiento ante sus proclamaciones cayendo exhausto en sus brazos. Me da de su leche que me llena, me da de su amor que me reconforta, me siento feliz de satisfacer al amo. Su calor se aleja y replico, hay gritos y un tiroteo, me toman en brazos y forcejeo. Me quieren alejar de mi amo. No quiero, quiero quedarme con él, yo... Reacciono a la realidad.

"Tranquilo Peter, te tenemos."

Lo rescatan de su prisión personal.

Ser una jodida mascota.

Una escoria.

✔ Oh, Papi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora