Nadie era digno, solo él es digno de todo de mi esplendor.
Solo a él le pertenezco.
Aclaraciones
+Hay múltiples violaciones, humillaciones, golpes y desgracias hacia Peter.
+Los personajes no son mios son totalmente de Stan Lee.
+La historia tiene t...
Camino por el centro comercial que parece algo elegante, miro la diversidad de Boutique's que llena el lugar, me encamino a ver una tienda que llama mi atención. Todo es de un hermoso color rosado, azul, amarillo, verde pastel, desde vestidos, pantalones de mezclilla, pantalones cortos. Miro con inseguridad lo que más me gusta, los zapatos, ropa tan linda y esponjosa.
"¿Ocurre algo, Bebé?" Muerdo mi labio inferior mirando alrededor, la gente nos mira con ojos juzgadores.
"No puedo pedir lo que me gusta." El mayor me mira desconcertado, yo hago una mueca y me remuevo incómodo. Lo miro con la cara más amable posible.
"¿Por qué no?" Toma mi hombro y me acaricia éste, yo me estremezco, aun no me acostumbro a éste tipo de acercamiento.
"Porque no soy una niña." Bajo la mirada avergonzado. "Me gustan los hermosos los patoles, los pantalones cortos me gustan e incluso me gustan los tacones. Pero los chicos no deben ser bonitos, deben ser... guapos, no adorables."
"Eso no es verdad." El suspiro de alivio del mayor me hace dudar. "Claro que puedes usarlo si te gusta, aunque la sociedad te diga lo que te diga solo tú sabes quién eres." Me abraza contra su pecho y yo me escondo en él.
"Pero... ¿No importa si parezco una niña, Papi?" Lo rodeo con mis brazos por la cintura.
"Uses lo que uses serás mi niño consentido. Solo que te harás más hermoso de lo que ya eres."
Yo desorientado pero feliz entro a la primera Boutique que es una donde venden vestidos de alta calidad, la mayoría de las cosas están hechas de seda y algodón al cien por ciento.
"¿Puedo ayudarles en algo?" Una chica rubia más o menos de mi edad se acerca a mí con un semblante amable.
"Ah... yo." Trago saliva avergonzado.
"Quiero los vestidos más lindos y adorables para mi pequeño aquí." La mano de Papi se posa en mi hombro apoyándome, la chica sonríe maravillada. Yo solo puedo sonrojarme.
"Eres valiente, pequeño." Dice la chica. "No muchos chicos como tú con buen gusto vienen." Me guiña el ojo. "Tranquilo Señor Stark le daré el mejor servicio a su pequeño."
Luego de un rato la chica me da señal que salga, niego. Me veo ridículo.
"Petit, Papi quiere verte." Me sonrojo, lo dice en público.
"Pero P-papi." Reniego. "Me veo ridículo."
"Tu jamás te verás ridículo." Menciona divertido. "Menos con tu cuerpo, ahora sal. Es una orden." Mi piel se eriza y frunzo los labios saliendo. Tengo puesto un vestido de seda que me queda hasta las rodillas, la chica se ha encargado de usar un poco de maquillaje sobre mí y conseguirme una peluca.
"Mierda..." Menciona un Papi muy extasiado.
"Me veo ridículo."
"Peter, hoy no te sales de mi habitación."
Espera, ¿Qué? Los brazos del mayor me cargan como tipo novia cuando recién se casan.
"Espera Papi." Me quejo. "La ropa." Hago un puchero. "La quiero." El mayor me mira complacido por mi forma tan caprichosa de pedirlo.
"Karen, ya sabes dónde mandar la ropa cariño."
La chica rubia asiente metiendo miles de vestidos en la caja color café. Papi solo me carga hasta el auto y arranca. ¿Cómo será Papi cuando me toque? ¿Será dulce? ¿Le importará no dañarme?
Solo sé que me hace feliz saber que Papi le gusta que use ropa linda.
El vestido que estaba usando Peter es el que trae puesto Sebastian Elvira.
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