Estudio.

10.5K 673 66
                                    

Anthony Stark.

"¿A qué te refieres con qué Peter no ha estudiado?" La mirada que ya tanto conoce aparece, como la que me hace pasar largas jaquecas, tanto dentro y fuera de nuestra pasada relación.

"Peter es un chico que sufrió bastante y..." La rubia me mira acusadora. "¿Qué?"

"Te gusta." Toso levemente y ella sonríe arrogante. "No te interesaría tanto si no fuera así. El niño te gusta, Dios Tony no sabía que eras pederasta."

"No soy pederasta, ¿Bien?" Me froto la cara con mis manos.

Pepper ha entrado sin consulta a mi oficina en Stark Industries de nuevo por el caso del menor de edad que quiero tomar como tutor, quiero hacerme cargo de él y que nadie lo lastime. No de nuevo. Ya han pasado aproximadamente dos semanas desde que Peter está en mi casa y es un milagro que Pepper no se haya enterado hasta éste momento, al parecer la gran cantidad gastada en la boutique le llamó la atención pero estaba demasiado ocupada como para tratar mis problemas.

"Ajá..." Exasperada rueda sus ojos, cruza sus piernas, pone sus manos sobre sus rodillas mostrando el anillo reluciente. "Recuerdo bien que cuando le pedí matrimonio a Michelle me reprendiste."

"No soy perfecto, Potts."

Admito que fue mi error juzgar erróneamente a Pepper pero ¿Me pueden culpar? Siempre actúa como si todos estuvieran mal y ella es perfecta o bueno, hasta que Michelle Jones llega a si vida y así supo lo que es que te arruinen tu perfecto plan de vida. Al principio dude de los sentimientos de la rubia ya que ella no se ha mostrado atraída por su mismo sexo antes, jamás; si siendo su ex-prometido que no lo sabré yo.

"Eso lo sé bien, Stark." Sonríe de lado a lado. "También sé que te conozco lo suficiente como para saber que en el momento que lo viste tus pantalones parecían más apretados."

"¡Maldición Pepper! Haces que suene como un jodido pedófilo." Protesto. "Sabes que yo voy a ese tipo de lugares a ayudar a los jóvenes que tuvieron mala suerte y así encontrarles un lugar adecuado."

"Lo sé. Bueno, regresemos al hecho de ser su tutor legal, hacer que recupere esos años de educación perdida pues como dices que tiene un IQ muy alto no será difícil." Suspiro aliviado, aunque demasiado tarde. "Pero la tía Pepper hará una cita doble con mi linda MJ, Peter, tú y yo. Quiero saber que no te aprovechas de él, no es que dude de ti pero vamos... eres un idiota."

"Gracias por el voto de Fe." Menciono con sarcasmo. "Supongo que bien, este viernes. Así le decimos a MJ si puede ayudarlo con la complementación de inscripción en Midtown."

La rubia asiente satisfecha retirándose del lugar, lleva unas cuantas horas lejos del chico y me estoy volviendo loco. Cuando fuimos de compras no pude evitar emocionarme, era tan hermoso con ese vestido blanco que hacía resaltar sus ojos y cabellos castaños de la forma más preciosa que había visto, como el maquillaje resaltó cada poro de su bella cara y no terminaba por verse como una chica pues sus delicados hombros y fuerte mandíbula era un recordatorio para mí de que es un chico y eso, era algo que valdría la pena.

La vez que lo miré en ese deplorable lugar me dieron unas increíbles ganas de matar a cualquiera que se interpusiera para llevarse al bello joven de la blanca piel, no me importó lo que seguramente haya pasado en su vieja vida pero de algo estaba seguro y era que le daría el mejor de los lujos para hacerlo sentir como en casa, con familia, con amor, con alguien al cual si le importaba. Peter era un chico dulce a pesar de lo que todos decían, Peter podía tener sus etapas de renegar pero es normal después de haber pasado por algo tan horrible como la violación, lo peor es que no fue una vez y eso manchó mi consciencia de ¿Por qué no estuve ahí? ¿Por qué no llegué antes a salvarlo de esos infelices? No importaba ya porque a pesar de la tardanza llegué y ahora nadie lo alejará de mí, ni Peter mismo, él ya no tenía opción. Es mío y no dejaré que nadie se atreviera a tocarlo.

Ni yo me he atrevido a tocarlo, no quiero asustarlo de ninguna forma, no quiero que piense que solo lo quiero para eso y aunque el pequeño se me ha insinuado no quiero llegar a herirlo con mi estupidez, eso es algo que no me voy a permitir. Dañarlo. No me mal entiendan, realmente amo su cuerpo, es decir, es jodidamente perfecto, tan tonificado pero curveado y eso me vuelve loco en las noches cuando se pega demasiado a mí, cuando me busca para protegerlo de aquellas terribles pesadillas, ahí es cuando le beso en la frente y lo abrazo con fuerza. ¿Cómo un chico de 16 me volvió tan vulnerable en tan poco tiempo?

"Señor." La voz de Friday resuena en la habitación.

"¿Qué pasa, linda?" Mi mirada está en los papeles frente de mí.

"El joven Parker pregunta por usted."

"Ponlo en línea cariño."

'Conexión Estable.'

Respiro hondo, dejo las hojas en la mesa y miro como la pantalla de la video llamada se extiende por la habitación.

"Papi." Las mejillas del chico están rojas.

"¿Ocurre algo, Bebé?" Digo confundido por su jadeante voz.

"Tío Rhody es malo, es muy rudo con mi entrenamiento." Infla sus preciosos cachetes y sus labios forman un adorable puchero.

"Él hace un favor para que sepas defenderte si alguien te molesta, cariño." Me río por lo infantil que podía ser. "Hable con una amiga sobre lo de tu estudio."

"¿Estudiaré?" La voz feliz del chico suena por mis oídos. "¡Gracias Papi!"

"Sobre eso... ella y su prometida quieren conocerte." Sonrío. "Sé que te dije que en público también me llamarás así pero con ella es diferente, dime como gustes frente a ella." El inclina su cabeza confundido.

"Pero a mí me gusta llamarte así, Papi."

"Eres una bola de adorabilidad cariño, sigue así y harás que Papi se sobrepase contigo."

"A mí no me molesta, Papi puede tocarme." El menor sonríe como nunca, de una manera sincera. "Después de todo soy de Papi y de nadie más."

Mierda...

"Supongo que hablaremos del tema en casa, Petit."

"Te amo, papi." Se despide.

"Adiós, Bebé. Te amo más."

'Conexión interrumpida.'

Estoy al borde de la locura y me da miedo lastimarlo en el proceso.















Petit: Pequeño.

✔ Oh, Papi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora