Mientras que corría hacia la habitación rememoró todo lo que había pasado ese mismo día, sintiendo un odio demasiado intenso hacia esos nuevos estudiantes procedentes del mar. Por ejemplo, cuando se despertó por la mañana, sólo se encontró una nota de su compañero de habitación diciendo que hoy llegaban los tritones y que quería ser el primero en verlos. Aquello le pareció una tontería, pero era Wooseok de quien hablaba... No podía esperar mucho más de aquel chiquillo lleno de energía.
Después, con energía renovada fue a la habitación de su novio. Jungkook, tenía muchas ganas de verlo, como todos los días. Él estaba tan seguro de que él era el elegido por la Luna para él, pero el lobo se negaba a afirmar aquella idea que estaba asentada en su cabeza. Aunque el castaño creyese que no se percataba cada vez que cambiaba de tema cuando lo mencionaba... Sin embargo, lo que se encontró no pudo desagradarle más. Su novio tenía a uno de esos tritones en la habitación como compañero; un joven de cabellos rubios y ojos azules que sonreía de una manera muy extraña... No le gustaba que alguien tan guapo estuviese tan cerca de su chico.
Sobre todo cuando entró encontrando a su novio todo sonrojado y perdiéndose cada dos por tres en ese delgado cuerpo de piel morena.
Tras eso, había decidido visitar a su mejor amigo. Llevaban bastante sin tener tiempo para los dos, y la verdad es que se sentía inmensamente mal por descuidar así a la primera persona que habló con él cuando llegó al internado. Tampoco le gustó encontrarse con el tonto de Jung Hoseok en la habitación de este. Ni más tarde descubrir que no sólo fue su novio el que tenía un nuevo compañero tritón sino que también era el caso de Bambam. Pese a que en un momento pensó que aquello no importaba, que nada se podría interponer entre ellos tres... Cuando el respiro había llegado a él con ese "su prometido" que había salido de los labios del peligris, le había entregado una paz desconocida. Porque el tritón no le robaría a Bambam, ni el otro a su lobo. SU lobo.
Quizás se había hecho ilusiones demasiado rápido, ahora se encontraba pagando un precio muy alto mientras corría hacia la habitación de su novio. ¿Por qué sentía que no estaba bien dejar a su novio sólo con el tritón? Debía de ser ese sentimiento que tienen los compañeros. Pero entonces... ¿por qué había mayor inseguridad en él al pensar que Bambam estaba con otro hombre (y vaya hombre) solo en su habitación? Quiso llorar ante el caos que se había formado en su cabeza.
En lugar de eso, simplemente llamó a la puerta de su novio repetidas veces hasta que aquel chico de cabellos rubios le abrió la puerta.
- Hola, tú estabas aquí antes - dijo con una gran sonrisa cuadrada, que a Yugyeom le dio más asco que ternura. Había empezado a odiar a la raza -. Me llamo Taehyung, soy el príncipe de los tritones.
- Qué bien - ironizó mientras trataba de mirar por encima de su hombro.
- Ahora es cuando te toca presentarte - soltó una risilla.
- Soy el novio de tu compañero de habitación.
El chico frente a él ladeó un poco la cabeza, como si no entendiese las palabras que acababa de decir. Cuando estaba a punto de gritárselas nuevamente, o acusarlo de poner en duda la relación entre ambos, el chico volvió a reír.
- Vamos, ¿cómo te llamas? No te puedo ir llamando novio de mi compañero de habitación por la escuela.
Vale, eso tenía sentido. Y cabreó incluso más al chico de cabellos azabaches.
- Me llamo Yugyeom. ¿Dónde está Jungkook?
Nuevamente el chico puso una expresión confusa en su cara, y por un momento, quiso gritarle de vuelta. ¿Es que acaso estaba intentando sacarlo de quicio? Porque si era así, lo estaba consiguiendo.
- ¿Quién es Jungkook?
- Me estás jodiendo, ¿en serio?
El rubio asintió algo cohibido. Él había pensado que en aquella escuela todos serían agradables, como almas muy libres y alegres que coexistían en un mismo espacio. Quizás había pintado el lugar demasiado bien para como realmente era. Él no sabía quién era Jungkook, tampoco sabía el porqué aquel chico de aspecto sofisticado lo estaba tratando tan mal... A Taehyung nunca nadie le había tratado así, todo el mundo en el mar había decidido mimarlo y protegerlo debido a su inocencia y a su bondad.
- No sé quién es Jungkook, lo siento.
- Tu compañero de cuarto. Mi novio. ¿Dónde está?
El rubio se llevó una mano al mentón tratando de recordar las palabras que le había dicho aquel chico de cabellos chocolates antes de irse... Pero su mente estaba completamente en blanco.
Y la espera parecía estar acabando con la poca racionalidad que le quedaba al joven alto frente a él.
- ¡Yugyeom! - habló una tercera voz antes de que él pudiera atacar al tritón - Lo están incomodando, ¿qué te pasa?
- ¡Kookie! - dijo y fue a colgarse de su cuello, pero el castaño no se lo permitió, con una mueca incómoda ante el contacto - ¿Dónde estabas? - el dragón había preferido ignorar aquella clara señal de que algo andaba mal.
Todo el mundo podía tener malos días. Eso no significaba nada en concreto.
Además, ellos dos seguro que estaban destinados.
- Estaba haciendo ejercicio como siempre - habló mirándolo directamente. Yugyeom había decidido aprenderse su horario, lo cual iba en contra de la pregunta que acababa de hacerle -. Te ves alterado, y lo estás alterando a él. Y apestáis - añadió.
El tritón hizo un mohín triste al saber que posiblemente su presencia no sólo incomodaba sino que sobraba completamente. Él sólo quería hacer amigos, pero sabía que en ese momento debía irse de ahí antes de escuchar cualquier otra recriminación contra su persona.
- ¡Hey! Seguro que no huelo tan mal, pequeño lobito - le dijo con una sonrisa mientras se acercaba a él juguetonamente.
- Bueno... Se puede vivir con tu olor - contestó con las comisuras de sus labios levemente inclinadas.
- ¿Sabes quién debería usar la ducha? - preguntó mientras se acercaba al otro, que trató de alejarse discretamente - Tú. Hueles realmente a queso.
Ambos estallaron en unas leves risas, a fin de cuenta, antes que pareja eran amigos. Y al igual que Jungkook nunca dejó de burlarse acerca de los olores de sus amigos, sobre todos cuando estos gritaban como se sentían. Yugyeom tampoco se callaba cuando su novio se unía a ellos después de hacer ejercicio. El hombre lobo realmente alcanzaba olores muy asquerosos.
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Frozen Electricity -- YugBam -- [Beautiful Creatures II]
FantasyNorthewen es una institución alejada de todos los pueblos de Corea del Sur, perdida en el centro de la nada, rodeada por una inmensidad de árboles que la oculta de la vista de los curiosos. Allí hay bellas criaturas, dañinas y temibles, pero bellas...