Raro

Capítulo IX

Inserte música cultural y una voz refinada y pedante, mientras lees esto:

Es una verdad generalmente conocida que un fanficker entre en hiatus de vez en cuando. Aunque los motivos sean diversos y las circunstancias no fueran las mismas, la razón y esto lo define la Real Academia de la lengua española y de la cual he tomado como referencia, es que principalmente el fanficker es un flojo descarado que se pasa el tiempo viendo momazos, paseando por YouTube viendo videos ramdom y en general no haciendo nada productivo en su vida, sino pregúntenmelo a mí.

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Capítulo IX:

PRIMER INTENTO DE DECLARACIÓN

O cómo no andaba muerta, andaba de parranda

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Al escuchar el alboroto dentro de la casa, Hinata regresó a la fiesta siendo seguida por Naruto, sin preocuparse por pisar a Sai en el proceso.

Cuando ingresaron de nuevo a la fiesta, una silla apareció zumbando por sus cabezas.

—¡Abajo! —exclamó Naruto, protegiendo a Hinata; antes que la silla les volará la cabeza, literalmente.

—¿Q-qué fue eso? —preguntó Hinata sin entender.

—Creo que era un SVNI —dijo Naruto, mirando alrededor por si otro objeto aparecía en su campo de visión, pero ante la mirada confusa de Hinata, añadió: —una silla voladora no identificada —se rascó el cabello—. Es una palabra que inventé, ttebayo —dijo avergonzado.

¡Que idiota! ¿Por qué mejor no cerraba la boca, se ponía un costal en la cabeza y...?

—Entiendo. Yo a veces hago lo mismo —sonrió Hinata dulcemente, más para seguirle la corriente y hacerlo sentir bien que cualquier otro motivo.

...Y compraba los jodidos anillos de boda, planeaba donde vivirían, preferentemente lejos, muy lejos del viejo Hyuga y cuántos hijos tendría con Hinata. Joder, que Hinata era un ángel y él era un maldito suertudo por enamorarse de aquella bella chica.

—¡Ay qué bonito! —Se burló Kurama en su interior— te sigue en tus tonterías. Si eso no es amor, yo no sé lo que es.

—¡Cállate, Kurama, ttebayo! —gruñó Naruto.

Se sonrieron y siguieron caminando, adentrándose a la fiesta y buscando el epicentro del desastre, con cuidado de no ser heridos por otro SVNI, o algún otro objeto no identificado.

—Pobre Hanabi, se sentirá muy triste de cómo ha resultado ser su fiesta de cumpleaños —comentó Hinata, viendo el desastre en el que estaba su casa. Puede que Hanabi se mostrará todo el tiempo como una muchacha seria y mantuviera sus sentimientos ocultos para que no considerarán débil en el can pero Hinata sabía que ella una persona muy dulce y sensible en el fondo y le ilusionaba enormemente esta fiesta de cumpleaños— ¿pero qué está pasando allá? —cuestionó Hinata al ver un grupo de personas rodeando a alguien que estaba en el centro.

—¡Fondo, fondo! —gritaban todos mientras Kiba en el centro bebía sin parar, con las mejillas rojas, Akamaru aullando y Shino negando por las tonterías de su compañero de equipo. Pero lo que sorprendido a la Hyuga fue ver la cabellera castaña de su hermanita, gritando más que todos y animando a Kiba a beber.

—¡Hanabi!

—¡Fondo, fondo, fon...—Hanabi que estaba coreando con los demás se detuvo y se volvió a Hinata.