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CARTA DE DESPIDO DIRIGIDA AL CORAZÓN.
Estimado Corazón:
Por cuestiones personales, y sobre todo, muy dolorosas, he decido prescindir de sus servicios. Durante mucho tiempo ha sido usted el órgano que ha administrado mis sentimientos, pero lamento informarle que lo ha estado haciendo mal. Crea sentimientos hacia personas equivocadas, abre las jaulas de las mariposas cuando debería ponerle candado, me provoca tristezas, depresiones, y muchas... más bien, demasiadas lágrimas. Por usted, tengo ojeras y bajo rendimiento académico, pues gracias a los enamoramientos que me crea no duermo bien, ya que paso la noche entera pensando en personas que no debería. Gracias a que por culpa suya confió ciegamente en la gente, mis antiguos amigos, ahora mis peores enemigos, saben todos mis secretos. Y también, entre otras cosas, no puedo escuchar un insulto sin sentirme desecho, cuando debería ignorar ese tipo de comentarios estúpidos.
Es por esto, y por muchísimos motivos más, que mi decisión de despedirlo es definitiva, ya que prefiero no tener corazón, que seguir sufriendo tanto. Además, hace días una nueva petición de trabajo de parte del Señor Cerebro, me ha resultado muy interesante debido a que su lema es "Piensa con la cabeza y deja de ser tan iluso", así que he decidido contratarlo, pues las ganancias son más y por ende, las pérdidas menos.
Espero y pueda comprenderme.
Hasta nunca.
