Haikyuu! x Reader~

❀Ushijima Wakatoshi❀

Primer one-shot del reto !

Reto puesto por: Applepyan 

Palabra: Omegaverse. 

La historia esta ambientada en un pueblo de hace muuuuchos años, al estilo SNK. 

Disfruten!~ <3

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 La (morena/pálida) abrochó la correa de sus zapatos café y alisó la falda de su vestido blanco con sus manos, dio un ultimo vistazo a su aspecto, colgó su morral cruzandolo por su pecho y salió de casa con una canasta vacía colgando de su brazo derecho.

Caminó a paso lento sobre el camino de tierra, saludando de vez en cuando a algunos granjeros que iban pasando o gente del pueblo al azar.

El cielo estaba azul claro, sin ni una nube a la vista y el sol justo encima de ella iluminaba sus hermosas manzanas rojizas por mejillas.

No le llevo más de unos cuantos minutos en llegar al mercado principal del pueblo; sus ojos recorrieron cada puesto y cada pequeña tienda abierta que anunciaba sus productos.

Dejo que sus pulmones se llenaran con el dulce aroma del pan recién hecho y de la madura fruta recién cortada.

- ¡Muy buenos días señorita (Apellido), he guardado las mejores manzanas solo para usted!.- un señor flacuchento saludo a la hermosa joven.

- Buenos días señor Ferrer.- se acercó al puesto al aire libre del alto señor de bigote chistoso y tomo uno de los enormes frutos entre sus manos.- Parece que la cosecha esta yendo bien.

- ¡Y vaya que si!.- sonrió orgulloso el hombre.- me hijo y yo nos levantamos muy temprano hoy para cortar las frutas.

La peli(color de cabello) acercó la manzana a su rostro, inhalando suavemente el aroma de campo, sus mejillas se iluminaron y una sonrisa cruzo sus labios.

- Llevare cuatro manzanas rojas y un racimo de uvas.- tendió su canasta al hombre para que pudiera surtirla con fruta.

- Son dos piezas de cobre.- la chica rebusco dentro de su morral hasta encontrar su monedero, sacando así las piezas de cobre. Se las entregó al señor, el cual le regreso su canasta ahora con unas cuentas cosas.

- Muchas gracias señor Ferrer.

- Gracias a ti, linda.

La chica inclinó levemente su cabeza como despedida y siguió avanzando entre las personas; mucha gente le sonrió y le saludo como si se conocieran de años. Ella amablemente contesto cada palabra y cada sonrisa con educación.

Sin duda hacia que su belleza hiciera que todos detuvieran lo que estaban haciendo para dedicarle una mirada y algún saludo.

Siguió con sus compras, surtiéndose con una bageutte, un trozo de queso, una botella de vino y unas cuentas frutas más. Quizás había gastado un poco más de lo normal, pero hoy era un día especial y estaba bastante segura que lo ameritaba.

Una vez la canasta estuvo repleta y su monedero casi vació decidió que era hora que continuar con la visita planeada; así que después de caminar unos cuantos minutos se encontró con el límite del pueblo y el inicio del frondoso bosque verde.

El suelo bajo ella crujió tan pronto sus zapatos dejaron la tierra firme y pisaron las hojas secas y las ramas aún unidas a ellas. Miró hacia atrás antes de adentrarse entre los árboles.

Sujetó la canasta fuertemente contra ella y se movió agilmente entre las trampas para osos y la fauna a nivel del suelo. Maldijo mentalmente por traer unos zapatos tan incómodos al bosque; pero ella necesitaba lucir bien el día de hoy, así que se aguantó las ganas de tirar los zapatos por ahí y siguió con su caminata.