[J2][JaredxJensen] El Secreto del Capitán.

CAP 1. De barcos y cuerdas.

Sobre las olas del agua tan clara como se aprecia, un par de naves se alzan en el horizonte, la tripulación de ambos barcos hace las espadas chocar, el sonido del metal se pierde por el mar tan abierto como está y el olor a pólvora invade tanto el aire que incluso les quema un poco en los pulmones, les escuese las gargantas y les roba el aliento. Por lo alto cuelgan entre gruesas sogas varios hombres buscando guerra. El vigía muerto. El primer oficial muerto. El cocinero muerto. El capitán Mark Pellegrino, Lucifer de los Mares, no puede creer su mala suerte. Empuña con furia el mango de su espada y se lanza a la batalla, más cuando llega a la cubierta del castillo en la proa del barco, la nave enemiga ya se ha desanclado.

En lo alto del mástil central y sujetándose con las cuerdas de las velas el Capitán Padalecki le sonríe con descaro y se aleja en su embarcación apenas dañada. Le ha tomado por sorpresa. Lucifer llama a su carpintero y es hora de evaluar los daños que ha recibido su barco, el Lilith.

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- ¡Teniente Singer! Reporte de daños.

- Mi capitán, me alegra informarle que la nave apenas alcanza las 2 perlas por daños y reparaciones.

- ¿2 perlas? Eso es demasiado ¿Y nuestros hombres?

El teniente Singer se frenó, aún estaban sobre cubierta y cuando el capitán Padalecki noto que el otro no le seguía se giró con curiosidad y los brazos abiertos, claramente intuyendo el reclamo próximo de su subordinado.

- Pero claro que es demasiado, y pudo haber sido mucho más. Jared, ¿En que estabas pensando? Eres un maldito idiota, pero, ¿tienes a caso una idea de lo que acabamos de hacer? -Singer le hablaba con lentitud, claramente preocupado... Gritando, gritando lento. Singer siempre expresaba su preocupación con furia. Jared rodaba los ojos, exhausto. - ¡Habrá una maldita guerra que tú acabas de comenzar! ¿Y sabes qué? Espero que nos maten antes de volvernos a encontrar con la tripulación del Lilith. Apodan Lucifer a su capitán, no es por su cara bonita y lo sabes.

-Muy bien, Bobby, cálmate ¿De acuerdo? No habrá ninguna guerra. Pellegrino es odiado incluso en Tierra de Nadie.

- Hay pena de muerte para ladrones. Pirata no roba a pirata.

- Sólo si el acto es denunciado ante otro capitán que sirva de juez al tocar tierra. Créeme, no lo hará. Ahora teniente, ¿Y nuestros hombres?

Bobby se sacudió las manos que su capitán le había colocado en los hombros y a regañadientes respondió. -No hay bajas y pudimos reabastecer las provisiones para 4 días más.

- Bien, es suficiente para llegar a puerto.

- Hay algo más.

Jared se detuvo frente a la puerta de su camarote y se giró. Algunos metros más adelante, dos marineros de su tripulación luchaban por contener a un hombre que se agitaba y jaloneaba, lo tenían con los brazos atados tras la espalda y lo arrojaron a sus pies al estar frente a él.

- ¿Qué es esto? -el sujeto le miraba con inmenso odio, pero lo que a Jared le llamó la atención fueron esos ojos verdes y brillantes y la furia que en ellos se reflejaba, y le gustó. Sonrió para sus adentros, tomo el rostro de aquel ser, le sujeto la barbilla y lo examinó con cuidado. Tenía el labio inferior reventado y le escurría sangre tanto de la nariz como del lóbulo de la oreja. –¿Un regalo de Pellegrino? –preguntó con ironía.

El muchacho se zafó de su agarre, en ningún momento desvió la mirada. Jared se arrodilló para quedar a su altura.

– ¿Por qué está aquí?– pregunto a sus hombres como si el chico no estuviera ahí enfrente escuchando.

–Lo encontramos en las bodegas, tal vez debió pensar que podía esconderse y evitar la batalla.

–¿Un desertor? No entiendo, ¿Por qué sigue con vida?

–No es un desertor, señor, creemos que es un botín.

El capitán los miraba, mitad incredulidad, mitad burla. El chico frente a él no lucía de mayor estatus social que el mejor de sus marineros, sus ropas claramente habían visto mejores tiempos y francamente tampoco parecía de aquellos flacuchos nobles y lores.

–Tu nombre. –Ahora sí se dirigía al muchacho pero éste no le respondía.

–Si me permite, mi capitán. –con voz oscura hablaba Benny, uno de los dos que le habían traído al chico. Se apartó del resto junto con su capitán para que la conversación no fuera más pública ante el resto de la tripulación. –Tengo la sospecha de que él podría ser el sucesor de los Ackles, la familia propietaria en una de las colonias de América.

–Y piensas eso exactamente porque...

–Se habla mucho en las tabernas. Escuche, hace 3 meses hubo un ataque en Carolina, devastación, saqueo, muchísimas pérdidas económicas pero lo que reportó la familia fue que su hijo mayor había sido secuestrado por los piratas invasores. –Jared le miraba en silencio, escuchando atentamente, procesando la información, su mano sosteniéndose la barbilla con algo de interés.

–¿Qué te hace pensar que era la tripulación de Pellegrino?

–Porque hace un mes aterrizó un cargamento del capitán Pellegrino en Isla Tortuga, no era más que caña y unos cuantos barriles de pólvora, pero venían de América.

Jared clavó la vista en el muchacho aún de rodillas. Aquella información sonaba bastante imprecisa por no decir improbable pero algo dentro de sí mismo le dijo que al menos tenía un buen motivo para conservar al chico, así que fuera quien fuera no le era relevante por el momento.

–Desátalo y llévalo contigo, preparale un lugar en la cocina. Nadie viaja gratis aquí. –le dijo a Benny. Cuando el muchacho estuvo de pie, Jared le dió un par de palmadas sobre la cabeza. –Bienvenido a la tripulación, marinero.

Luego de una mirada de odio más por parte de aquel muchacho, el capitán desapareció tras la puerta de su camarote.

El camarote de los piratas.

El olor que invade aquel espacio tan amplio en el barco es una combinación de suciedad, sudor y humedad. Los pedazos de tela amarrados al techo, llegan a media altura sobre el suelo y fungen como las hamacas donde la tripulación se recuesta a descansar, si algo bueno tienen es que el movimiento de la nave quizás los prepare para dormir.

Los rumores de los hombres dicen que su capitán perdió la cabeza al enfrentarse a Lucifer momentos antes, otros más lo defienden porque ¿Cómo discutir semejante botín obtenido? Y hablando del botín...

–Escuche que recuperaron a un hombre importante hoy.

–Si, creo que es una especie de conde.

–Un sucesor de una familia en Inglaterra, me parece.

–No, de España.

–Yo lo ví y no parece ser Español.

–¿Cómo lo sabes? Le preguntaron su nombre y ni siquiera respondió. Obvio es de España, no habla nuestro idioma.

–Pues yo escuché que es de América.

–No, de Escocia.

A ese último hombre le llovieron burlas y botas de sus camaradas. Los murmullos eran ahora sonoras carcajadas y golpes amistosos que cesaron una vez el contramaestre entró.

–Muy bien bola de gusanos, hay buen viento, nos movemos en cinco minutos, alistense ya... Idiotas...

Esto fue una corta introducción de la historia, háganme saber si les gusta para continuar, es un pequeño experimento porque últimamente me he vuelto loca con la idea de un fic AU dónde se mezclen los actores y los personajes de Supernatural, en un universo de piratas xD

En fin, espero que les haya gustado, si es así entonces lo continuaré.