El silencio en la embarcación era intimidante. Ninguno de los marineros se atrevía a pronunciar palabra, pues la ira de su capitán había sido tal que nadie quería ser el próximo ejemplo de lo que sucedía cuando lo desobedecían. El hombre reposando a los pies del timón era el que había sufrido el descargo de ira, su ojo morado y la sangre aún chorreaba a borbotones por la mitad de la boca. La noche anterior habían decidido hacer caso omiso a la orden de quedarse en la nave. Nadie sabía en ese momento lo que había quedado en juego.
Entre la tripulación se comentaba la traición de Benny, que había huido con Jensen a bordo de un velero rentado con tripulación y se dirigían al Norte, las conclusiones mas obvias eran que se disponían a cobrar la recompensa en Carolina por el rescate del muchacho. Jared mantenía el ceño fruncido y la vista clavada en el horizonte. El viento jugaba con su cabello y arrugaba sus ropas, pero él no se inmutaba. Les llevaban al menos medio día de ventaja. Jared guardó el catalejo y bajó del castillo de la proa, cruzó la cubierta y por fin se encerró en su camarote. Todo hombre a bordo lo había observado y ahora mantenían los ojos clavados en la oscura puerta de madera.
A los segundos, el teniente Singer rompió el silencio.
- ¿Qué están mirando, holgazanes? A trabajar ¡idiotas! -gritaba con su voz aguardentosa.
En el camarote, Jared se aproximó con paso firme hasta el escritorio de caoba y con la furia recorriendole las venas, levanto ambas manos y con fuerza tumbó todo lo que ahí se encontraba directo sobre el piso alfombrado. Las 3 botellas vacías de destilados alcohólicos se quebraron al impacto contra el gran librero; dos de ron, una de whisky. El líquido se derramó sobre los pergaminos y los mapas.
- Mi Capitán.
- ¿QUÉ?
No había sido su intención gritarle a Garth. El flacucho asomaba la cabeza al interior de la habitación, casi le recordaba a un ratón. Con una seña le indicó que pasara mientras se dejaba caer en un suspiro sobre la maciza silla, también de caoba.
Garth se aproximó a paso lento, entre las manos llevaba una botella más. A su izquierda vio los trozos de cristal sobre el suelo. Caminó hasta estar frente a su capitán y depositó la botella sobre el escritorio.
-Traeré otro vaso. -dijo con voz susurrante, mas cuando se disponía a retirarse del camarote, la mano de Jared se cerró en torno a su muñeca y lo jaló hacia él. Garth cayó de rodillas ante Jared, su cabeza siendo sostenida en el pecho de éste. Era una posición incómoda, sus mejillas se tiñeron de rojo, mas no se movió. Desde abajo intentaba ver el rostro de su capitán, le intrigaba la expresión que tendría en aquel momento.
Pero Jared mantenía su vista al frente, perdido en sus pensamientos, tan solo acariciaba el cabello de su cocinero.
-Garth...-soltó luego de un rato en un suave suspiro, mucho más relajado. -¿qué estaré haciendo mal?
-¿Perdón, Capitán?
Jared estiró su mano hasta alcanzar la botella frente a él, la destapó y la llevó directo a sus labios. Desde su posicion Garth podía oler perfectamente el aliento a whisky, sus rodillas empezaban a entumecerse.
-¿Ya está la cena?
- En diez minutos, señor.
Jared dio otro sorbo a la botella.
-Cuando lleguemos a Carolina Garth... oh, cuando lleguemos. -susurraba más para sí mismo. Otro trago. -Anda, vete de aquí.
Cuando el cocinero cruzaba el umbral del camarote, chocó de bruces contra el contramaestre y siguió su rumbo. Bobby entró encontrandose a Padalecki de espaldas a él, mirando a travez del gran ventanal hacia el horizonte sobre el mar. También se percató del pequeño desastre en el suelo.
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[J2][JaredxJensen] El Secreto del Capitán.
Hayran KurguLo que al capitán Padalecki le gusta más son las joyas, las cosas brillantes y preciosas y por supuesto, todo aquello que le cause satisfacción. En el encuentro con el barco del temible pirata Pellegrino, Jared logra salir con varias heridas, un oj...