Día 4: show(e)r

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Jaebum sigue notablemente molesto con que Youngjae le colgara el día anterior y se lo ha hecho saber ignorándole hasta la noche de este mismo día. Él ha estado en el instituto toda la mañana y el rubio ha ido a trabajar antes de que el mayor llegara a casa así que no han podido verse hasta tarde.

El pelinegro espera que Youngjae decida aplicar su misma estrategia y volverse igual de frío con él, pero parece estar haciendo exactamente lo contrario.

En cuanto ha entrado por la puerta, ha buscado a Jaebum por toda la casa y se ha lanzado a sus brazos, aún cuando él ha intentado apartarle. Porque sí, sabe que el menor trama algo y que todas esas provocaciones no son casuales ni imaginaciones por las ganas que le tiene estos días; está seguro que lo hace a propósito, así que no sabe cuánto debe fiarse de él.

-No me alejes, Bumie hyung~

-No te alejo, solo quiero respirar -Miente.

-Siento si estás enfadado por lo de ayer, pero me dio demasiada vergüenza seguir -Dice en un tono infantil que Jaebum no se traga.

Cualquier otra persona le creería, pero él no. Él conoce bien cómo es Youngjae en realidad y sabe que no es nada tímido, mucho menos para ese tipo de cosas, a pesar de que en un principio lo aparentara.

-De acuerdo, bebé. No estoy enfadado -Vuelve a mentir.

No está enfadado del todo, eso es cierto, pero no va a dejarlo pasar con una simple disculpa. Si Youngjae quiere jugar con él, que se prepare, porque Jaebum no va a quedarse de brazos cruzados.

-Te creeré entonces -Habla el menor antes de dejar un beso sobre su hombro y levantarse-. Voy a darme una ducha.

Una idea cruza por la mente del pelinegro al oírle. Le deja ir sin más mientras él continúa recostado sobre la cama. Le escucha entrar en el baño y cerrar la puerta, pero aún con la madera de por medio, puede escuchar a Youngjae moverse dentro. Era algo que había descubierto de su apartamento hace tiempo; podías escuchar muchas cosas si te mantenías en silencio.

Espera pacientemente hasta que cree que el menor ya debe estar desvestido -o al menos casi al completo- y entonces se levanta hacia el mismo cuarto en el que se encuentra el rubio.

-¡Hyung! ¡Estoy yo en el baño!

-Lo sé, bebé, solo vengo por una cosa.

Youngjae se encuentra cubierto solo por su ropa interior y no se molesta en taparse, porque aunque esté fingiendo sentir vergüenza, lo cierto es que Jaebum ya le ha visto miles de veces desnudo; no tiene sentido cubrirse ahora.

-¿Qué es lo que quieres? -Pregunta al ver que el mayor solo tiene sus ojos puestos en él.

-A ti -Responde antes de rodear la cintura de Youngjae.

El menor se siente un poco abrumado por la cercanía de su pareja y por la brusquedad del beso que ha iniciado. Jaebum sigue pensando en las palabras de Mark y tiene aún esperanza en que Youngjae deje pasar ese ridículo castigo si lo calienta lo suficiente.

Cuando nota que el rubio deja de ejercer fuerza contra él y  se relaja, lo guía hasta una de las paredes del baño, permitiéndole restregarse contra él con mayor facilidad. Youngjae no se queja; de hecho, solo deja escapar un par de gemidos que se quedan en la boca contraria.

Revenge ✧ 2jaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora