Revenge ✧ 2jae

revenge²

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Jaebum tiene que agarrarse con mayor fuerza a las caderas del rubio una vez que está dentro de él por completo. Se inclina hasta apoyar su frente sobre la espalda del menor y se toma su tiempo para disfrutar de su estrechez. Youngjae ha acabado con el rostro a pocos centímetros de la almohada y sus labios totalmente separados, buscando desesperadamente por aire al haberle tomado por sorpresa la penetración.

El rubio empieza a gemir en cuanto Jaebum se mueve pero no tarda en ondular sus caderas al compás de las del mayor. Puede sentir el deseo acumulado de su pareja y cómo en esta ocasión ni si quiera se está molestando en ir lento al principio. Es la primera vez que Youngjae se arrepiente de haber estado molestando a Jaebum durante toda la semana. Aunque ese sentimiento desaparecerá en poco.

La verdad es que en principio le asusta un poco la actitud dura del mayor, sus movimientos rápidos y fuertes e incluso sus gruñidos, pero, por mucho que le cueste creerlo, está empezando a excitarle aún más.

Quiere decir, no le gusta que Jaebum sea siempre suave con él, claro que no, lo prefiere rápido, pero nunca hasta ahora había visto a su novio así de...¿dominante? Nunca pensó que ese cliché pudiera gustarle, porque por lo general también le gusta llevar el control.

Sin embargo, sentir en estos momentos el cuerpo pesado de Jaebum sobre él, empujándole con fuerza y su cuerpo hundiéndose cada vez más en el colchón, solo le enciende más y más. Siente sus piernas flaquear con cada estocada y le cuesta mantener la postura sin acabar tumbado por completo sobre la cama, pero en cuanto está a punto de hacerlo, una de las manos de Jaebum le toma por la cintura o por uno de sus muslos y le vuelve a levantar. Y si, eso también le saca más de un jadeo.

-¿Ha sido divertido castigarme? -Pregunta directamente contra su oído, pero el menor no sabe si tiene suficiente sangre en el cerebro en este momento para contestar- Responde, joder.

-S-sí -Termina diciendo, entre jadeos y temblores.

-Entonces yo voy a divertirme contigo ahora. Es lo justo.

Youngjae no puede retener el gemido agudo que se le escapa al escuchar al mayor. Sabe que está siendo un completo cliché, pero dios, no puede negar que con cada palabra, Jaebum solo le pone más duro.

Siente las manos del pelinegro deslizarse hasta sus hombros, agarrándose allí y tomando mayor impulso, tanto que Youngjae siente que vuelve a quedarse sin aire. Se ve obligado a apoyar la mejilla contra la almohada, tanto para volver a buscar aire como para poder llevar sus manos a su propio miembro desatendido. Sin embargo, solo consigue dar un par de tirones cuando escucha al mayor bufar justo detrás de él, detener las embestidas durante un momento y empujar su cuerpo hasta estar totalmente pegado al colchón. En otras palabras, sin espacio para poder tocarse a sí mismo. Él no intenta controlar si quiera los lloriqueos que se le escapan al no poder complacerse, pero que Jaebum ignora.

-No puedes tocarte hasta que yo diga, te he dicho que era mi turno para divertirme.

Pero Youngjae no está del todo de acuerdo. Sabe que el mayor es consciente de lo mucho que le gusta acompañar las embestidas en ese punto con su propia mano o a veces con la de Jaebum, por lo que no va a rendirse tan fácilmente.

Intenta tocarse de nuevo, levantando un poco su pelvis e introduciendo su mano debajo, pero solo se gana un fuerte golpe: concretamente, de la mano de Jaebum contra uno de sus glúteos.