Paso 4: Confianza

5 0 0
                                    

La confianza es algo complicado, uno puede tener confianza en sí mismo o puede ser, simplemente, un Narcisista. Hay una línea muy delgada ahí. Y Wess era la que se encargaba de subrayarla y resaltarla.

Alec se había ido a buscar el pote de helado y ella debía cambiarse.

Y entre sus conflictos sentimentales entre seguir ayudando a su amigo o no, ella se tardó más de lo esperado. Su amigo había entrado antes de ponerse la remera.

-Wess...- sin darse cuenta, dejó el pote en la cama y se acercó a ella. ¿por qué no simplemente cerraba los ojos y ya?

El chico se permitió ver unos segundos abajo y vio el pequeño corpiño blanco que llevaba puesto, o bueno, parte de el porque Wess trataba de taparlo todo con sus brazos.

Ella estaba congelada, ahí, parada y sin saber que hacer. Roja como uno podía estarlo.

-disculpa, debi...- y agarro un mechón de su pelo, rojo y rizado.En ese momento le pareció lo más interesante del mundo.

Y miró a sus ojos y luego su nariz pecosa y luego a sus rojos y húmedos labios. Acercó sus caras y...

-Me gusta alguien - y así rompió el momento romántico. ¡Genial! No había sido capaz de abrir la boca hasta ese momento y justo cuando lo hace dice una cosa como esa. ¿por qué no pudo decir me gustas? ¿o por qué no simplemente hubiera dejado que la besara?

Y recapacito, si se besaban su cerebro iba a inventar falsas posibilidades, la haria ilusionarse, ella no buscaba eso.

¡¿En qué pensaba?! ¡¿Besarle?! ¡Si a él le gustaba Valeria!

Y luego se dio cuenta de algo,
¿a su Wess le gustaba alguien? ¡a ella no debía gustarle nadie!

El chico nego con la cabeza y cerró los ojos.

-sí, creo que debes ponerte el pijama- dijo apartándose y dándose la vuelta.

Ella lo hizo y sintió que su pecho se desinflaba, ahora si se arrepentía de haber dicho eso.

-¿ y quién te gusta?- trago hondo y habló de nuevo- quizá pueda ayudarte. Ya sabes, eso de que yo soy hombre y tu mujer-
si ella le estaba ayudando, él debía hacerlo aunque no le gustese.

Al soltar la última frase la chica se volvió a sonrojar. Le recordó la escena anterior. ¿qué hubiera pasado si...? No debía pensar en eso.

-No es nada, igual no tengo oportunidad.- se encogió de hombros.

- Cualquiera que tenga la dicha de salir contigo se va dar cuenta lo preciosa y tierna que eres, no creo que ese sea el problema.- ¿de dónde le salió todo eso?

-No es eso, a él... a él le gusta alguien más - y no estaba mintiendo. Pero estaba confundida, ¿por qué él se comportaba así aunque le gustaba Valeria?

Alec quiso sentirse mal, apenado, pero no pudo. No sabía por qué solo, no pudo.

Ninguno de los dos dijo algo más, solo agarraron el pote de la cama y Wess busco unas cucharas que guardaba en su mesa de luz, que las tenía por si acaso bajarán a buscar algo y se olvidarán los cubiertos con que comerlos. Y comieron.

Wess lo hizo en silencio, sonrojada. No podía parar de recordar lo que acababa de pasar en su habitación. Era tarde, su mente ya la empezaba a poner ideas en la cabeza y hacer entrar en ese mundo alterno dónde sí se besaban y no había nadie para impedirlo.

Alec no podría estar más distraído, pero en ella. Sus ojos no miraban otra cosa que no sea a ella, sus manos conocían de memoria el viaje que se tenía que hacer para agarrar un pedazo de helado, así que sus ojos buscaron algo mejor que hacer ¿qué mejor que mirar a la hermosura de Wess sonrojada?

Como alguien más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora