La forma de vestir de uno dice mucho. Y eso era algo que Wess iba a aprovechar para ayudar a su amigo.
Alec no era feo, al contrario, era un chico tierno, según la abuela de Wess.
En fin, remeras de caricaturas, de logos de superheroes y de dibujos de ciencia ficción (allí Wess incluía la famosa remera de Star Wars); no le atraían a las chicas como Valeria.
Ellos tenían que buscar algo que este... a la moda. Aunque eso significará ninguna remera de Marvel.
-No es justo- se quejó Alec, saliendo por quinta vez de probador- ¿cómo sabes todo esto? Ni siquiera te vistes como...como ellas.
Era cierto, las enormes remeras y pelo alocado, no se comparaba con las prendas ceñidas al cuerpo ni sus pelos prolijamente lacios.
Y ella lo sabía, pero prefería mil veces estar cómoda y permitirse subir unos kilos que a vivir apretada y alimentarse base aire y agua. Y a Alec eso le gustaba... mucho.
Pero a Alec le interesaba Valeria ¿no?
- Tú eras el que quería cambiar, ahora no te quejes y volve a entrar- ya habían separado la suficiente ropa para renovar su ropero, así que eso era suficiente.
Tras tiendas, tiendas, eso era suficiente. ¿con qué plata han pagado eso? Pues, con los ahorros y tarjetas que su madre felizmente le ha dicho que use, su hijo no cambiaba de ropa desde sus quince años.
Alec a sus quince le había dicho a su madre que le comprara ropa más grande así cuando crezca no tendría que salir de nuevo a comprar, lo detestaba con toda su Alma.
Y su táctica había funcionado, hace dos años que no compraba ropa.
Pero ahora debía hacerlo, Valeria era la razón.
Wess que andaba mirando cinturones, que no comprarían, lo miro.
Alec estaba ahí parado, con el último conjunto puesto, el que definitivamente era el ganador.
El pantalón negro y la remera lisa con la campera de cuero, le quedaba extremadamente bien. Hasta casi lo confundidas con el chico malo. No le quedaba mal pero a Wess no le gustaba, ese no era su Al. A su Al le gustan las remeras raras y usar esos lentes usados. Él era el Geek y ella la Nerd. Ellos eran los raros, no cambiaban para encajar...hasta a ahora.
-¿Qué pasa?¿no te gusta?- había malinterpretado su decepción.
-No, no es eso...- sacudió su cabeza y sonrió-te queda perfecto, vas a enamorar a muchas.
Alec se acercó sonriendo y lo que hizo a continuación no sabe el por qué, sólo le salió:
- Pero yo solo quiero enamorar a una- sus caras estaban demasiado cerca y sus ojos pararon en sus labios ¿qué estaba haciendo?
Sus corazones latían a mil por hora y sus rostros estaban demasiado cerca.
Se separó bruscamente y río nervioso, rascándose la nuca.
-Valeria, claro.-le aclaró, aunque se sentía que se lo estaba diciendoselo a él mismo. Le gustaba Valeria ¿no?
Wess se sintió destruida. El momento romántico que había pintado solo lo había visto ella, o eso creía.
-sí, claro. Ella no se podrá resistir-habló cuando estaba más o menos reconstruida.
Luego se iría a su cuarto a llorar, porque gustaba de su mejor amigo. Y recién se daba cuenta de ello.
Alec se sintió repentinamente mal y no sabia por qué.
Ambos decidieron fingir que eso no había pasado y luego de pagar, salieron de el local.
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Como alguien más
Ficțiune adolescențiA Alec le gusta Valeria. A Wess no. ¿Qué tan difícil será ayudar a un amigo? ¿cuan difícil se volverá después de empezar?