Amor De Instituto

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CUANDO DONGHAE TENÍA 6 AÑOS

"Sabes que en lugar de noventa y nueve aciertos debiste sacar los cien aciertos, Donghae de que sirve que pague una escuela de élite si tú no vas a estar en primer lugar, Lee Donghae tu media es mediocre, me es demasiado estupido tu maldita incompetencia, dime si vas a seguir así para que te saque del colegio, ¿Te parece justo que yo trabajé y tú saques esas miserables notas? ¿Me lo merezco Lee Donghae? "
La voz de Lee Donghwa sonaba áspera, si no lo conocieras dirías fácilmente que, era un tono tranquilo pero en realidad estaba molesto, muy molesto, odiaba al niño que tenía enfrente, odiaba que su mujer lo habiera  abandonado, odiaba saber que ese niño de porcelana no era suyo, odiaba que Donghae fuera el vivo retrato de su ex esposa, y lo que más odiaba era que no podía dejar a su suerte al niño, porque ya todo el mundo sabía que el era su hijo, su dudoso hijo. Lo único que podía hacer era tratar de esa maneras al pequeño, para sacar aquella furia que lo consumía al verlo, lo odiaba, lo odiaba mucho.

CUANDO DONGHAE CUMPLIO DIEZ AÑOS

"¡Tu mamá es una puta!"
"No vales nada" "¿Es mi deber mantenerte bastardo?" "¿porqué sieplemente no te llevo con ella?"

Y cuando Donghae cumplió catorce años su papá, si es que podía decirle así ya no venía a casa, "no merezco tanta mierda" dijo Lee Donghwa a su hijo antes de dejarlo solo en aquella casa, el muchacho no podia quejarse, lo tenía todo, todo menos una familia, todo menos amor.

Quizás por eso Donghae no sabia mantener a alguien a su lado, quizás por eso no sabía demostrar de una manera sana y correcta sus sentimientos, porque no sabía que era querer.

El chico de gafas negras y rotas no asistió a clases al otro día, sus padres se sorprendieron al verlo llegar en tal mal estado a su casa, "intentaron asaltarme" fue la excusa que dijo Hyukjae a sus padres, los señores Lee llevaron a su adorado hijo a por unos lentes nuevos y está vez eligió unas lentillas, también le pusieron muchos parches para quitar el horrible dolor que le consumía y decidio que esta vez no iría a la escuela.

Donghae reñia sin reparo alguno a Kibum
--¡Te dije malditasea que solo fuera un poco, no que lo dejaras tan mal bastardo!— grito fuerioso

—Calma Donghae, yo, yo me excedí pe-pero está bien  ¿n-no?

–¡No imbécil! —nada estaba bien si su pelinegro no aparecia, nada joder. Y sin culpa alguna Donghae golpeó a Kibum sin piedad, el castaño se había pasado demasiado.

Park Bom, la extranjera del salón, la excéntrica peliroja, sin querer escuchó todo, todo desde el día anterior, y no es que fuera algo entrometida pero ese drama estaba mucho mejor que los que ella y su madre veían por TV, ella sabía que tras la sonrisa angelical del delegado de grupo y presidente escolar había algo raro, lo sabía, sin embargo no esperaba que el tipo realmente fuera tan maldito.

Hyukjae tenía que saber la verdad, el chico de barbilla bien definida y marcada sabría que Donghae era un enfermo.

Y por eso, Park Bom consiguió la dirección de Lee Hyukjae, por eso estaba tocando la puerta de los Lee en ese momento.

Hyukjae no daba crédito a lo que acababa de escuchar, es decir por supuesto que lo oyó todo, pero no podía simplemente creerle a la peliroja, ¡No! Joder, Donghae era bueno, Donghae jamás haría algo para dañarlo, ¿Donghae lo quería no?
¿O no? Si, si lo tenía que querer, ayer se lo dijo, que solo lo tenía a el, entonces porqué todo concordaba, si Donghae había sido el que provocó la paliza que le dieron, no sería capaz de perdonar eso, no.
Las lágrimas brotaban y el no podía parar de llorar, el amaba a Donghae, realmente lo amaba, pero si era cierto que su chico brillante como el sol fue capaz de provocar eso, el tendría que comprobarlo, lo haría ya después Hyukjae vería que acciones tomar.