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2/2 Final

Martes

Donghae se dirigía a Hyukjae con pasos decididos, llevaba consigo un libro lleno de escritos que el mismo con su puño y letra había hecho para el pelinegro.
Hyukjae estaba en la biblioteca bastante entretenido, el chico no había cambiado mucho.

Se sentó enfrente de el.

-Hyuki -le hablo bajito

El chico de labios rojos, se estaba volviendo loco, ya hasta escuchaba la voz del rubio.

-Hyuki -le volvió a hablar

Éste, alzó la mirada y ahí, enfrente de el estaba el muchacho que le volcaba el corazón.

-Hablemos por favor -pidio el rubio.

Gruñó internamente, el chico brillante como el sol podía mucho con el todavía.

-¿Qué deseas? -hizo el intento de sonar brusco, aún que en realidad sonó bastante condescendiente.

Donghae sonrió

-Toma -dijo extendido las manos con un libro ahí. -Es para ti.-

Hyukjae tomo el libro, lo vio inquisitivamente, ante los atentos ojos del rubio, lo abrió y decidió leerlo, no quería admitirlo pero le alegraba infinitamente el gesto, el libro entre sus manos era pesado y poseía unos decorados preciosos.
Algo demasiado contento empezó a leer las hojas.

"No me dejes"

Quiero capturar la imagen de ti caminando hacía mí, ciento de veces al día 
¿Como me convertí en esto? Eres el único que hace a mi vacío corazón respirar 

Pero no sabía tus pequeñas decepciones y tristezas 
Discúlpame, discúlpame nene, estamos cerrando los ojos y tengo algo que decirte 

Deseo que esto sea un sueño, si esto es un sueño, detente allí 
No me dejes, no me dejes 
Te llamo incluso en mis sueños, todavía estoy hiriéndome 
No me dejes, no me dejes 

Trato de vaciarte junto a mi basurero 
Trato de escupirte como una medicina amarga 
Trato de vomitarte por emborracharme 
Trato que el tiempo se atrase como un reloj roto

Hyukjae sentía sus ojos picar, las pequeñas y traviesas lágrimas pedían salir, pero trataba de resistirse tenía que terminar de leer aquellas páginas escritas a mano, por una caligrafía algo torpe pero adorable.

Donghae se sumía en los nervios, su psicólogo le había dicho que lo mejor para sacar un poco todo lo que tenía era escribir, casualmente dio con que tenía la habilidad de crear canciones, todas para el chico que le mostró lo bello de tener a alguien incondicionalmente.
Vio como una pequeña lágrima hacia su recorrido en el rostro de Hyukjae, el no dudó mucho en limpiarla.
—Hyukii, no llores. -dijo con tono dulce.

Pero Hyukjae no lo entendió porque el chico empezó a llorar más, llegando a sollozar, había soltado el libro y trataba de contenerse poniendo un puño en su boca.
A Donghae le partía el alma verlo de esa manera.

—V-vete

—Pero, Hyukii yo... —Vete Donghae, por favor --suplico.

Amor De InstitutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora