Capítulo 7

329 33 21
                                    

Buenas noches. Este es el último fanfic de Yamiko que actualizaré en la semana. Espero les guste como a mí. n.n

P.D 1: Si tengo tiempo, mañana puedo llegar a publicar otro capítulo de Me perteneces. De lo contrario, será la próxima semana. n.n

P.D 2: Intentaré responder los comentarios en un rato ya que la app me está funcionando mal y no he podido hacerlo. Les pido perdón.








Luego del trágico incidente y de la sorpresa que el alfa le había dado a Seungri, el cual habían pasado dos relajantes días en la cabaña, dos semanas habían pasado rápidamente.

Como YoungBae supuestamente se ausentaba en la mañana de la casa para solucionar unos asuntos pendientes de los cuales el peliplateado sospechaba de que se trataba de Jong Hoon, Seungri actualmente se encontraba en el sofá del living mirando televisión.

Dio un suspiro pesado ya que últimamente su ánimo no era bueno.

Solía pasar de sentirse aburrido y desanimado, a triste y solo.

Y eso sucedía principalmente cuando el rubio no estaba con él ya que por su mente pasaba todo lo sucedido con Jong Hoon.

No iba a admitirlo y mucho menos decirlo a cada momento pero el haber perdido un bebé de YoungBae, lo había dejado anímicamente mal.

Volvió a suspirar mientras cambiaba de canal hasta que se detuvo en un programa de cocina.


"Tal vez debería de intentar cocinar algo simple como para mantener mi mente ocupada hasta que YoungBae regrese"


Le prestó atención al televisor y meditó si levantarse del cómodo sofá o simplemente quedarse a descansar como lo estaba haciendo últimamente.

De pronto, su celular timbró indicando que un mensaje le había llegado por lo que el omega estiró su mano hacia el brazo del sofá para alcanzarlo y revisar el mensaje.


"Llegaré en una hora a casa. ¿Deseas algo en específico de cenar? Porque pasaré por los restaurantes de comida que tanto te gustan y puedo pedir algo para llevar. ¿O prefieres salir a cenar?

Perdón si he interrumpido tu siesta, pandita...

Taeyang."


Seungri no pudo evitar sonreír. ¿Realmente se merecía este dulce alfa a su lado?

Suspiró ya que no quería volver a sentirse triste por lo que miró el televisor nuevamente y luego su celular logrando que sus ganas por cocinar aumentaran.


"Ven en cuanto te desocupes que por primera vez, prepararé la cena. Y no te preocupes que no me has interrumpido."


Por un momento, se sintió nervioso por la respuesta que le podía llegar por parte del alfa.

¿Y si se molestaba ante la posibilidad de quemar o destruir la cocina?

Hizo un puchero pero se alertó al sentir nuevamente su celular timbrar.

Mi cuerpo, mis reglasWhere stories live. Discover now