No te vengas conmigo, será peor. -Harry Styles-

Capítulo 9;

¿Harry me había escrito una nota? No creo en eso, de verdad. Pero la curiosidad me mataba por saber quien era el que esta detrás de ella.

Sin pensarlo me vestí lo mas casual que había encontrado, me tenía que cambiar de ropa ¿No? Llevaba lo de casi siempre, al mismo estilo. Unos pantalones hasta los tobillos, y una camiseta negra que dejaba ver parte de mi escote. Esta vez me atreví a aparecer sin capucha, pero si que iba a ir con el cuchillo, era muy cutre aparecer con uno, pero podía esconderlo fácilmente.

Subí a la planta de arriba, donde me indicaba la nota que ahí estaba la habitación. A cada paso que avanzaba la música retumbaba mas. ¿Quién demonios monta una fiesta a esas horas, a la hora de comer? Ahí me paré, delante de la puerta con el número 239, una pesadilla, de ahí venian gritos. Eran chillidos de unas mujeres, ¿Tres por lo menos? No lo sé, pero me decidí por picar al timbre.

La primera no funcionó, y a la segunda apareció un muchacho rubio de ojos como el mar; este me respondió:

-¿Qué deseas señorita?- De repente la música llegó a tocar el volumen 0.

-No lo sé, alguien me envió esta nota anónima y me dijo que viniera a esta habitación.- En ese momento por detrás apareció el chico ruloso con una pequeña toalla que le envolvía la cintura y dejaba la parte de su torso al decubierto. Me quedé sin palabras, únicamente admiraba la mariposa que adoranba su pecho y se me caía la baba al ver un hombre tan formado.

-Niall, por favor déjame hablar con ella, la conozco del avión.- Supe que Harry era el de la notita de mi puerta así que no dejé de mirarlo hasta que la idea de asesinarle pasó por mi cabeza.

-Mierda, mierda y mas mierda, ¿Por qué Harry tendría que ser tan violable?- Eso era lo único que me hacía pensar cada vez que lo miraba.

-____, estas aquí, pasa.- Me quitó de mis pensamientos cuando me habló. Yo, sonrojada, acepté la invitación. Dentro ví a cinco mujeres ¿Las novias? Posiblemente, dos de ellas eran rubias, otras dos morenas y una tenia un cabello que le hacía distinguir entre la multitud, pelirroja chillón. La mayoría de ellas tenían el pelo alborotado y los chicos que las rodeaban iban como Harry. ¿Qué pensar? Muchas cosas.

-¿Qué quieres que haga aquí?- Pregunté yo sin ninguna preocupación.

-Muchas cosas, pero empezemos por la primera, ¿Té apetece comer conmigo en mi dulce cama?- Remarcó la palabra cama y eso me inquietó, pero no me hizo perder la cabeza pues tenía un plan entre manos.

-Claro que sí ¿Cuándo traeran la comida?- 

-Ahora mismo nena.- Harry se acercó a mi provocatibamente lo que me hizo estremecer a la hora de respirar. Me agarró de las caderas ¿Quién se resiste a tal bombón? Nadie. De mi boca lo tenia a dos centimetros y no me corté. Le agarré del cuello y lo acerqué a mi profundizando un perfecto beso.

En eso Harry me cargó sin soltarme y me llevo a su dulce cama adornada con unas simples sabanas blancas. Ahí me recostó y...

Continuará...